Reseña: Viaje de invierno de Amelie Nothomb

Hace tiempo que Nothomb logró conquistarme. La leí primero en clase de francés, sin conocer su historia ni su biografía. Un libro más que me dejó bastante indiferente (probablemente porque al leerlo en su idioma original, no entendí ni la mitad xD), pero que me llamó la atención porque pasaba en Japón. A partir de ahí, fui conociendo a la autora y poco a poco, enamorándome de ella. Pero hasta este libro, no había leído ninguno de sus libros no auto-biográficos. Este ha sido mi primer intento.

Viaje de invierno narra la historia de un terrorista. No un terrorista religioso o un terrorista idealista, sino un terrorista por amor. Eso es, el protagonista ha decidido inmolarse (a él y a 150 pasajeros más) a causa del amor que siente por su querida, su estimada. ¿Y qué mejor para llamar su atención que estrellar un avión en París? A las puertas del aeropuerto y a las puertas de la muerte, Zoilo decide escribir sus memorias por si, al llegar la hora, la muerte decide no pasar aquel vídeo de imágenes que le han prometido.

Amelie Nothomb suele escribir historias cortas e intensas y Viaje de invierno no es una excepción. A través de los ojos del protagonista, podremos ver no solo sus intenciones, sino su historia, a partir de su infancia (algo difícil por la peculiaridad de su nombre) hasta el momento de conocer a su amada. Zoilo es un personaje peculiar, marcado por una actitud peculiar y por una familia aún más peculiar.

Esta es una historia de amor, pero contada a través de la pluma elaborada y preciosa, propia y característica de la autora. Nothomb tiene un estilo precioso y muy peculiar, reconocible con solo un par de frases, no solo por sus historias, que se salen del molde de la literatura, o por sus personajes, siempre saliendo de los tópicos, sino también por su forma preciosa de narrar. 

Y en esta historia de amor, veremos no solo reflexiones que nos harán pensar, sino sentimientos preciosos, claros, que siente Zoilo hacia su querida. Y las consecuencias de estos. Es una historia corta e intensa, como os he dicho, y eso hace que podamos leerlo en una sentada y a la vez, que nos llegue muy adentro.

Sin embargo, a veces nos da una sensación de distancia que las historias autobiográficas de la autora no transmiten, como si las palabras, al no hablar de ella misma, fueran algo más vacuas. Eso no le quita ni belleza ni interés a la novela corta, al menos según mi parecer, pero no dejan de ser una apostilla en una obra genial.

Para mi gusto, es un buen libro, pero no ha llegado a marcarme. Me han entrado muchas ganas de leer más libros de la autora (tengo un par pendientes), aunque siempre tirando más hacia las autobiográficas. El estilo de Nothomb vale mucho la pena y si no la habéis descubierto ya, os la recomiendo. Con esta novela, o con cualquiera. Es una autora que imprime su sello propio en cada uno de sus libros y eso es algo difícil de encontrar hoy en día. 

4/5