Por falta de imágenes de calidad de la portada, he usado una ilustración del interior del libro |
Hace tiempo que estoy bastante obsesionada con la literatura oriental. Me parece fascinante como libros tan antiguos, tan distantes tanto en localización como en época, pueden llegarme de una forma tan cercana como haría un libro contemporáneo. Por supuesto, los libros de literatura contemporánea oriental también me parecen fascinantes. Sin embargo, cuando hablamos de literatura oriental, lo primero que nos viene a la cabeza es Japón. Luego quizá China, India... y Corea queda relegada a un puesto en la sombra, pues su literatura es tardía y poco conocida en nuestro país. Es por eso que empecé a leer con muchas ganas El sueño de las nueve nubes: No solo me adentraba en un libro fascinante, sino también en la literatura de toda una cultura.
Cuando el joven Seon-Jin, discípulo de un ilustre monje budista, es atraído por la debilidad del pecado, su maestro ve conveniente castigarlo al mundo terrenal, dónde acude junto a las ocho ninfas con quienes ha pecado. El discípulo se reencarna en el hijo de una familia humilde, pero con el paso de los años su talento se ve acrecentado y pronto se presenta a los exámenes imperiales, en busca de una fortuna que pueda ayudar a su madre y una fama que merece.
Así empieza esta novela relativamente corta que es de los primeros clásicos de la literatura coreana. Un libro que pese a que se cree que se escribió en coreano, sucede en China y coge las ideas y las religiones de su país vecino. Durante mucho tiempo, Corea no tenía idioma escrito propio, así que se podría decir que El sueño de las nueve nubes es uno de los primeros que se escribió en dicho idioma.
El sueño de las nueve nubes nos habla del budismo y del confuncionismo, dos ramas religiosas que predominaron en esa zona de Asia durante siglos. Así, el libro está escrito en forma de mandala, una figura circular (pues el libro empieza de la misma forma que acaba) y da la sensación de ser una fábula oriental, una historia destinada a la educación y enseñanza sobre estas dos religiones. Es quizá por eso que toda la historia sucede en regiones Chinas, pese a que todos los personajes tienen nombres coreanos (seguramente para acercar la historia al público coreano y, más específicamente, a la madre del autor, pues este escribió el libro para ella.
El personaje principal, Soyu, vive un largo viaje por China y conoce varias mujeres. Esta estructura es similar a la que encontramos en Genji monogatari, aunque la finalidad es muy diferente y la personalidad de las mujeres no está tan definida como pasa en la novela de Shikibu. Aún así, la idea de un personaje elegante y perfecto como Soyu, rodeado de mujeres, tiene esa cierta similitud. La estética, la estructura, la pluma, todo nos traslada a una Asia ancestral muy interesante. Cargado además de un toque fantástico que contrasta con la onírica del resto de la novela.
En conclusión: Adentrarse en la literatura coreana puede ser difícil a la hora de encontrar títulos adecuados para ello. Para mi, El sueño de las nueve nubes es perfecto para ello.
Así empieza esta novela relativamente corta que es de los primeros clásicos de la literatura coreana. Un libro que pese a que se cree que se escribió en coreano, sucede en China y coge las ideas y las religiones de su país vecino. Durante mucho tiempo, Corea no tenía idioma escrito propio, así que se podría decir que El sueño de las nueve nubes es uno de los primeros que se escribió en dicho idioma.
El sueño de las nueve nubes nos habla del budismo y del confuncionismo, dos ramas religiosas que predominaron en esa zona de Asia durante siglos. Así, el libro está escrito en forma de mandala, una figura circular (pues el libro empieza de la misma forma que acaba) y da la sensación de ser una fábula oriental, una historia destinada a la educación y enseñanza sobre estas dos religiones. Es quizá por eso que toda la historia sucede en regiones Chinas, pese a que todos los personajes tienen nombres coreanos (seguramente para acercar la historia al público coreano y, más específicamente, a la madre del autor, pues este escribió el libro para ella.
El personaje principal, Soyu, vive un largo viaje por China y conoce varias mujeres. Esta estructura es similar a la que encontramos en Genji monogatari, aunque la finalidad es muy diferente y la personalidad de las mujeres no está tan definida como pasa en la novela de Shikibu. Aún así, la idea de un personaje elegante y perfecto como Soyu, rodeado de mujeres, tiene esa cierta similitud. La estética, la estructura, la pluma, todo nos traslada a una Asia ancestral muy interesante. Cargado además de un toque fantástico que contrasta con la onírica del resto de la novela.
En conclusión: Adentrarse en la literatura coreana puede ser difícil a la hora de encontrar títulos adecuados para ello. Para mi, El sueño de las nueve nubes es perfecto para ello.
¡Hola!
ResponderEliminarDe momento solamente he leído a dos autores coreanos pero tengo ganas de leer más. Este en concreto no lo conocía y el libro tiene muy buena pinta. Es interesante la estructura que tiene la novela, que empiece como acaba.
Espero poder leerlo en algún momento.
Un beso
Lo tengo pendiente y espero leerlo pronto, a ver qué tal
ResponderEliminarpero primero tengo que ir a la biblio jajaaja
un beesito
Obsesionada con la literatura oriental ¿tu? que vaaaaaa XDD Literatura coreana, nunca he probado nada de nada, pero mira, me lo apunto, por que la verdad se ve cortito y sobre todo interesante sobre todo por rasgos culturales. Un besin^^
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