Hay veces que, sin saber porque, te entran unas ganas de leer cierto autor o cierta obra y no puedes evitar coger el libro más cercano de dicho escritor y empezarlo. Da igual los libros que tengas empezados o tu planning, ese antojo es más fuerte que nada. Tengo que reconocer que a mi a veces me pasa y casi nunca lo controlo. Pero creo que esta vez, con Saramago, me ha pasado más fuerte que nunca: Fue leer una frase suya y necesitar casi instantáneamente, leer algo suyo. Estaba entre Las intermitèncias de la muerte o Ensayo sobre la lucidez y aunque este último me llamaba más, al tener el primero en segunda mano en la librería, no dudé en comprarlo. ¿No lo he dicho ya? Saramago es un artista.
¿Qué pasaría si la muerte dejara de funcionar? ¿Si de repente nadie muriera? Eso es lo que ocurre la noche del 1 de enero en un país anónimo: de repente, la gente deja de morir. Lo que primero es celebrado como una fiesta empieza a traer consecuencias sociales a cada una más problemática. Por qué... ¿Si no muriéramos, qué pasaría con los hospitales, las funerarias o los geriátricos?
Saramago es un artista de la palabra. Si no habéis leído nada, os sorprenderá encontraros páginas y páginas sin casi apenas puntos y coma y sin ningún diálogo. Si lo hojeáis antes de leerlo, os tiraréis para atrás: "¿Qué es esto? ¡Que aburrido parece". Seguro que eso pasa por vuestra cabeza. Pero dadle una oportunidad. Saramago es un mago de las letras y logra atraparnos con su peculiar estilo, pues sus historias tienen diálogos, puntos y coma y todo lo que una historia necesita. Simplemente, Saramago es un inovador y juega con nosotros de la misma forma con la que juega con las palabras.
Este autor es conocido por escribir utopías, historias en las que se plantea un "¿Y si...?". En este caso, el planteamiento parte de la idea de que la muerte deja de trabajar y por lo tanto, la gente no muere. A partir de ahí, Saramago desarrolla todos los aspectos de la sociedad sin centrarse en ningún personaje concreto pero sí cogiendo varias historias como ejemplo. Esto, sin embargo, es solo la primera parte de la historia, ya que cuando nos adentramos en ella, esta da un giro de 180º que hace cambiar totalmente la idea del libro.
El narrador es el "personaje" más atractivo de esta historia y el que le da ese jugo tan característico de Saramago. Un narrador que parece a primera vista omnipresente, pero que en realidad tiene personalidad, opiniones y hasta hace comentarios irónicos. Casi parece que es el mismo Saramago el que nos habla, aunque queda claro que no. Este narrador es el que conduce toda la historia y el que le da ese toque tan característico del autor.
Y por supuesto, su prosa. Ya he dicho que Saramago juega con las palabras y para poder hacer algo así, se necesita un dominio de la literatura magistral. Y Saramago lo tiene. Su prosa es preciosa, compleja a veces, retorcida la mayoría de veces, pero muy bonita. Es de esos autores que, solo con leer un par de frases ya lo reconoces; tiene una prosa muy característica suya.
Este no es un libro para cualquiera y de hecho, ninguno de Saramago lo es. Es menos accesible que Ensayo sobre la ceguera, quizá su más conocido (que también parte de la base de un "¿Y si...?") y también muy recomendable. Sin embargo, si no os asustan los retos y al contrario, disfrutáis con la literatura compleja, esta es una buenísima opción. Además, Saramago es de esos autores que no dejan lugar a medias tintas: o te fascina o te horroriza. Yo por supuesto me quedo con la primera opción, pero tendréis que perderos entre sus páginas para descubrir la vuestra.
Este autor es conocido por escribir utopías, historias en las que se plantea un "¿Y si...?". En este caso, el planteamiento parte de la idea de que la muerte deja de trabajar y por lo tanto, la gente no muere. A partir de ahí, Saramago desarrolla todos los aspectos de la sociedad sin centrarse en ningún personaje concreto pero sí cogiendo varias historias como ejemplo. Esto, sin embargo, es solo la primera parte de la historia, ya que cuando nos adentramos en ella, esta da un giro de 180º que hace cambiar totalmente la idea del libro.
El narrador es el "personaje" más atractivo de esta historia y el que le da ese jugo tan característico de Saramago. Un narrador que parece a primera vista omnipresente, pero que en realidad tiene personalidad, opiniones y hasta hace comentarios irónicos. Casi parece que es el mismo Saramago el que nos habla, aunque queda claro que no. Este narrador es el que conduce toda la historia y el que le da ese toque tan característico del autor.
Y por supuesto, su prosa. Ya he dicho que Saramago juega con las palabras y para poder hacer algo así, se necesita un dominio de la literatura magistral. Y Saramago lo tiene. Su prosa es preciosa, compleja a veces, retorcida la mayoría de veces, pero muy bonita. Es de esos autores que, solo con leer un par de frases ya lo reconoces; tiene una prosa muy característica suya.
