Hace poco anunciaba en el blog la intención de hacer, por tercer año
consecutivo, el Proyecto Celsius. Una iniciativa en la que Alex Páez y yo os
queremos reseñar algunas de las obras de autores que van a estar presentes en el
festival. El honor de iniciar este proyecto lo tiene la novela corta de Ferran
Varela, La danza del gohut. Una historia de la que se ha hablado mucho y no es
para menos; Varela entra con fuerza en el panorama de género español y esta es
una de sus cartas de presentación. Como ya sabéis, podéis leer también la
reseña de Alex en su blog Donde acaba el infinito. Vamos allá:
Leara es una joven plebeya que ha conseguido, tras sangre y sudor, llegar
al puesto de tutora de la Academia de Tiuma. Un puesto raramente dado a una
mujer y menos una mujer de su estatus. Esa peculiaridad es la que llama la
atención del Plenipotenciario de la ciudad, Derold Novon, para contratarla. ¿Su
misión? Rehabilitar y curar al heredero de los Novon, Gerrin, perdido y
capturado cuatro años atrás por un grupo gohut.
Con pocas líneas, Varela logra trazar, ya desde el principio de la novela,
la ambientación que rodeará a los personajes. No necesita demasiado, pues es
una ambientación que usa tópicos de otras novelas que hemos leído. Sin embargo,
el autor logra darle toques únicos que separan Tiuma de otros mundos de
fantasía. Uno de esos toques son los gohut: una especie inteligente que, desde
el punto de vista humano, es vista como una plaga que hay que eliminar. El
choque de culturas que esto supone se ve representado en Gerrin y Leara. El
primero, renacido como gohut después de su tiempo de cautiverio, la segunda,
habiendo vivido toda su vida en Tiuma. Este contraste es interesante y es uno
de los leiv motiv de la novela.
De esta forma, Varela construye una historia reflexiva, en la que los
diálogos y las relaciones personales tienen más poder que la acción. Vemos como la relación entre GerRin y Leara se va afianzando. A
través de las conversaciones que tienen ambos, no solo podemos visualizar el
mundo, las dos culturas y sus fallas. También podemos leer el mensaje de
libertad y colonialismo que quiere transmitir el autor. La idea equivocada de que la
civilización y todo aquello humano es mejor y más avanzado solo por ser humano.
Al ser una novela tan reflexiva, los personajes tienen mucha importancia. Son
pocos (los dos nombrados y los familiares de Gerrin), pero suficientes para que
la novela funcione. Sin embargo, y también a causa del poco espacio que tiene
para explayarse, la evolución de Leara, el personaje principal, se me hace algo
forzada y precipitada. Es un qué importante, pues me ha desenganchado de la
historia a mitad de la novela.
La danza del gohut es un libro potente, con un mensaje interesante, una
ambientación muy bien construida con cuatro pinceladas y personajes interesantes.
Si bien este último detalle comentado me ha sacado un poco de la lectura, sin
duda la he disfrutado y la recomiendo a todo aquel que tenga una tarde para
adentrarse en Tiuma y bailar, en libertad, la danza del gohut.
Otras reseñas:
No soy de leer fantasía, pero esta me llama la atención. Y si ha conseguido distinciones, debe ser meritoria. No es mi género oredilecto, pero podría leerla. Se ve interesante.
ResponderEliminarBesos!
La verdad es que en los últimos meses esta novela corta lo ha petado muchísimo. ¡Y se lee en un santiamén!
EliminarUn beso!
Pues no lo conocía y me parece súper interesante... además es un género que me gusta mucho.
ResponderEliminarBesotes
Pues si te gusta la premisa, anímate. Está muy bien escrita, se lee en un momento y tiene reflexiones super interesantes.
EliminarUn beso!