Hacer una maratón de Mishima es algo más duro de lo que puede parecer, sobretodo en libros como el que os reseño hoy. El pabellón de oro, libro que leí hace ya mucho y reseñé en El peso del aire, fue mi primera experiencia con el autor japonés y la verdad es que aunque ya creó los cimientos de la fascinación que me produce el escritor, este libro me dejó algo descolocada. Por suerte, era una de las lecturas del ciclo de literatura oriental comparada, así que pudimos discutir largamente sobre Mizoguchi y su obsesión. Quizá no es el mejor libro para adentrarse en el mundo de Mishima, pero lo que no hay duda alguna es que es un referente ideal de temas de los que habla constantemente en sus obras.
El protagonista de esta novela, Mizoguchi, vive obsesionado con la belleza del Kinkakuji, el templo del pabellón de oro, obsesión que compara con la fealdad que ve en sí mismo (fealdad acentuada con su defecto de habla, que crea un abismo entre él y los demás por falta de comunicación). Cuando su padre lo envía a que lo admitan como novicio en el templo, Mizoguchi empezará poco a poco a alimentar esta relación de amor odio que tiene hacia el templo tan esplendorosamente bello.
Los dos temas más recurrentes en la literatura de Mishima son la atracción hacia la muerte y el enfrentamiento entre la belleza y la fealdad, entre el dorado y el negro. Justamente estos dos temas son esenciales en El pabellón de oro. En cuanto empieza la guerra, Mizoguchi descubre la belleza efímera del pabellón, consciente de que la guerra puede acabar con ella. Y es entonces cuando la belleza del pabellón adquiere relevancia, es entonces cuando más impresiona al personaje. Mishima usa el edificio como símbolo de su nación, perdida después de la guerra. Un mensaje hacia lo que Japón perdió en cuando se rindió ante Estados Unidos, pues no solo perdió una guerra, sino una cultura, una identificación. Todo esto Mishima lo plasma en la relación entre Mizoguchi y el Pabellón, en el resplandor dorado de este.
Los personajes creados por Mishima siguen este patrón de buen hacer. Además de estar bien construidos, todos giran alrededor de Mizoguchi para hacer su papel correspondiente. La pureza de Tsurukawa constrasta con la fealdad corrupta de Mizoguchi, a la vez que el amigo de este, Kashiwagi, la inspira con su propia fealdad. Al ser un libro escrito en primera persona, podemos introducirnos en la mente de Mizoguchi con facilidad y es por eso que el papel de estos personajes coge mayor relevancia, pues los vemos a través de los ojos del protagonista. La fealdad de Kashiwagi la vemos comparada con la del propio Mizoguchi, la belleza pura de Tsurukawa lo es aún más por el concepto que tiene Mizoguchi de sí mismo. Mishima coloca cada uno de los elementos con cuidado en la novela, de manera que aparezcan en el momento adecuado. Eso nos da la sensación de leer una novela muy redonda.
Narrativamente, Mishima también acierta. Su pluma, más compleja que en otras de sus obras, se muestra reflexiva, filosófica y se introduce en el pensamiento del protagonista con mucha facilidad. Gracias a esta pluma, el conflicto adquiere una magnitud mayor y vemos la metáfora con más fuerza. Mishima no solo es un gran escritor gracias a las estructuras, ideas o personajes que crea, sino que además lo dota todo de una belleza indescriptible con su pluma.
Este quizá es un libro complicado para todo aquel que quiera introducirse en la compleja mente de Mishima. Sin embargo, es de esos libros que te dejan un sabor de boca muy agradable, como una comida que te gustaría repetir. De hecho, es de esos libros que vale la pena el leve esfuerzo que conllevan: al final, se ve recompensado. Así que no os la voy a recomendar o dejar de hacerlo. Solo os voy a decir que esta novela es como un largo camino en el que se disfruta tanto el viaje como la llegada al destino.
