La polilla en la casa del humo de Guillem López

lunes, 28 de noviembre de 2016



Tengo que confesaros una cosa. Una cosa que me averguenza decir en voz alta (o escribir en internet, mejor dicho) pero de la que me he dado cuenta recientemente. No leo autores españoles. O al menos, no leo suficientes autores españoles. Si miro mi estantería, creo que podría decir que tengo más libros de autores japoneses que de autores españoles, por poner un ejemplo. Y esta ausencia es algo que me gustaría remediar. Guillem López es uno de los autores españoles que más me llama la atención y desde que vi su charla en el Celsius, que tenía muchas ganas de conocer sus libros. Y no podía empezar con un libro mejor.

Guillem López nos traslada a un mundo oscuro y subterráneo en el que el más fuerte o el más listo es el que sobrevive. Y en la supervivencia, en pasar el día a día, es en todo lo que pueden pensar sus habitantes. En apenas unas palabras, López es capaz de sumergirnos en este mundo terrible y descarnado: Las minas de ámbar, la única moneda de cambio (y la única cosa de valor), la infinidad de los pozos y la única frontera que lo separa del otro mundo: el exterior. Arriba y abajo. Sin embargo, el lector no necesita más para sentirse rodeado, para sentir la claustrofobia y la decadencia que rodea las paredes de piedra y suciedad del Pozo.

Y sin embargo y aunque esta ambientación sea importante, el verdadero protagonista es el que se come la historia, la retuerce y la desecha como una sarta de mentiras. Él mismo inicia la novela confesándonos directamente a nosotros que lo que vamos a leer es su historia y a partir de entonces, a partir de esa primera página, Veintiuno se adueña de la historia y la hace totalmente suya. Como podéis imaginar, es una novela de personajes o más bien dicho, de un solo personaje, pues Veintiuno es la luz que hace sombra a todos los demás y eso, que puede ser un poco peligroso, solo hace que la novela sea más interesante. Y lo mejor de esta novela no es solo que Veintiuno tiene una voz narrativa muy bien escrita y que se come todo el resto de la novela, sino también la propia personalidad del personaje, la capacidad que tiene para fascinarnos, engancharnos y a la vez, detestarnos y revolvernos las tripas. ¿Es Veintiuno un reflejo de la sociedad en la que vive o solo un ser detestable más? Y he aquí la respuesta: da igual. Sea lo que sea Veintiuno, como lector lo único que puedes es seguir leyendo y seguir sufriendo.

Y aquí la maestría de Guillem López, que consigue que te adentres en el pozo y que ya no puedas salir. Toda palabra parece perfectamente colocada en su lugar y a su vez, parece que el narrador las esté colocando al azar. Hay interrupciones, hay monólogos, hay mentiras y verdades y todo eso está colocado en el momento perfecto, en la situación ideal. Algo que quizá parece sencillo de hacer, pero que no lo es para nada.

Esta no es una novela para leer en el aire (como hice yo) sino enterrado en el sofá, en un día de invierno. Aún así, no importa que el lugar o la situación lectora no acompañen, porque Guillem López se encargará de adentrarte en la novela.  A falta de haber leído Challenger y con ganas de adentrarme en otra historia escrita por Guillem López, os puedo decir que este autor es uno a tener muy en cuenta. 

"Este es el trato. Yo contaré mi historia, la de verdad, y vosotros la escucharéis os guste o no, porque hablaré de drogatas y marginados, de sexo, violencia y muerte. Seguro que sabéis a que me refiero. Ese impulso tan jodido cuando te dicen: no mires abajo, pero lo haces y miras y cuando sientes el vértigo ya es demasiado tarde. Así son las cosas."


Otras reseñas de este libro:

8 comentarios :

  1. Conocí esta novela en el Celsius y ya me llamó la atención, así que tu reseña no hace más que confirmarme que tengo muchas ganas de conseguirla y leerla. No es una lectura del tipo que yo suelo escoger, pero tengo la impresión de que me iba a gustar mucho.
    ¡Un abrazo!

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    1. Yo ya conocía al autor, pero no había leído nada de él y cuando fui a su charla en el Celsius, me convenció totalmente para leer esta o la de Challenger. Al final me decidí por esta y la verdad es que ha sido una de las mejores lecturas de este año, así que por supuesto te la recomiendo. No sé si te va a gustar, pero está tan bien escrita que solo leerla es un placer. Ya me dirás que te pareció si te lo lees :D

      ¡Un beso!

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  2. Fabulosa tu reseña Isa, el pozo ya te cambió. Me alegra ver que te gustó la novela, creo que con Challenger te lo vas a pasar aún mejor. Tienes mucha razón, Guillem es uno de esos autores a tener en cuenta.
    Besos y buena semana.

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    1. Sip, si he salido del pozo seguro que no soy la misma. (Hay un fragmento en Kafka en la orilla de Haruki Murakami que habla de eso también y que me encanta). Tengo ganas de leer Challenger, pero entre uan cosa y otra (es decir, entre que no lo tengo ni tengo tiempo) no lo he leído aún. A ver si antes del Celsius puedo darle una oportunidad!

      ¡Un beso!

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  3. ¡Hola!
    Coincido contigo en que no leo demasiados autores españoles y será uno de mis propósitos para el nuevo año, darles más espacio en mis lecturas.
    Tengo muchas ganas de leer a Guillem López y tendré en cuenta tu recomendación, lo leeré enterrada en mi sofá. Espero poder leerlo pronto y disfrutarlo tanto como tú.
    Un beso

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    1. ¡Hola!
      Bueno, creo que igualmente lees más que yo, o al menos me da esa impresión. Tengo unos prejuicios estúpidos que odio y que intento remediar contra la literatura española y a ver si voy consiguiéndolo poco a poco. Al menos Guillem López lo merece muchísimo, así que si te lo lees (que te recomiendo que lo hagas), seguro que lo disfrutas :) Y más si estás, como dices, enterrada en el sofá, que lo de leerlo en un avión fue raro de cojones jajaja

      ¡Un beso!

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  4. La explicación esta clara, eres japonesa de alma XD Guillem se encargará de encerrarte en ese pozo y no dejarte salir, que gran verdad. Yo reconozco que nunca creí que me iba a enganchar así desde la página uno hasta el final, no podía parar de leer, así que no me imagino en en un avión, que claustrófobia. Un besazo^^

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    1. Sí, aceptémoslo, mi alma es japonesa y no puedo evitarlo xD. También es que soy un poco friki de la literatura japonesa, así que supongo que era un mal ejemplo jajajaja.
      Yo ya sabía un poco a lo que me enfrentaba, pues había leído reseñas muy positivas de gente en la que confío (la tuya, por ejemplo)) e intuía que me iba a gustar mucho. Y no falló, el libro es una pasada.

      ¡Un beso!

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