Que Becky Chambers es una de las escritoras más interesantes del panorama
actual de la ciencia ficción es algo que nadie duda. Después de El largo viaje
a un pequeño planeta iracundo, Chambers ha seguido escribiendo libros de su
saga de La peregrina y todos, aunque muy diferentes entre sí, tienen una cosa
en común: la sensación de paz que transmiten. Record of a spaceborn few es el último libro que ha publicado de
esta saga y, quizá, el más diferente.
Durante años, la flota Exodus, una colonia humana en una nave generacional,
ha estado navegando por el espacio. ahora que la humanidad ha sido aceptada en
la comunidad galáctica, su existencia es más una reliquia que una anormalidad.
Sin embargo, los humanos que viven en la flota no tienen esa idea. La
comunidad, fuertemente unida, que se ha creado entre las paredes de la
estación, está amparada por unas tradiciones fuertes que, a la luz de la nueva
era, puede estar amenazada.
Record of a spaceborn few nos traslada a esa flota y Chambers
construye una sociedad muy bien estructurada, con tradiciones, ideales y
costumbres realistas pero a la vez ajenos. Eso hace que, aunque solo sea para
conocer un poco más de la ambientación que crea, el lector ya quiera seguir
leyendo. Es interesante sobre todo por que une la ambientación de sus libros
pasados para crear un trasfondo, pero todo lo que vemos de la flota Exodus es
diferente, interesante, nuevo.
Esto, unido al hecho de que es una novela coral, hace que podamos conocer
la flota desde puntos de vista diferentes. Tenemos a dos adultos, Tessa e
Isabel, que han vivido toda su vida en la flota. A Kip, que es un adolescente
que está harto de la vida en el espacio. A Eyas, que trabaja en los rituales
funerarios. Y a Sawyer, un humano que quiere encontrar un hogar en la flota. Al
ser una novela coral, Chambers puede brillar con luz propia en lo que mejor se
le da: crear personajes interesantes y con conflictos internos. Todos los
personajes son interesantes y tienen aspectos que los hacen únicos.
Por otro lado, el problema de la novela es justamente esta coralidad. Al
estar las tramas tan divididas y no tener ningún punto en común, la historia no
llega a avanzar demasiado, pues le falta espacio para crecer. Al final, la
autora opta por mostrar la cotidianidad
del mundo y aunque es interesante, a veces se nota la falta de una trama
global. Creo que habría sido más interesante si el accidente que se narra al
principio, y del que casi no se vuelve a hablar, fuera el punto en común de
toda la trama. Sin embargo, eso tampoco es un problema demasiado grave, pues la
novela se lee a la perfección y el lector entra fácilmente en lo que quiere
contar la autora, en la historia de sus personajes.
Al acabar este libro, me pregunté qué era lo que me atrapaba tanto de las
historias de Becky Chambers. Está claro que me gusta esta ciencia ficción
costumbrista, que muestra mundos lejanos y sociedades imposibles. Pero lo que
más me gusta de ella es esa sensación de esperanza que transmite. Una sensación
cálida de que el mundo puede ser un lugar bonito si sabes dónde mirar. Si sabes
dónde confiar.
En conclusión, Record of a spaceborn
few es una excelente continuación de la saga de Wayfarers. La decisión de la autora de hacer historias
independientes, que tengan solo la mínima relación entre ellas (aparte de la
ambientación, claro) me parece muy acertada y se adecua mucho al tipo de libros
que escribe. Espero poder seguir leyendo libros de la autora, pues todos, a su
manera, acaban siendo muy buenas lecturas.
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