Sí, sé lo que estáis pensando... "Pero Isa, si ya hiciste un Dime lo que comes de Alicia! Estás obsesionada!" Y tendríais razón, sobretodo porque este libro es tan bonito que aprovecho cada ocasión para enseñarlo. Pero aunque es verdad que ya le dediqué esta sección a la obra de Carroll una vez, no he podido resistirme a hacer una segunda parte. Y es que esta preciosidad de cupcake se lo merecía.
Hace un par de semanas, (exactamente, el 14 de marzo) hicimos una presentación en la librería sobre Alicia llamada "150 años de Alicia". Vino Noemí Risco, una traductora muy maja que nos contó varias curiosidades de la obra, escogida para iniciar un ciclo (ya sabréis más de él, porque espero poder hacer postres dedicados al ciclo cada vez). Al ser un evento tan especial para la librería, me puse a hacer cupcakes dedicados. Y al final, salieron estas monadas: Cupcakes de Chesire.

Supongo que en esta entrada no hará falta que os hable mucho de la relación entre el postre y el libro, porque es evidente. Sí os hablaré un poco de la idea, como veis, la crema de encima es de color liloso como Chesire por que la hice de mora, mientras que el bizcocho es de chocolate negro (una combinación deliciosa). Pero para que fueran aún más Chesire, hice con fondant estas bocas sonrientes que, de hecho, quedan un poco tétricas, pero que creo que dan el efecto que buscaba. Sé que hay cupcakes mucho más currados de este gato (solo tenéis que poner en google "Cupcake Chesire", pero quería que predominara el buen sabor antes que ponerle kilos de fondant (tengo que admitir que estoy bastante en contra del fondant, por muy bonito que quede, es demasiado empalagoso y estropea bastante el sabor del cupcake).
Ya conocéis la implicación personal que tengo con este libro, aunque ahora que hemos hecho este ciclo dedicado a Alicia, me han entrado muchas ganas de releerlo, pues hace demasiado que no lo hago. Seguramente me pondré pronto para celebrar el cumpleaños del blog o algo (todo muy temático, ya veis). Por otro lado, tendréis que disculpar las fotografías, ya que las hice cuando ya era de noche y solo pude aprovechar la luz artificial del café. Antes me fue imposible, básicamente porque aún no estaban listos (y después aún más, porque volaron jaja).
Os dejo la receta, de nuevo es muy sencilla pero para aquellos que no queráis/tengáis esencias, podemos ver alternativas fáciles para substituirlas.
Ingredientes:
150 gr. de mantequilla o margarina.
185 gr. de azúcar
180 gr. de harina
2 huevos.
1 cucharada de levadura.
2 cucharadas de cacao en polvo.
1 cucharada sopera de leche (opcional).
150 gr. de mantequilla.
220 gr. de azúcar glas.
1 cucharadita de esencia de mora.
Un poco de fondant.
Un bolígrafo de tinta comestible.
Preparación:

Batimos a velocidad media la mantequilla y el azúcar hasta que estén totalmente integrados. Añadimos entonces los huevos, uno a uno, mientras pasamos la espátula alrededor del cuenco para que se mezcle todo bien. Una vez está la masa homogénea, tamizamos harina, cacao y levadura y lo añadimos todo junto a la mezcla. Batimos primero lentamente y luego a más velocidad para que quede toda la masa esponjosa y homogénea. Añadimos entonces muy poca leche y batimos hasta que quede todo bien integrado.
Ponemos la masa en las cápsulas dentro del molde para cupcakes y horneamos a 180 grados durante unos 25 min o hasta que, al pinchar con un palillo, salga limpio. Cuidado al desmoldar, pues si se quedan mucho tiempo en el molde, pueden desengancharse las cápsulas del bizcocho. Dejar reposar los cupcakes hasta que se hayan enfriado.
Mientras, hacemos la buttercream. Añadimos la mantequilla y el azúcar glas y batimos a velocidad máxima, tapando la batidora para que no nos quede la cocina como si fuera navidad xD. Una vez la consistencia sea cremosa, como la de un helado, añadimos la esencia y batimos un poco más para repartirla por toda la crema. Una vez hecho esto, ponemos la crema en una manga pastelera (con su boquilla correspondiente, que podéis elegir vosotros) y aplicamos la crema sobre el cupcake. Da igual la forma o la decoración que hagáis, pero la estrellada típica es la que mejor queda con estas sonrisas.
Cogemos el fondant blanco y lo amasamos bien para que se desendurezca. Hacemos un molde en un papel (ya que dudo que vendan moldes de sonrisas xD) y lo recortamos. Una vez hecho esto, ponemos el molde de papel encima del fondant aplanado y hacemos la forma del molde recorriéndolo con un cuchillo o cutter o cortador o lo que a vosotros os vaya mejor (yo usé cuchillo, a lo vikingo xD). Hacemos esto tantas veces como cupcakes tengamos y luego, con el bolígrafo, les dibujamos los dientes (con más arte que yo, claro xD). Ponemos las sonrisas encima de la buttercream y listo, ya tenemos nuestros cupcakes Chesire listos para comer :).
Espero que os haya gustado la receta, ya veis que he usado fondant pese a que normalmente no lo uso y quizá por eso os parezca más compleja la receta, pero el fondant se puede comprar preparado en tiendas (y suele ser barato). Para substituir la esencia de mora, podéis usar frutas naturales, pero cuidado con pasarse porque el agua de las frutas que puede cortar la crema.