Me gustan mucho los retellings. Siempre que se hagan con gracia, claro,
pero me fascina adentrarme a un mundo ya conocido desde puntos
de vista totalmente diferentes. Una de las cosas que más disfruté de La
cámara sangrienta, por poner un ejemplo. Ya en su momento disfruté de Wicked,
por lo que imaginaba que Hiddensee, del mismo autor, me gustaría de la misma
manera. Y aunque tiene aciertos, el balance final es mucho menos positivo de lo
que esperaba. Pero no adelantemos acontecimientos. ¿De qué va Hiddensee?
La novela de Maguire es un retelling de la clásica histórica del
Cascanueces. Nos traslada a una Alemania que en un principio parece atemporal
(y que poco a poco vamos situando a mediados/finales del siglo XIX), en una
zona rodeada de montaña y bosque. Es ahí donde conocemos a Drosselmeier, el
creador de juguetes que acaba construyendo al Cascanueces. La novela se adentra
en los orígenes del personaje y en cómo
se convierte en el personaje del cuento.
El lector entra en la novela esperando un cuento que les recuerde al
Cascanueces y Maguire parece saber eso, pues al inicio de la novela se aleja
expresamente de paisajes, escenas o personajes que puedan recordar al cuento de
Hoffmann. La novela, de hecho, empieza cargada de una fantasía extraña, casi
oscura, que acaba desvaneciéndose a medida que avanza la novela. El tono de
cuento clásico se desvanece también para mostrarnos la vida de Dirk, un
protagonista algo atípico.
El problema viene cuando el autor le pide al lector que se implique
emocionalmente con la historia de Dirk, pues el personaje no aporta ese tipo de
compromiso. Es un personaje más bien plano y solo se le ve brillar de rebote,
cuando los personajes a su alrededor lo hacen. Destacar sobre todo a Felix, uno
de los pocos personajes cuya evolución y desarrollo podemos leer. Sin embargo,
no pasa lo mismo con Dirk. Al principio, parece un personaje plano que irá
evolucionando a lo largo de la historia, pero a medida que esta historia
avanza, esto no ocurre.
Aunque la fantasía y el tono a cuento clásico se diluyen a medida que
avanza la trama, la prosa de Maguire logra mantener esa esencia a lo largo del
libro. Los guiños hacia los cuentos de hadas y la constante presencia de una
ambientación agradable y casi mágica de la Alemania del siglo XIX logran hacer
que el libro sea disfrutable, pese a sus defectos. Esta es la clave que lo hace
funcionar como retelling, pues como ya pasó con Wicked, Maguire se aleja
totalmente de la historia original para mostrar un punto de vista totalmente
diferente y apartado.
En conclusión, Hiddensee no es un mal libro, pues busca reproducir y homenajear
esos cuentos clásicos de los Hermanos Grimm, y E.T.A Hoffmann. Pero cuando el
libro se aleja de esa ambientación y nos presenta la historia de
autodescubrimiento de un personaje plano como Dirk, la novela pierde bastante. Aún
así, os invito a que os forméis vuestra
propia opinión. Quizá el mundo del juguetero del Cascanueces os conquista más a
vosotros que a mí. Sin duda, la edición de Alethe, traducida por Carla Bataller, es una preciosidad que recrea a la perfección el ambiente que rodea la propia novela.
Otras reseñas:
¡Hola!
ResponderEliminarPues no he leído nada de este autor y la portada es una maravilla. Me gustan los retellings en forma general aunque tampoco es que pierda la cabeza por ellos. Pero vamos, una pena que un libro que se centra en un personaje, su historia y desarrollo, peque de que el personaje en concreto no está a la altura. Vaya.
¡besos!
Bueno, yo no soy mucho de retellings, no suelo leerlos asiduamente asi que creo que este lo dejaría pasar :)
ResponderEliminar¡Hola! Me suelen gustar mucho los retellings, no conocía este ni Wicked (el cual me apunto, ya que te gustó). Es una lástima que en esta ocasión la lectura no haya estado a la altura. Besos.
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