Si las antologías siempre han sido una apuesta arriesgada (pues normalmente la mayoría de lectores prefiere historias más largas o novelas autoconclusivas), una antología de ciencia ficción lo es aún más. Sin embargo, es muy necesario que se publiquen libros así, que nos dan acceso a historias de autores que quizá de otro modo no habrían sido traducidos. Y más si, como pasa con este libro, la antología es una selección tan bien elegida como la que ha hecho Mariano Villareal.
Lo que diferencia esta antología de la mayoría de antologías que he leído es la calidad de los relatos. Todos mantienen una calidad excelente y los altibajos que son naturales en una antología (es normal que te guste una historia más que otra) no se suceden con tanta facilidad. Son ocho historias de ocho autores extranjeros y todas tienen en común una importante carga emocional. Y es que esta antología es la demostración ideal de que la ciencia ficción va mucho más allá de las historias que suceden en el espacio o en un futuro lejano. Esta antología le da importancia a los personajes y a su evolución o sus pensamientos. Aunque todas tienen también una carga importante de tecnicismos científicos o de sociedades futuras, los autores logran mezclar ambas cosas a la perfección. Relatos que llegan muy adentro y que juegan muy bien con el escenario tanto interno como externo, con la introspección de los personajes de la misma forma que la ambientación.
La historia de una anciana astronauta que sigue queriendo viajar a la luna, La señora astronauta de Marte de Mary Robinette Kowal, es el relato que abre la antología y que ya nos deja con el corazón en el puño y el rostro anegado de lágrimas. Sigue el cuento Algoritmos para el amor de Ken Liu, uno de mis autores de ciencia ficción preferidos, que nos habla de la predeterminación genética y los límites de la robótica con un tono intimista y una historia diferente. Frigonovia, de Will McIntosh es un relato que nos habla de un terrorífico futuro en el que la protagonista muere y es congelada, solo para despertar de vez en cuando ante hombres que quieren ligar con ella. Regreso a casa de Mike Resnick también parte de un mundo futuro para hablar de personajes muy humanos, de la reconciliación entre un padre y un hijo a través del alzheimer de la madre.
El quinto relato, La verdad de los hechos, la verdad del corazón, nos lo trae uno de los grandes de la historia corta de ciencia ficción, Ted Chiang, un cuento en el que nos habla de la dependencia del ser humano con la tecnología, y reflexiona sobre qué pasaría en las relaciones humanas si todo el mundo pudiera recordar cada instante de su vida. Si fueras dinosaurio, amor mío, es uno de los mejores relatos que he leído nunca, un relato en clave lírica, muy cortito, que tiene un final precioso y emotivo, escrito por Rachel Swirsky. Quizá puede plantearse si es un relato de ciencia ficción, pero lo que es seguro es que es maravilloso.
Los dos últimos relatos de la antología son quizá los más flojos, aunque eso no quita su cualidad. El relato de Carrie Vaughn, La Amaryllis, parte de una premisa muy interesante (una sociedad en la que los recursos y la natalidad están totalmente controlados) pero no acaba de explotar la idea en una historia que se queda a medio gas. A la deriva en el mar de lluvias, de Ian Sales, es el último relato y el que da nombre a la antología, es más bien una novela corta que nos muestra unos astronautas atrapados en la Luna mientras observan la Tierra morir tras una tercera guerra mundial. Este relato parte de una premisa muy interesante, pero el nivel científico que requiere leerlo impide que la lectura sea fluida. Aún así, y sobretodo por el final, es un relato interesante de leer.
Esta selección de varios autores intenta mostrar otra cara de la ciencia ficción. Todos los relatos son ganadores o finalistas de premios importantes y os aseguro que en todos los casos los merecían. Además, se nota que los relatos han recibido un trato y un cariño especial tanto por parte de Mariano Villareal como por parte de sus traductores. Es totalmente necesario que se haga este tipo de selecciones en España, que se traiga literatura de ciencia ficción de calidad como la de esta antología a nuestros lares. Una selección original, diferente, que nos deja con tan buen sabor de boca que solo esperas poder leer más.
Gran reseña :) Le tengo muchas ganas a esta antología y llevo tiempo buscando el momento de ponerme con ella, después de la reseña tengo más ganas aún :)
ResponderEliminarAdemás las ganas de leer por fin algo de Ken Liu me pueden.
Un saludo desde Imagigantes ^^
Nos leemos.
Yo de ciencia ficción no sé nada, pero es un género que me llama la atención y del cual quisiera leer más. Normalmente me gustan más las historias autoconclusivas o las novelas, más que los cuentos y los relatos, pero me llama la atención esta antología así que tomo nota e intentaré conseguirla.
ResponderEliminarHola :) Antes de ayer estaba escuchando el programa de los 4 navegantes donde tuvieron a Mariano Villareal y fueron comentando toda la antología, y me entraron unas ganas tremendas de leerla, y eso que a mi las antologías como los relatos en si siempre me tiran bastante para atrás; pero cuando contaban de que iba cada relato y alguna de las opiniones, me convencí de que lo necesito, y sobre todo el de el dinosaurio. Ahora encimo leo tu reseña, y se me ponen los dientes un poquito más largos. Un besin^^
ResponderEliminarAnimaos, y contadlo por aquí :-)
ResponderEliminarLa verdad es que no suelo ser muy aficionada a las antologías precisamente por el nivel que se da de unos relatos a otros, aunque siempre encuentras alguno que te encanta y por el que la lectura merece la pena. Ésta en concreto no la conocía, y te apoyo en eso de que vienen bien para darse a conocer y apoyar a nuestros autores.
ResponderEliminarUn saludo, Isa!
¡Hola! Creo que la única antología que he leído fue una de Lovecraft hace ya un año o así. La verdad es que como no suelo leerlas, no conozco muchas. Pero me llama mucho la atención el relato titulado "Si fueras dinosaurio, amor mío" *-*. Todo lo que sea de dinosaurios me gusta y si encima es un relato corto, mejor.
ResponderEliminar¡Besos!