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La glándula de Ícaro de Anna Starobinets

lunes, 1 de julio de 2019



Falta menos de un mes para el Festival Celsius y seguimos para bingo con el Proyecto Celsius. En esta ocasión, Alex Páez y yo vamos a hablar de La glándula de Ícaro, una antología de cuentos de terror publicada por Nevsky. Starobinets es, quizá, la autora que más ganas tengo de escuchar en el festival y más después de leer este libro. Pues como dice Ismael Martínez Biurrun en el prólogo que abre este libro, nadie escribe ficción científica como lo hace Anna Starobinets. Y después de leer este libro, no puedo más que estar de acuerdo con él.

La glándula de Ícaro es una antología compuesta por siete relatos de terror y ciencia ficción. El subtitulo del libro es El libro de las metamorfosis y estas  están presentes en todos y cada uno de los relatos que lo conforman. Nos muestran los cambios que sufren los personajes y las consecuencias de dicho cambio.

El mundo literario de Starobinets empieza de una manera más bien cotidiana. Nos muestran escenas que conocemos, que hemos visto mil veces en películas o en nuestro día a día. Una esposa que descubre que su marido le ha sido infiel. Un guionista que acude a una reunión con un posible cliente. Una hija que le pide a su madre que le compre un juguete. Sin embargo, poco a poco Starobinets consigue meter al lector en el mundo opresivo de sus historias y estas se van transformando, alejándose de la cotidianidad para entrar en un miedo casi instintivo, delicado y muy sutil. Starobinets no usa elementos típicos ni muy visibles, sino que su terror muestra la cara más oscura de la humanidad, el cambio y lo que ello conlleva.

Los relatos que componen esta antología son relatos opresivos a causa del pesimismo que muestran. Nos muestra futuros cercanos y aterradores por lo verosímiles que son. Nos muestra personajes que, intenten o no luchar, al final se rinden al cambio. Se adaptan a las circunstancias y en esa adaptación, es dónde podemos vernos reflejados. Todos los personajes viven cambios, ya sean quirúrgicos, genéticos o ambientales, pero sea como sea, siempre son un cambio de paradigma.

Los relatos son muy humanos y cercanos, en algunos casos, casi tiernos. Pero también tienen un componente muy visceral, muchas veces representado con los bichos que caracterizan la obra de la autora. Ya sea a través de metáforas, a través de paralelismos con la metamorfosis o a través de los propios bichos como elementos en la historia, Starobinets recrea a la perfección en su lírica esa sensación de agobio y rechazo hacia los insectos que mucha gente siente.

Y es que no se puede hablar de Starobinets sin hablar de su lírica y su forma de escribir. El terror me parece uno de los géneros más complicados y elaborados de escribir y Starobinets podría ser su reina: consigue, a través de sus palabras, hacernos partícipes de sus historias, pues de alguna manera ya lo somos: los futuros distópicos y terroríficos que muestra en los relatos son, de alguna forma, una reflexión de nuestra propia humanidad. De nuestro futuro.

Se suele decir que las antologías son, por naturaleza, irregulares. Y es verdad que siempre habrá algún relato que guste más y alguno que guste menos. Pero con Starobinets, los relatos que menos me han gustado siguen siendo excelentes tanto en trama, como en personajes como en prosa. Destacaré, aún así, el relato que abre la antología (La glándula de Ícaro), el relato que la cierra (Spoki) y Delicados pastos. Tres, sí, pero podría haber dicho perfectamente los siete. En resumen, Starobinets es una autora de lectura obligatoria y La glándula de Ícaro, uno de sus mejores libros, por no decir el que más me ha gustado. Además tanto la edición de Nevsky como la traducción de Fernando zptero son impecables. Así que ya sabéis. Dios salve a la reina del terror, y a leer a Anna Starobinets.  

Otras reseñas:

Refugio 3/9 de Anna Starobinets

miércoles, 25 de octubre de 2017



Una de las autoras que descubrí el año pasado gracias al #LeoAutorasOct fue Anna Starobinets, de la cual me leí Una edad difícil y El vivo. Fue esta una de las razones que me llevó a leer Refugio 3/9 este octubre. Además, esta era una de las lecturas elegidas para leer con 3 marcianos y medio. Aún así, cuando llegó la hora de adentrarme en este obra escrita en 2006 (y publicada en 2015 por Nevsky), conocí una Starobinets totalmente desconocida para mí.

Durante el viaje de Masha a Francia, ocurre algo singular que cambiará su vida: su cuerpo se transforma en un mendigo. Esta transformación convertirá su viaje de retorno en una lenta agonía en la que Masha se irá perdiendo a sí misma. Paralelamente a su historia tenemos a la del Niño, quien un día en el parque de atracciones tiene un accidente y acaba en un mundo completamente diferente. En el fondo, la historia de Hansel y Gretel, guiando los pasos de los personajes como si fueran migas de pan.


