Reseñar Estación Central de Lavie Tidhar es una empresa complicada. Ya de entrada, Lavie Tidhar no es el tipo de escritor que escriba novelas comunes, fáciles de reseñar. Y aunque Estación Central es quizá una de sus novelas más asequibles, sigue siendo una tarea compleja. Sin embargo, y cogiendo con muchas ganas mi primer Tidhar, tengo que admitir que las sensaciones que me ha dejado la lectura han sido más que positivas.
Estación Central nos traslada a Tel Aviv,
lugar donde se ha construido una Estación espacial desde la cual se viaja
alrededor del mundo y del Sistema Solar. Esto ha convertido la ciudad no solo
en un punto neurálgico del transporte y el comercio, sino también un lugar
donde muchas culturas convergen y se transforman mutuamente. Aprovechando esa
característica de multiculturalidad, Tidhar construye la novela como un fix up
de muchos personajes que convergen en el mismo lugar.
La habilidad de Tidhar de mezclar y juntar
los personajes para que se pueda ver un hilo conductor a través de las
historias personales de cada uno es espectacular. Sobre todo teniendo en cuenta
de que esta no es una novela creada expresamente como fix up, sino que el autor
aprovechó historias escritas para otros medios y, modificándolas ligeramente,
además de añadir un par de relatos nuevos, consigue que Estación Central sea un
todo, más que un conjunto de relatos.
Aquí tiene importancia la ambientación, más
concretamente la Estación Central, que es el personaje más importante de la
novela. Pero además el autor va añadiendo conceptos e ideas cuyas solas
pinceladas auguran una complejidad que daría para novelas enteras. Pero al
autor no parece interesarle ahondar en estas ideas, sino que sirven solo como elementos
del paisaje que rodean y transforman a los personajes.
Pues, como ya he dicho, el punto fuerte de la
novela son los personajes. Ellos son los que llenan las historias, los que le dan
complejidad al libro. A través de ellos conocemos diferentes maneras,
diferentes culturas, diferentes pensamientos y diferentes personas. Conocemos
como sienten, como piensan, cuales son sus miedos. Y sobre todo, como aman. El
amor es una figura importante en la novela y aunque pasa de forma
desapercibida, todos los personajes se ven conducidos, de una manera más o
menos directa, por sus sentimientos. Un poco como pasa en la vida real. Un poco
como cualquier ser humano.
La forma de narrar del autor es sutil, muy
elegante pero sin dejar de ser directa. Tiene una manera de plasmar las
imágenes que se quedan gravadas en la mente del lector y logra transmitir de
una manera que casi parece fácil. La traducción de Alexander Páez en este
sentido ayuda muchísimo, pues nunca da la sensación de existir, sino que parece
conectar directamente con el estilo del autor.
En conclusión, Estación Central es una novela
que, por desgracia, ha pasado desapercibida en el fandom. Sin embargo, todos
los elementos con los que juega Tidhar (sus personajes, los temas tecnológicos
y sociales, hasta la misma forma en la que está construida la novela) consiguen
crear una obra maravillosa que vale mucho la pena leer.
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Holiii <3 Es una pena que haya pasado un tanto desapercibida, al ser un estreno editorial y no ser cifi de tiros y aventura, si no de ideas y conceptos. Yo la disfrute mucho, intentando pensar en lo que Tidhar me contaba, imaginando esa tecnología o conceptos a mi antojo y viviendo el circulo de historias de cada personaje. Fijo que debatimos en el Celsius :)
ResponderEliminarEn mi opinión es una novela que tiene suficiente talla para traspasar fronteras del género. Con una adecuada promoción claro. Los temas tratados, el tono literario, entre otras cosas, creo que agradarían a muchos lectores "mainstream", si fuesen un poco valientes ;-)
ResponderEliminarY gracias por la reseña, se me había pasado decirlo :)
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