Este no es un libro para cualquiera y de hecho, ninguno de Saramago lo es. Es menos accesible que Ensayo sobre la ceguera, quizá su más conocido (que también parte de la base de un "¿Y si...?") y también muy recomendable. Sin embargo, si no os asustan los retos y al contrario, disfrutáis con la literatura compleja, esta es una buenísima opción. Además, Saramago es de esos autores que no dejan lugar a medias tintas: o te fascina o te horroriza. Yo por supuesto me quedo con la primera opción, pero tendréis que perderos entre sus páginas para descubrir la vuestra.
4/5
Justo lo compré el otro día también de segunda mano! Tengo muchas ganas de leerlo porque Ensayo sobre la ceguera es uno de mis libros favoritos y no he vuelto a leer nada de Saramago, cosa rara, así que ya es hora de ponerle remedio, y más después de leer tu reseña.
ResponderEliminarUn beso!
Un Autor de esos que todo el mundo tendría que leer!! Y el libro que has leído me encantó, si bien te tenes que acostumbrar a la forma de escribir de Saramago, una vez que le agarras la mano no puedes para de leerlo!!
ResponderEliminarMuy buena entrada y nos leemos, como siempre!!
Besos
Hola!
ResponderEliminarCuanto tiempo, jejejeje. Te tengo muy abandonada, a ver si se remedia porque veo por aquí mil cosas y no puede ser.
No te voy a mentir, Saramago me da un poquito de respeto. No sé si es por los temas o por su forma de escribir, pero...me mantengo a una distancia prudencial.
Sin embargo, tu reseña me llama la atención, por eso de que la muerte no exista y todas las complicaciones que ello implica y demás. Quizás me anime y lo busque en la biblioteca, este o el de la ceguera, ya te contaré.
Tengo que pasarme por todas tus entradas y engordar mi "to-read" jajajaja,
un saludín! :)
Este no lo conocía y se oye muy bien, me recuerda un capi de Dimensión desconocida. Concuerdo con todo lo que dices sobre Saramago, además tiene algunas escenas muy poderosas que se tq quedan grabadas.
ResponderEliminarYo siempre tengo antojos con los libros y nunca los detengo jeje.
No he leído nada del autor y la verdad es que me impone bastante, sobretodo porque me da cosa no terminar de apreciar los matices de la obra. Seguramente en unos años me anime a leer Ensayo sobre la ceguera. Gracias por la reseña^^
ResponderEliminarSaludos.
aun no me he iniciado con el autor, pero espero hacerlo pronto
ResponderEliminarLo has hecho: ganas de volver a leer a Saramago. No sé porqué pero hace mucho que no lo leo, supongo que para no "gastarlo", porque es un autor que me gusta mucho, sus planteamientos que siempre te llevan a reflexiones, sus "¿y sí...?" que abren puertas... Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarAún no me he puesto con él pero no temas porque lo tengo más que fichado. No sé cuando me pondré con él pero está claro que lo haré.
Lo del impulso con un autor me pasó precisamente con Auster, justamente estaba pensando ¿por qué lo cogiste? Y lo cierto es que ni lo sé xD Pero que feliz nos hacen esos impulsos, ¿no?
No sé porque pero a veces confundo a Saramago con Sampedro xD
Un beso guapa!
Tengo tantos autores pendientes que es una sorpresa que este no sea uno de ellos. Pero ya me lo apunto y me pondré con algo de él cuando pueda.
ResponderEliminar¡Un beso!
Holaaa! Tienes un blog precioso ^^ Me encanta, es genial!
ResponderEliminarYo también tengo un blog de esta temática. Si te interesa, pásate!
http://the-secret-key-books.blogspot.com.es/
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada de Saramago, pero me han entrado tantas ganas de hacerlo que espero no tardar mucho. Me puse este libro en la wishlist ya porque me parece muy interesante. La idea de que la muerte deja de "trabajar" es muy interesante y estoy deseando conocer ese giro que da de 180º hacia la mitad.
Un beso
Y yo que no he leído nada del autor! U.U
ResponderEliminarBesotes
Mi historia con Saramago es un poco extraña. De él leí 'Ensayo sobre la ceguera' en su momento por temas de la universidad. En realidad había visto la película en la que se basa el libro, 'A ciegas', y me había encantado, así que fui con unas expectativas muy altas. Cuando abrí el libro, sin embargo, me encontré algo muy distinto.
ResponderEliminarSé apreciar el estilo y el arte que tiene. Ese Nobel no se lo ganó de rebote. Pero no termina de convencerme, imagino que precisamente por la experiencia un poco extraña que viví con su literatura. Si además dices que es incluso menos accesible que lo que yo leí... no sé.