La novela de Starobinets está estructurada, como ya he dicho, de forma paralela. Eso hace que se pueda ver el contrastee entre la histria más parecida a un cuento tradicional y la historia de Masha, que mezcla un tono de terror con un tono casi distópico. Al más estilo Philip K. Dick, pero sin la especulación de ciencia ficción, Starobinets va enredando al lector entre los hilos narrativos de la novela. Esta estructura es interesante también para ver como las fronteras entre las dos historias se van difuminando. Es una novela muy onírica y eso se nota en estos pequeños momentos. Sin embargo, la novela pierde fuelle a partir de la segunda mitad, cuando algunos de los personajes cambian.  Y pese a que continúa esta estructura paralela, no tiene tanto sentido a partir de esta segunda parte.

Anna Starobinets va envolviendo en una sensación de irrealidad toda la novela y al final ni el lector ni los personajes saben discernir entre lo que es real y lo que no. ¿Es real que el mundo se está yendo a la mierda o es solo como lo ve Masha? ¿Dónde está el Niño realmente? El lecotr no deja de hacerse preguntas y Starobinets le invita a seguir leyendo para descubrir algunas de las respuestas (aunque muchas quedan abiertas).

Toda la novela tiene un aire de fábula, de cuento tradicional. Starobinets usa elementos del folklore ruso y los mezcla con elementos de la tradición más anglosajona (como, por ejemplo, Hansel y Gretel o La bella durmiente), de manera que al lector inglés o español no se le hacen ajenos aunque sí extraños. Esto es una de las cosas más interesantes de la novela y con la que la autora juega mejor: Los personajes y el aire de fábula que tiene todo el libro.

Starobinets tiene la capacidad de crear mal rollo a través de las palabras. Sus descripciones son muy expresivas y decadentes, sus narraciones tienen algo terrorífico que es inidentificable pero que lo notas en el tono que envuelve la novela. Los finales felices no existen y los personajes, aunque están viviendo un cuento, da la sensación de que habitan una pesadilla, tanto por el onirismo del que he hablado antes como por el terror inherente en la novela.

En conclusión, Refugio 3/9 tiene elementos muy interesantes, pero al final no sabe desarrollarlos bien. La novela pierde fuelle hacia el final del libro y pierde parte del interés que ha logrado despertar al principio. No es una mala novela y se pueden ver algunos de los tropos que tiene Starobinets. Pero en comparación con Una edad difícil o El vivo, he encontrado Refugio 3/9 más flojo. 

Otras reseñas:


Una edad difícil de Anna Starobinets

martes, 4 de octubre de 2016



Hay libros que los lees de casualidad. Otros que te los han publicitado hasta en la sopa y que inevitablemente necesitas leer. Y otros que se van metiendo en tu lista de pendientes poco a poco, casi sin que lo notes y de repente, lleva ahí meses y sientes que le ha llegado el momento. Es quizá estos libros los que más disfruto, porque los leo justo cuando las ganas están en su momento álgido. Podría situar Una edad difícil de Anna Starobinets en esta última categoría, pues aunque hace ya meses que conocía a la autora, aún no había tenido oportunidad de leerla. No necesitaba más excusas para meterla en la lista de #LeoAutorasOct.

Una edad difícil es una antología que reúne cuentos con un toque de terror psicológico en su mayoría pero que sobretodo se destaca por la capacidad de incomodar al lector. El primer cuento, que da nombre al libro, ya muestra lo que nos espera en el resto de relatos: un relato que va retorciéndose más y más con el tiempo y que llega un momento que te mantiene en vilo, incapaz de apartar la mirada de las páginas del libro. 

Anna Starobinets hace muchas cosas bien en este libro. Por un lado, sabe jugar con el lector de manera que lo mantiene atrapado desde la primer página del libro, usando descripciones breves pero muy acertadas para ambientar la historia y sumergirte en ella desde buen principio. De hecho, hay algunos relatos que tienen unos inicios muy buenos y que demuestran esa maestría de la autora por la ficción corta. 

Por otro lado, sus historias, pese a estar plagadas de elementos fantásticos o de ciencia ficción, parten de circunstancias o terrores totalmente cotidianos, por lo que esa fantasía se nos hace muy real y muy cercana a nuestro día a día. Situaciones en las que el lector se ve impelido irremediablemente.  Y por último, su gran acierto es el poso que dejan sus historias. Cada uno de los relatos tiene un trasfondo que sorprende al lector y lo deja reflexionando sobre lo que acaba de leer. Son estos relatos que te dejan pensando los que más se desmarcan del resto de la antología y los que más he disfrutado.

Con una narrativa plagada de ironía y usando estructuras gramaticales ágiles y aparentemente fáciles, Una edad difícil es de esos libros que devoras casi sin darte cuenta de que lo estás devorando. Una antología que apenas lo parece, pues todas las historias tienen un color similar, un trasfondo que parece unirlas y a la vez, las hace únicas por separado, por lo que no se hacen pesadas o repetitivas. Es un equilibrio muy difícil de conseguir pero que da la sensación que Starobinets consigue fácilmente. 

