Dime lo que comes #8

Lo sé, lo sé. Soy una tardona y hace muchos días que debería haber publicado este "Dime lo que comes y te diré lo que lees", más concretamente, la semana pasada. Pero la verdad es que estuve muy liada como para poder preparar nada y al final la entrada que tenía pensada hacer no pude hacerla porque no me salió como yo quería la receta. Volveré a intentarlo, os lo aseguro, pero de momento, tendremos que conformarnos con esta entrada que espero que os guste igual.

El día que hice las fotos (hace un par de días) estaba especialmente inspirada, porque no solo hice unos cupcakes que os enseñaré en el próximo Dime lo que comes, sino que también conseguí hacer por primera vez cake-pops, la solución definitiva para no tirar todo ese bizcocho que sobra al montar los pasteles. La verdad es que no estaba muy convencida de las fotos, porque los cakepops no me quedaron exactamente redondos, pero he pensado que a vosotros sí os gustarían y bueno, os lo enseño.

No se ve bien la portada, pero ya podéis ver que tiene un toque mucho más mágico que la historia original

Para los que no sepáis que es un cakepop, es una bola de bizcocho recubierta de chocolate o otra cobertura y decorada al gusto. Al ser mis primeros, no me quise complicar mucho y cogí las cosas que tenía por casa para decorarlo. No me acaba de convencer como están decorados, pero estaban muy buenos (extremadamente dulces, eso sí) y para ser mis primeros cakepops... ¡no están mal!

Los cakepops parecen tan mágicos como el libro

Como os he dicho, esa tarde estaba inspirada porque no solo hice todos esos postres, sino que además se me ocurrió rápido con qué libros enlazarlos. En este caso, los cakepops me recordaban a las piruletas que comíamos de pequeños y a todo lo dulce que un niño pueda desear (y un adulto, no nos engañemos xD), además de tener un diseño casi de fantasía (casi de Hansel y Gretel, que por cierto, habría sido también un buen libro para leer con este dulce), por lo que mi mente viajó hacia una lectura que de pequeña adoraba: El mundo encantado de Ela.

No creo que muchos conozcan este libro porque pasó sin pena ni gloria por las librerías antes de, supongo, descatalogarse. Yo lo descubrí en la mía y me entesté, ni sé porqué, en que mi madre me lo comprara. El libro es un retelling de La cenicienta, pero bastante fuera de lo convencional, plagado de criaturas mágicas, un mundo encantado (sí, por eso el nombre) y ampliación de la historia que le da más vida. Un cuento totalmente mágico que seguro que gustaría a cualquier niña, y con un toque muy dulce que me recuerda a este postre. 

¿Habéis probado alguna vez los cakepops? ¿Os gustaría? ¿Conocíais el libro o tenéis alguna otra alternativa para leer con este delicioso dulce?