Los personajes creados por Mishima siguen este patrón de buen hacer. Además de estar bien construidos, todos giran alrededor de Mizoguchi para hacer su papel correspondiente. La pureza de Tsurukawa constrasta con la fealdad corrupta de Mizoguchi, a la vez que el amigo de este, Kashiwagi, la inspira con su propia fealdad. Al ser un libro escrito en primera persona, podemos introducirnos en la mente de Mizoguchi con facilidad y es por eso que el papel de estos personajes coge mayor relevancia, pues los vemos a través de los ojos del protagonista. La fealdad de Kashiwagi la vemos comparada con la del propio Mizoguchi, la belleza pura de Tsurukawa lo es aún más por el concepto que tiene Mizoguchi de sí mismo. Mishima coloca cada uno de los elementos con cuidado en la novela, de manera que aparezcan en el momento adecuado. Eso nos da la sensación de leer una novela muy redonda.
Narrativamente, Mishima también acierta. Su pluma, más compleja que en otras de sus obras, se muestra reflexiva, filosófica y se introduce en el pensamiento del protagonista con mucha facilidad. Gracias a esta pluma, el conflicto adquiere una magnitud mayor y vemos la metáfora con más fuerza. Mishima no solo es un gran escritor gracias a las estructuras, ideas o personajes que crea, sino que además lo dota todo de una belleza indescriptible con su pluma.
Este quizá es un libro complicado para todo aquel que quiera introducirse en la compleja mente de Mishima. Sin embargo, es de esos libros que te dejan un sabor de boca muy agradable, como una comida que te gustaría repetir. De hecho, es de esos libros que vale la pena el leve esfuerzo que conllevan: al final, se ve recompensado. Así que no os la voy a recomendar o dejar de hacerlo. Solo os voy a decir que esta novela es como un largo camino en el que se disfruta tanto el viaje como la llegada al destino.
Hola :) Me resulta un autor fascinante desde la distancia, se ven unas historias tan reflexivas pero que te dan ganas de repetir una y otra vez, además siempre escucho que sus personajes están genialmente construidos. Yo lo tengo apuntado, pero con reticencia, ya que no es mi estilo habitual de lectura, pero tiene algo que me atrae. Un besin^^
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarLo de repetir no lo sé, eh! xD. Es un autor fascinante y sí que me dan muchas ganas de leer libros suyos, pero no sé si repetiría alguno de los que ya he leído (quizá Confesiones de una máscara o El marino que perdió la gracia del mar). Este libro es el más complicado que he leído suyo, el más complejo y el más trabajado. No sé si lo recomendaría para una primera lectura de Mishima, pero es un must una vez te has adentrado en sus obras.
¡Un beso!
Oh, ¡me encantó tu última frase! Sin duda, ¡debo leer este libro! No te temo, querido Mishima. En su libro "El marino que perdió la gracia del mar" he leído una escena que jamás olvidaré, ni sé cómo he podido hacerlo. ¡Te odio (a Mishima)! Lo que me haces eh. Realmente, me fascina este autor. Y me encantará seguir descubriéndolo. *3*
ResponderEliminarUn besito!
Este autor es realmente fascinante y me alegro que te guste tanto como a mi. El marino que perdió la gracia del mar es uno de los libros más increíbles que he leído este año (y que he leído del autor), pero el Pabellón de oro también creo que te gustaría mucho. Se ha de trabajar más, tiene muchos mensajes detrás de cada palabra (y yo no los vi todos. Suerte de la lectura conjunta que hice, en el que el chico que la llevaba nos contó algunas cosas que no vi en la simple lectura).
EliminarEspero que te animes a leer más Mishima... ¡Y a ver si yo también continúo con este autor! :D
¡Un beso!