Como pero, el que tiene cualquier antología: Irremediablemente hay relatos que te destrozan y te impresionan más que otros. Mientras que Starobinets lo borda con Una edad difícil, Vivos, La familia, Las reglas o Espero, tiene otros cuentos que a mi me dejaron más fría, como La eternidad de Yasha o La agencia

Aún así, recomiendo fervientemente a todos los amantes de la buena literatura que lean a Starobinets. Da igual si no os gusta el terror (a mi no me gusta el terror) o si no os gustan los relatos, porque Una edad difícil demuestra que se puede hacer muy buena literatura de género, con una calidad indiscutible que tanto bebe de los autores más contemporáneos del género de terror  como de autores clásicos rusos de los que Starobinets tiene una clara influencia. 

Otras reseñas de este libro:

La muerte de Ivan Ilich de Leo Tolstoi

jueves, 28 de enero de 2016



Tengo que reconocer algo vergonzoso hoy, algo que se puede intuir por comentarios que he ido diciendo en el blog y es que me dan mucho respeto los autores rusos. Sé que es una tontería, que debería lanzarme a leer los libros que quiero leer sin esta clase de pensamientos, pero la verdad es que se me hace una montaña ponerme con autores de dicho país sobretodo porque me da la sensación de que no podré profundizar tanto como todos los que, a mi alrededor, los han leído. Es quizá por eso que quise adentrarme en este mundo que a mi me parece tanto aterrador como fascinante con un libro cortito y muy interesante de, quizá, el autor más conocido de dicho país: La muerte de Ivan Ilich. Tengo que decir, además, que tanto Angela como Alex me los recomendaron y aunque el análisis exhaustivo de este último no lo pude leer al completo (pues quería una lectura sin muchas influencias) sí que pensé: "esta es una novela que necesito leer". Y heme aquí, intentando plasmar la complejidad de una obra rusa en una reseña corta. 

Tolstoi nos presenta a Ivan Ilich como cadáver. Como recuerdo de lo que fue por sus conocidos y familiares. Los comentarios, casi jocosos, de sus compañeros y, poco después, su presencia en el funeral es lo primero que vemos de esta obra. A partir de entonces, Tolstoi irá rememorando la vida de Ilich, un hombre que ha tenido todo cuanto a querido, una vida plena de logros, una família decente, unos compañeros más o menos cercanos. Y sin embargo, cuando la muerte y el dolor empiezan a acechar, Ilich empezará a contemplar todos aquellos logros como ceniza que se desvanece en el viento y el tiempo. 

La muerte es uno de los temas universales de la literatura. Muchísimas novelas, historias, obras de teatro, etc tienen la muerte como tema principal en sus obras. Es normal, pues también es un tema muy importante en nuestras vidas. Tolstoi la usa como leiv motiv en esta novela, pero no solo el miedo a la muerte que siente Ivan Ilich, sino también todo lo que eso nos hace reflexionar. El protagonista no tiene una muerte accidental o rápida, sino que poco a poco va consumiéndose y en esa lentitud, puede procesar lo que le está pasando. Supera lo que se llaman las cinco etapas del duelo según el modelo de Kübler-Ross: Negación, ira, negociación, depresión, aceptación. A través de este proceso, Ivan Ilich va alejandose poco a poco del que una vez fue, de todo lo que una vez aceptó y a partir de esa distancia, podemos conocer el contraste entre la sociedad en la que vive y que había aceptado hasta la enfermedad que lo asola y él mismo, después de reflexionar. La enfermedad le quita la máscara a lo que él creía que era una vida estable, perfecta y envidiable y descubre la podredumbre que se esconde detrás del perfume. 

Tolstoi explora no solo el enfrentamiento a la muerte de aquel que poco a poco va dándose cuenta que va a morir, algo que no nos pilla por sorpresa si hemos leído el título o el primer capítulo: Todos sabemos que Ivan Ilich va a morir, la cuestión es como él poco a poco va sabiéndolo también, aceptándolo y como eso cambia las convicciones que había tenido durante toda su existencia. A través de una prosa maravillosa y cercana, Tolstoi se mete en la piel de este personaje (en un estilo indirecto libre claro) y nos habla como si fuera él, aunque con el punto de vista claro del autor criticando en las sombras. La creación de un personaje que se sostiene a la perfección y que va cambiando, evolucionando a nuestros ojos, pues ahí reside la gracia de la novela, en dicha evolución tan bien plasmada por Tolstoi.

No hagáis como yo. Dejad los miedos atrás, porque la literatura rusa es tan fascinante como parece. Y si os da cierto respeto adentraros en la cantidad de títulos y de tochos (por que aceptémoslo, a los rusos les encanta escribir mucho), siempre podéis empezar con Ivan Ilich. A mi al menos, me han dado ganas de seguir descubriendo este autor.