Uno de mis objetivos al proponerme leer casi exclusivamente ciencia ficción en agosto fue la idea de leer a clásicos de este género que durante mucho tiempo me he estado perdiendo. Stanislaw Lem es uno de estos autores a los que tenía ganas y aunque ya lo conocí con Solaris, su bibliografía es tan extensa que es como si casi no hubiera abarcado nada. Es un autor polaco que empezó a publicar en los años 60 y al irme yo de viaje a Polonia, pensé que Astronautas sería el libro ideal.
Después de que el impacto de un bólido desconocido desconcierte la comunidad científica durante casi un siglo, gracias a unas excavaciones se descubre un mensaje que llevaba dicho bólido. Un mensaje que es descodificado por los mejores científicos del planeta y que desvela la intención de invasión de los habitantes de Venus hacia la Tierra. Se decide que varios especialistas partan hacia el planeta vecino para tratar de averiguar las verdaderas intenciones que se esconden detrás de este mensaje.
Stanislaw Lem habla de este mismo libro en una pequeña introducción al principio de la novela. Es un texto de una página y poco más, pero lo que me gusta es que está escrita varios años después de escribir la novela y él mismo comenta que algunas de sus ideas son más bien naive. La sensación que debía tener él (y que tenemos aún hoy en día nosotros) sobre la ciencia ficción de Verne es muy extrapolable a las sensaciones que podemos tener hoy en día leyendo esta novela. Ideas, concepciones del mundo, tecnologías futuristas, todos estos conceptos que Lem podía tener en los años 50 están muy desactualizados y eso es parte de la gracia de este libro.
Como me pasó con Solaris, disfruté muchísimo de las partes en las que Lem deja su faceta de narrador aparte para mostrarnos, cual libro de texto, tecnologías o análisis científicos. Las primeras cien páginas parecen ciertamente un libro de texto de física, biología y sobretodo, ingeniería aeronáutica (de la época, claro). A partir de la página cien el libro cambia totalmente de tónica y nos muestra una historia de aventuras al más puro estilo Verne, en el que vemos como los astronautas van a Venus y la civilización que descubren ahí.
Stanislaw Lem trata varios temas en este libro, como el choque cultural entre la humanidad y una sociedad totalmente diferente a nosotros. Sin embargo, y al revés que pasaba en Solaris, Lem ofrece aquí una perspectiva más optimista y quizá menos real, en la que la humanidad va con la mente abierta y sin tomar decisiones ni conclusiones precipitadas. Esta posición más naive también está determinada por la censura del régimen comunista, en su auge en el momento en el que Lem escribió esta novela. Se echa de menos, pues, el cinismo que se podía leer en Solaris.
Sin embargo, Astronautas sigue siendo una obra de Lem y podemos encontrar temas de los que posteriormente hablaría más críticamente el autor y un estilo que lo caracteriza, con partes más densas pero con un cuidado por la precisión científica que caracteriza al autor. Es su primera novela y eso se nota, sin embargo, creo que vale la pena conocer también esta faceta de Lem, porque el libro, pese a sus ideas desactualizadas, tiene fragmentos fascinantes.
Otras reseñas:
Tengo muchas ganas de estrenarme con Lem, y de leer más libros de ciencia-ficción, que reconozco que es un tema que no suelo tocar demasiado. Aunque este libro tiene buena pinta, creo que sería mejor empezar por Solaris, ¿verdad?
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarCada vez tengo más ganas de leer a Stanislaw Lem, aunque sinceramente no tengo claro por donde empezar. Me llama la atención lo que dices de las primeras cien páginas, que realmente parezca un libro de texto. Aunque no tengo claro si eso me gustará o todo lo contrario, sería cuestión de probar.
Un beso
Hola :) Tengo muchas ganas de leer Solaris, y bueno Astronautas también. Aparte de la reseña, la culpa es de Impedimenta, que menudas portadas. Y bueno, es un clásico de los que siempre dicen que hay que leer. Tengo deberes. Un besin^^
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