Hay novelas que te las recomiendan por activa y por pasiva y esta, Siempre
hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson, era una de ellas. Y aún así, no
me preguntéis por qué, pero me resistía a leerlo. Me daba pereza y eso que es
cortísimo. Tuvieron que llegar los chicos de Spoiler Club y anunciar que lo
leerían para animarme a dar ese último paso. ¡Y como se lo agradezco! Pues
Siempre hemos vivido en el castillo ha sido, sin duda, una de mis mejores
lecturas del 2017.
Siempre hemos vivido en el castillo nos muestra la vida de las dos hermanas
Blackwood, Merricat y Constance, que viven junto a su tío Julián en una antigua
casa. Sus vidas han estado marcadas desde el día en el que la familia entera
sufrió un envenenamiento, cuando murieron todos menos ellos tres. Julián,
claramente tocado por el veneno y en silla de ruedas, está obsesionado con el
evento, mientras que Constance sufre de agorafobia y no quiere salir de casa.
Todo cambiará en el momento en el que esta estabilidad que Merricat tanto
disfruta se vea truncada por la aparición de una cuarta persona que
desequilibrará la paz en la familia Blackwood.
Merricat es la narradora de la historia, lo cual es un acierto, pues su
personalidad se transmite con facilidad y es uno de los mayores encantos de la
historia. Merricat es un narrador poco fiable, una persona imaginativa,
infantil y algo obsesiva. Nos muestra su hogar con su visión de perfección,
sobre todo la estabilidad que ha reinado la familia desde el evento del
envenenamiento, evento que no parece afectarla mucho. Nos muestra el resto de
personajes a través de su visión y es por eso que los personajes están tan
polarizados.
Por otro lado, esto también hace que el tema del misterio del asesinato de
la familia sea totalmente secundario. Ni a la autora le interesa contarlo ni a
Merricat narrarlo, por lo que ese tema se va tocando en contadas ocasiones. Sin
embargo, a la autora sí le interesa crear una atmósfera cada vez más oscura y
angustiosa. Una atmosfera que, junto con las palabras de Merricat, te absorbe hasta
que no puedes dejar de leer el libro.
Constance y Merricat son dos caras de la misma moneda. Dos personajes que
son diametralmente diferentes pero cuyos objetivos acaban siendo muy similares.
La hermana mayor es maternal, tierna, entregada, mientras que Merricat es una
niña, no tan niña, salvaje, una especie de loba que protege la casa con sus
encantamientos. Pero ambas están obsesionadas con mantener el status quo, el
ambiente perfecto que han creado entre las dos.
Siempre hemos vivido en el castillo es un libro de apenas 120 páginas que se puede leer en una mañana (no hagáis como yo y leedlo con un poco más de tiempo) pero que se puede “masticar” durante días. Una historia muy bien llevada, donde Jackson te conduce, como la tela de una araña, hasta dónde ella quiere. El libro es de esos que todo el mundo debería animarse a leer. La edición de Editorial Minúscula no solo es una preciosidad, sino que está muy bien traducida por Paula Kuffer. Yo os recomiendo que os animéis a leerla. Os prometo que vale la pena.
Siempre hemos vivido en el castillo es un libro de apenas 120 páginas que se puede leer en una mañana (no hagáis como yo y leedlo con un poco más de tiempo) pero que se puede “masticar” durante días. Una historia muy bien llevada, donde Jackson te conduce, como la tela de una araña, hasta dónde ella quiere. El libro es de esos que todo el mundo debería animarse a leer. La edición de Editorial Minúscula no solo es una preciosidad, sino que está muy bien traducida por Paula Kuffer. Yo os recomiendo que os animéis a leerla. Os prometo que vale la pena.
Otras reseñas:
¡Hola!
ResponderEliminarQue bien que fuera una de tus mejores lecturas del 2017. Sin duda, aunque es muy corto, merece la pena leerlo con calma. Sin embargo yo llevaba unos esquemas de que me iba a encontrar algo bastante diferente, y me lleve una decepción. Una pena porque en otro contexto lo podría haber disfrutado más.
¡besos!
Me interesa leerlo hace tiempo, espero leerlo pronto en inglés
ResponderEliminarHace mucho que me recomiendan este libro y por fin me animé a coger la edición catalana... a ver que tal.
ResponderEliminarSaludos.
Uf, una de mis mejores lecturas de 2017. Qué maravilla. ¡Queremos más Jackson!
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