Reseña: Chesil Beach de Ian McEwan

Estoy segura de que todos o casi todos conoceréis a este escritor, aunque no conozcáis esta obra. De hecho, últimamente he visto a algunos bloggers con él entre sus pendientes. Quizá os suene más si os digo que es el autor de una novela llamada Expiación. ¿A qué os suena más? Bueno, hace muchos años leí Expiación y la verdad es que le tenía muchas ganas al escritor, ganas de repetir. Una amiga me habló de este libro y cuando vi que valía solo siete euros (y que me había quedado sin lectura para el tren aquel día) no dudé y me lo compré. ¡Y que compra!

Chesil Beach, o como se llama en original, On Chesil Beach, explica la historia de dos jóvenes recién casados que están viviendo su noche de bodas en un hotel costero cercano a la playa de Chesil. La historia empieza con una cena que están disfrutando los dos, mientras poco a poco se preparan para lo que les depara más tarde. Ambos son vírgenes y las expectativas que tienen en lo referente al sexo son confusas y tan desconocidas como el acto en sí. Ian le da voz a los dos novios, por separado, para que no solo veamos sus acciones, sino también sus palabras.

Una disección de, no solo la noche y las acciones de ambos, sino también de sus pensamientos, sus inquietudes, sus sueños y hasta su pasado. Ian va quitando capa a capa con maestría, mostrándonos cada vez una profundidad mayor en el personaje y en sus emociones. No se puede decir que los personajes evolucionen de forma notoria, sobretodo al tratarse de una sola noche, pero sí podemos ver la evolución en sus sentimientos y en sus sensaciones, la afectación de las palabras del otro y como estas chocan con sus propios pensamientos. 

Al ver los dos puntos de vista, podemos comprender la verdad que se esconde detrás de lo que dicen. Todos los miedos que esconden detrás de una máscara impuesta por la sociedad. Los miedos de Edward de fallar, al ser tan inexperto. El asco de Florence hacia todo el acto en sí. Y como chocan ambas ideas, nunca dichas, siempre escondidas con palabras amables, cuando llega el momento. 

Ian tiene una maestría a la hora de escribir increíble. Estoy segura de que si hubiera hablado de la migración de los pájaros, con esa capacidad de transmitir, me hubiera enamorado igual. Sabe bien como expresar ideas, sabe utilizar metáforas que te acercan más al personaje y es a través de esta maravillosa escritura que nos acercamos al núcleo del personaje, a todo lo que guarda dentro de sí después de capas y capas.

Esta novela es también una reflexión sobre todo lo que pensamos y decimos y como estas dos cosas chocan entre sí. Edward y Florence esconden todos sus pensamientos detrás de palabras y cuando el choque de trenes es inevitable, las consecuencias que traen estas palabras. Ian nos deja ver la anatomía de cada una de las palabras que ellos dicen, que esconde detrás y me ha parecido muy interesante.

En resumen, no es una lectura fácil. Quizá a algunos pueda parecerle aburrida. Pero en lo que a mi respecta, y creo que a bastantes de vosotros también, es una muy buena lectura que recomiendo encarecidamente. Si conocéis a Ian por Expiación... ¡No os quedéis solo con esa novela! Y si no lo conocéis, cualquiera de las dos os enamorará de él. 

4/5