miércoles, 13 de febrero de 2019

El informe Monteverde de Lola Robles



Una cosa que me encanta de pequeña editoriales como la de la reseña de hoy, Crononauta, es que son editoriales que buscan devolver a la luz algunas obras que habían quedado en las sombras del olvido. Ese es el caso de El informe Monteverde, que yo no conocía hasta que Crononauta sacó esta preciosa edición ilustrada por Marina Vidal.

El informe Monteverde nos mete de lleno en los papeles de la investigación de Rachel Monteverde, quien fue la primera lingüista en estudiar las lenguas de Aanuk. A través del diario personal de Rachel, su informe oficial y una entrevista, el lector va descubriendo más cosas sobre este planeta, sus gentes y sus lenguas.

Esto puede parecer, pues, una novela corta relacionada con la especulación lingüística, como pasa con Embassytown o La historia de tu vida. Sin embargo, Robles no parece querer ir hacia esos derroteros y es más bien una reflexión de como los lenguajes cambian según las necesidades sociales de cada una de las poblaciones. Esta reflexión no está metida con calzador, sino que la autora deja que sea la propia historia, y la propia Rachel, las que la expliquen y desarrollen. Sí es verdad, y es una crítica que he leído en varias reseñas, que Lola Robles no llega a desarrollar en profundidad estos temas, pero tampoco creo que sea eso lo que busca, sino que esta historia corta es más bien una exposición de ellos. Como si luego pudiera coger algunas de esas ideas y desarrollar diferentes historias con ellas, ahondando con más profundidad en el tema.

Solo por eso, ya es un libro muy interesante, pero es que Robles tiene un estilo precioso y muy detallado que consigue mezclar a la perfección una prosa rebuscada con una lectura ágil, lo que hace que sea un libro que se devore. A esto se suma la buena construcción tanto de personajes como de ambientes. Da la sensación, al final, que vamos descubriendo, como lectores, Aanuk y sus pueblos a la vez que los descubre Rachel.

Mi problema con esta novela, y es un problema bastante nimio, son los distintos formatos en los que está escrita la historia, ya que, para mi, no aportan nada diferente. La voz de Rachel es igual cuando la entrevistan que cuando está escribiendo el diario y, en multitud de ocasiones, cuando redacta el informe. Durante la lectura, me preguntaba entonces para qué usar diferentes formatos si el resultado sería el mismo con uno solo. Un detalle que no estorba la lectura, pero que tampoco le aporta nada nuevo.

En conclusión, esta es una novela corta muy interesante, que se lee en una tarde y te atrapa totalmente. Robles sabe como conducir la trama para que el lector esté siempre con ganas de seguir leyendo, de saber más. La ambientación está muy bien elaborada, dejando que el lector vea a través de los ojos de Rachel y vaya descubriendo las dos sociedades de la misma forma que ella lo hace.  Una historia ideal para todos aquellos amantes de la ciencia ficción más reposada.

Otras reseñas:
Boy with letters
In the never never
Libros prohibidos

2 comentarios:

  1. ¡Holaaa!

    No conocía el libro pero otro más que me llevo a la lista de pendientes ajjaaj Admiro a esas editoriales que se dedican a sacar a la luz viejas obras ya caídas en el olvido, me parece que se pueden descubrir grandes títulos de esta manera :D

    ¡besos!

    ResponderEliminar
  2. Pues habrá que tenerlo en cuenta, no lo conocía y creo que me podría gustar =)

    Besotes

    ResponderEliminar