Canciones de amor a quemarropa de Nickolas Butler

¿No os ha pasado nunca de tener una serie de editoriales que, saquen lo que saquen, sabéis que os va a gustar? O al menos, interesar. A mi me pasa constantemente con editoriales como Impedimenta, Alba editorial, Satori, Fantascy o, de la que os quiero hablar hoy, Libros de Asteroide. Por supuesto, eso no quita que haya libros que no me interesen de dichas editoriales: Es casi imposible que de un catálogo entero, todo te guste. Pero normalmente al ver este sello editorial, sientes que hay calidad detrás. Canciones de amor a quemarropa era uno de los libros que más me llamaban la atención de su catálogo, y para mi fue un placer empezar a leerlo en cuando lo desenvolví del regalo de Reyes. 

Henry, Lee, Kip y Ronny son cuatro amigos de toda la vida, de esos que han crecido juntos, se han ido de excursión desde que no alzaban un palmo del suelo y conocen cada instante de la vida de los demás. Sin embargo, al crecer han ido dejando el pueblo en el que crecieron: Lee se ha convertido en un músico famoso, Kip en un corredor de bolsa y Ronny en un cowboy de rodeo. Todos menos Henry, que se casó con su primera novia y siguió el negocio ganadero de sus padres. Sin embargo, una boda los volverá a unir y verán que, pese al tiempo, los roces, las antiguas pasiones y los antiguos problemas no han sido enterrados por el tiempo.

Esta novela de Butler nos habla de temas conocidos por cualquiera, temas universales que, estén escritos en el momento que sea, siguen teniendo relevancia. El futuro, la familia, el amor o la amistad son recurrentes en la novela y no pasan de moda ni resultan extraños al lector gracias, en parte, a esta ambientación tan aislada del tiempo que tiene. Porque por supuesto, gracias a ciertos detalles podemos colocar la historia en estos últimos años, pero la ambientación que crea Butler es tan atemporal y sus temas tan universales que eso apenas importa. La contemporániedad es solo un detalle más que llena de riqueza esta historia, pues el pueblo, aislado por la nieve la mayoría del tiempo, es un lugar al que van a parar todos los amigos en busca de sus raíces. Es un pueblo que parece que haya perdido la capacidad de avanzar en el tiempo y aún así, el tiempo pasa para los protagonistas. El propio autor juega con esta metáfora: mientras que los personajes que salen del pueblo envejecen y sufren, Henry solo evoluciona cuando estos llegan, cuando cambian el ambiente estático en el que ha vivido.

Butler es un maestro en mostrarnos esta ambientación y mientras lees, te da la sensación de vivir el frío intenso de Wisconsin, su aislamiento del resto del mundo o la conexión con la naturaleza que parece reinar Little Wing. Esta ambientación es una de las cosas más trabajadas y que más se aprecian como lector, pues consigue que fácilmente el lector se adentre en la historia. Además de la ambientación, Butler logra transmitir muy bien las sensaciones que viven los personajes. A través de varios capítulos en que cada uno de los personajes toma la voz narrativa, el lector puede entrar en la mente de todos ellos y de esta forma, empatizar a unos niveles increíbles. Son todos personajes melancólicos, que recuerdan constantemente el pasado y a través de sus memorias vivimos nosotros el libro: a través del presente, sí, pero este solo existe porque existe el pasado que nos cuentan. Ambos confluyen de una manera muy natural, sin artificios ni engaños. Casi parece que es una historia que nos cuenta un amigo, una historia real, palpable. Ese es el nivel de empatía que logra Butler en su novela.

Sin embargo, la novela va degradandose un poco hacia el final. El conflicto que forma el nudo de la novela es, quizá, la única cosa artificial que le puedo encontrar en la novela y surge y se resuelve de manera muy rápida, además de no involucrar apenas al resto de personajes. Sí es verdad que desde el principio la historia de Kip, Ronny, Lee, Henry y Beth es solo la historia de Lee, Henry y Beth, dejando un poco apartados los capítulos en los que Kip o Ronny ponen la voz. Sin embargo, hacia el final esta tendencia va in crescendo y nos muestra más la pelea entre Henry o Lee que la relación entre los cuatro como podríamos ver más al inicio de la novela. Eso no quita que el resto de personajes estén mínimamente representados y es más sus conflictos internos los que me parecen interesantes, más que los de Lee o Henry y su pelea cliché. 

No sabría si recomendaros esta novela. No hay grandes emociones ni conflictos emocionantes, pero es una de esas novelas que van meciéndose poco a poco y que, junto con ellas, mecen al propio lector, que se arrastra y entra en esta historia con facilidad. Es una historia que habla del hogar, de la familia y de los amigos y unos temas que pueden ser tan comunes, se vuelven muy interesantes bajo la pluma ligera de Butler. Quizá la leáis y no os fascine. Quizá no os enamore. Pero si os gustan las novelas cotidianas, seguro que esta os gustará.