Reseña: Carta de una desconocida de Stefan Zweig

Entrar en blogger me ha dado la oportunidad de conocer autores nuevos que desconocía hasta entonces. En este caso, también mi madre ayudó a que Stefan Zweig entrara en mi vida lectora, aunque fue más bien la influencia de ciertas reseñas para este libro las que me animaron a dedicarle el mes a este autor. Y ha sido todo un acierto.

Carta de una desconocida es una novela corta (ya veis, menos de 100 páginas) que nos narra la historia de una mujer enamorada de forma epistolar. Esta misma carta, que ocupa el groso de toda la novela, nos trasladará por toda una vida, a nosotros y al personaje que la lee y que, como los demás, es solo un espectador y a la vez, el protagonista, de la vida de esta mujer.

Cuando te enfrentas a una novela de estas dimensiones, tu mente suele tender a esperar poco. Te da la sensación que en solo 72 páginas no logrará transmitir mucho. Es como si se quedara a medio camino entre el relato y la novela. Sin embargo, Carta de una desconocida cumple con creces con la historia y con el personaje en esas pocas páginas. Stefan Zweig sabe bien como expresarse para que cada una de esas páginas sea una vorágine de sensaciones.

Y es que Carta de una desconocida tiene mucho de eso: De sensaciones, de sentimientos que nos transmite de una forma sencilla pero a la vez desgarradora. A través de la propia narradora podemos sentir como nos adentramos en su historia de amor que si bien puede parecer algo increíble, está tan exquisitamente bien contada que nos da igual. Por que es la pureza del amor que siente este personaje, la pureza con la que ha vivido toda su vida la que nos logra transmitir toda esa fuerza. Esa intimidad de quien se dirige a otra persona es transmitida en cada una de las palabras que contiene el libro.

Es, por lo tanto, una novela reflexiva. Pero a la vez, es una novela desgarradora, intensa, sentida hasta el extremo de que sentimos con la protagonista. Poco más puedo hablar de ella, porque son los sentimientos el leitmotiv de esta novela y los que llevan a la protagonista a conducir su vida a través de un hombre. Sin embargo, esta obsesión, lejos de parecernos exagerada, nos encandila. 

Tanto ella, la narradora, la escritora de esta larga carta, como él, el lector que la recibe y quien se convierte, sin comerlo ni beberlo, en el protagonista de una vida, son personajes que están muy bien delineados y que aprendemos a conocer en solo 72 páginas. Podremos intuir sus comportamientos, sus pensamientos, en solo una mirada, en un solo un suspiro. Y es que Stefan Zweig parece ser solo la mano, la marioneta que se deja conducir por sus propios personajes. 

Sí, se lee rápido y sí, os puede parecer que 12 euros por una novela tan corta es un robo, pero tanto la edición, que está muy bien cuidada (vamos, calidad Acantilado), pero vale la pena. Y si no, cogedlo de la biblioteca. Buscadlo de segunda mano. Pero no dejéis de leer a Stefan Zweig y no dejéis de leer Carta de una desconocida.

4,5/5