Escribir una reseña es más complicado de lo que puede parecer. A veces necesitas que las musas vengan a visitarte, a veces la página en blanco entorpece mucho más de lo que querrías. Sin embargo, y pese a las dificultades personales que he pasado en los últimos meses (mudanza, horas de trabajo eternas, proyectos de escritura nuevos), he necesitado encontrar el momento para poder hablar de este libro. Hacia las estrellas de Mary Robinette Kowal, ha sido ese libro que ha resucitado a la reseñadora que hay en mi.
Hacia las estrellas nos presenta una ucronía en la que la historia cambia por culpa de un desastre natural. En 1952 un meteorito impacta contra la Tierra y arrasa toda la Costa Este de USA, además de provocar problemas en Europa. A consecuencia de este cataclismo, el planeta se ve amenazado por una subida de temperaturas que lo convertirá en inhabitable. Para evitar la extinción de la humanidad, Estados Unidos y el mundo se ven obligados a acelerar radicalmente sus esfuerzos para colonizar otros planetas. Elma York, ex piloto de la Segunda guerra mundial y matemática, será una de las calculadoras que trabajará para lograr este hito. Su ambición, sin embargo, va más allá de los números: ansía, más que nada, en viajar hacia las estrellas.
La premisa de esta historia toca tres elementos que justo supieron dar en la diana de mis intereses. Por un lado, tenemos el tema feminista detrás de la novela. Elma York no solo lucha para poder acceder ella al espacio, sino para conseguir un lugar para ella y sus compañeras. Esta sororidad es uno de los ejes centrales de la novela y está muy bien llevada: Kowal se asegura que no solo Elma sea una figura creíble y protagonista, sino que todos los personajes femeninos que aparecen se sientan reales. De la misma forma, el resto de elenco está muy bien construido y aunque la gran mayoría son personajes de los que solo vemos algunas pinceladas, se convierten en algo más que figurantes detrás del telón.
Otro elemento fascinante (al menos para mí) es el tema de la historia de la ciencia. Si me conocéis un poco, sabréis que, justamente, de eso iba mi master. La historia de la ciencia es fascinante y complicada de explicar, ya que acaba cayendo en hablar sobre casos muy concretos o sobre personajes que ya se conocen. Hablar de forma más global o viendo como todos los elementos en realidad confluían es muy complejo. Kowal consigue hacer una cosa así: por supuesto, lo hace partiendo de un punto de inflexión ficcional. Aún así, es muy interesante ver el tratamiento del libro, que casi parece una biografía de Elma York, y como muestra la sociedad, los intereses y la ciencia del momento. Hablamos de ficción, por supuesto, pero Kowal consigue dotarlo de un realismo que la hace parecer histórica.
Por último, el espacio. Como fanática de la ciencia ficción, tanto a la hora de leer como a la hora de crear, me he visto bastante representada en ese sueño de visitar el espacio. Una de las cosas que más me gusta de la ciencia ficción es como permite acercar el universo al lector. En este caso, el lector empatiza con la protagonista por eso mismo. Kowal sabe transmitir muy bien esa ilusión, ese sentido de la maravilla que transmite la astronomía.
Este es un libro pausado pero emocionante. No hay grandes dosis de acción (quizá en algún momento, al principio) pero consigue transmitir la misma emoción que otras historias sobre la carrera espacial. La emoción de su lectura viene, pues, de Elma, de su lucha y su fascinación, y de como el resto de elenco de personajes luchan por lo mismo (ir al espacio). Kowal sabe mantener buen ritmo a la trama para que nunca decaiga y a la vez sabe pararse en los pequeños momentos, saborear las escenas más tranquilas y pausadas que construyen a los personajes y sus relaciones. En ese aspecto concreto, destacar sobre todo la relación de Elma y Nathaniel, su marido. Siempre es un placer cuando se muestra una pareja sana, bonita y cariñosa.
Hacia las estrellas es un libro que nace como la precuela de La mujer astronauta de Marte, relato que se publicó en España en la antología de A la deriva en el mar de lluvias y otros relatos (Sportula). Aunque el relato es una dosis precisa que no necesita ampliación, me ha gustado mucho ver hacia dónde lo lleva Kowal. Me ha dejado con ganas de más, pero por suerte ya podemos disfrutar de El destino celeste, publicada también por Oz editorial.
Otras reseñas:
¡Hola! Me alegro que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no lo veo como una lectura para mí, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!