A mí no me gustó nada. El fallo fue que no era lo que esperaba, ni entendí a los personajes, ni me metí en su mundo,... Al final estaba deseando que quemara el pabellón xD
ResponderEliminarBesos
Jajaja puedo entenderte, yo a veces también deseaba que lo quemara xD. La primera vez que lo leí reaccioné un poco como tu y esta vez me gustó tanto sobretodo porque compartimos la lectura con más personas y esa segunda lectura me hizo comprender muchísimas cosas que no había comprendido en una primera. No te digo que lo releeas, pero espero que te animes con algún otro de Mishima más asequible (véase Confesiones, El marino... etc).
Eliminar¡Un beso!
Yo con todas las cosas japonesas voy con mucho cuidado, porque nuestras culturas son tan diferentes, y yo entiendo tan poco de la suya, que muchas veces creo que no termino de entenderla.
ResponderEliminarPero a lo que sí soy adicta es a tus reseñas (sé que hace tiempo que no comento, pero las leo todas todas =D). ¡Y a ti en general! ♥
Sí, sé que lo poco japonés que has leído te ha costado un poco, sobretodo entender la cultura tan diferente. Supongo que yo ya partía en ventaja cuando empecé a obsesionarme con la literatura japonesa y es que había visto muchísimo anime desde siempre. Pero bueno, para mi tanto la japonesa como la china, la coreana y cualquier cultura asiática me parecen fascinantes y entre mis viajes y los libros de esas culturas que he leído, creo que son lecturas y culturas que merecen conocerse. Ahora, no empieces a leer Mishima con esta novela jaja.
Eliminar¡Un beso!
¡Hola!
ResponderEliminarQuizás no fuera el mejor libro para empezar con Mishima, pero la verdad es que me gustó mucho. Lo plasmó todo de tal manera que llegué a compartir la fascinación que Mizoguchi siente hacia el Kinkakuji. Me alegro de haber podido leer este libro con el ciclo y tener a Tori que nos cuente esos detalles que quizás se nos habían perdido :)
Un beso!
¡Hola!
EliminarBueno, disfrutamos mucho de la lectura por el ciclo y porque Tori nos mostró muchas cosas que seguramente yo sola no habría visto xD. Además, el Kinkakuji mola mucho de verdad jajaja.
¡Un beso! :D
Bueno ya sabes que por culpa de Mercè tengo a este autor en mente.. lo que no tengo ni papa es de con cual empezar x)
ResponderEliminarpor lo que veo mejor que con este no, así que no sé.. ya os preguntaré =)
un besote
Sip, espero que te animes a leer algo de Mishima, Confesiones es ideal. Si te animas, ya me dirás que tal :)
Eliminar¡Un beso!
Este en concreto no lo he podido encontrar, siempre hay unos que no conocìa, pero nunca El pabellón. Yo creo que el mejor para empezar con él es Confesiones.
ResponderEliminarCreo que está descatalogado, de hecho yo lo conseguí pero en catalán, en español diría que no hay ninguna edición actual (la de Seix Barral tiene años ya y, como digo, juraría que está descatalogado). A ver si Alianza se anima a editar este libro, que merece la pena D:
Eliminar¡Un beso!
este está en la biblioteca, pero me gustaria leerlo en una edición mas moderna (?)
ResponderEliminarbesos
No creo que haya. Ya he dicho por un comentario por arriba que juraría que está descatalogado y la verdad es que en español es muy difícil de encontrar. Yo lo leí primero en una edición de mierda y luego lo conseguí en catalán y la traducción me gustó bastante más. Pero en español, ahora mismo no hay ninguna edición.
Eliminar¡Un beso!
Interesante libro por leer!!!!
ResponderEliminarEspero que si te animas a leerlo te guste ^^
Eliminar¡Un beso!
Interesante libro por leer!!!!
ResponderEliminar¡Hola guapa!^^
ResponderEliminarPues este autor aún lo tengo en la lista de pendientes, me da mucho respeto pero también le tengo ganas, creo que antes de leer este título como dices leeré otros más "sencillos" :3 gracias por la reseña,un besiño!
¡Hola guapa!
EliminarEs Mishima del duro, hay libros más asequibles de este autor, pero si te animas a leerlo, ya me contarás que tal.
¡Un beso!