Nocturna está haciendo una labor muy importante en el mundo de la
literatura juvenil, trayendo lecturas que tocan todos los géneros desde la
fantasía más clásica (en noviembre reeditarán las novelas de Diana Wynne Jones,
por ejemplo) al terror juvenil, como es el caso del libro que reseño hoy. Aprovechando
su estreno en cines (al que no fui, por cierto) quise leerme la novela y
comprobar qué tal estaba. ¿El resultado? Bastante regular. Y ahora os explico
por qué.
Blackwood es el nombre de un internado al que envían a la joven Kit a pasar
un año. El internado, perdido en medio de la montaña y situado en una mansión
enorme y terrorífica, será aún más espeluznante cuando Kit descubra que solo 4
alumnas, ella incluida, han sido aceptadas ese año. Lo que empieza siendo un
centro de aprendizaje elitista acaba siendo una pesadilla para las cuatro
alumnas.
El gran problema de Blackwood (y sí, empiezo con el problema porque es lo
más visible) es el hecho de que la novela apenas aporta novedad al género.
Duncan coge los clichés de las historias de terror y sin ningún tipo de cambio
o giro, los aplica en su novela: mansión encantada, fantasmas, terrores
nocturnos y adolescentes asustadas. Nada falta en la receta para que Blackwood
sea una historia de miedo cliché. Quizá la única novedad es el tema de los
fantasmas y el arte. Es una premisa interesante y Duncan la explota bien,
aunque es también bastante previsible: desde el momento en que aparece por
primera vez, el lector ya puede prevenir por donde va a tirar la novela.
Lo que sí hace bien Lois Duncan es la ambientación. Explota un cliché ya
usado, sí, pero lo hace con un estilo muy elegante y una prosa sencilla pero
efectiva. Nos mete fácilmente en la mente de Kit y consigue que el lector se
traslade hasta Blackwood y sus tierras. Este es uno de los puntos fuertes del
libro, pues al tener solo 200 páginas y ser tan asequible de leer, es fácil
adentrarse entre sus páginas y leerlo de una sentada o dos.
Como historia de terror, Blackwood no funciona. Los elementos están muy
usados y la fórmula, muy vista. La ambientación, pese a que está bien escrita,
sigue siendo evidente y tópica. Sin embargo, como una introducción al género
para lectores jóvenes, creo que es un libro más que adecuado. Si os gusta la
literatura de terror y habéis leído mucho, quizá no os convence, pero si no
conocéis demasiado de este género, esta edición tan bonita de Nocturna, con traducción de Noemí Risco, es una buena manera de empezar.
Otras reseñas:
Coincido bastante con tu opinión. Esta claro que hay que tener en cuenta que es un libro antiguo, y que en su momento probablemente fuera bastante innovador. A mi me hipnotizo por completo el como esta escrito (te metía realmente dentro de la mansión), me pareció original el tema del arte y los fantasmas, y como dices también, se lee en un suspiro :)
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