Es curioso todo lo que puede escribir en 10 años un autor cuando se lo propone. Y más si ese autor es Brandon Sanderson. El año pasado me enfrenté ante la emocionante y a la vez temible aventura de leer toda la bibliografía del autor de Nebraska y aunque logré leer varios de sus libros (creo que más de 8), aún me quedan muchísimas de sus novelas en el tintero. Con ganas de descubrir una faceta nueva del autor me embarqué a leer el primer libro de Alcatraz, una saga más infantil pero con elementos muy sandersonianos. Y la verdad es que me ha gustado más de lo que esperaba.
Alcatraz Smedry es un chico sin padres que
tiene un talento “especial”: todo lo que toca se acaba rompiendo. Esa capacidad
de destrucción lo ha llevado de una familia de acogida a otra. El día de su cumpleaños recibe un paquete lleno de arena de parte de sus padres, un paquete cuyas implicaciones no conoce hasta que le es robado. Es entonces cuando aparece su abuelo y le quita la venda de los ojos: El mundo que ha conocido hasta ahora es un mundo incompleto, falso, creado por los bibliotecarios malvados.
Con este aire Harry Potteresco empieza Alcatraz y sin embargo, rápidamente
la novela se diferenciará de la del joven mago en dos cosas esenciales: Por un
lado, el uso del narrador y por otro, la comedia inherente en el libro. Es
verdad que en la sinopsis puede parecer una historia similar: un niño sin
padres que vive una vida solitaria y sin cariño. La llegada de un ser de otro
mundo (su propio mundo, aunque él no lo sepa) que cambiará su punto de vista.
El descubrimiento de todo lo que se escondía detrás de la capa de normalidad en
la que había vivido hasta entonces. Un mundo mágico lleno de novedades
fascinantes. Pero hasta aquí las similitudes con la novela de J.K.Rowling.
Las dos diferencias que he comentado en el anterior párrafo marcan la
originalidad de la novela. Por un lado, el narrador, el propio Alcatraz de más
adulto, ofrece una voz a la vez subjetiva y a la vez, cargada de personalidad,
que acompañan toda la lectura del libro. Pero además Sanderson aprovecha este
narrador tan subjetivo para reírse de sí mismo y de la literatura. El libro
está cargado de un sarcasmo que no solo logra sacarte una carcajada, sino que
hace que esta lectura sea grata para cualquier tipo de edad. Eso está
relacionado con la comedia del libro y es que la novela no se toma en serio a
sí misma. Las situaciones hilarantes, la propia premisa del libro o los
talentos de los Smedry parecen sacados de una película de los Monthy Phyton.
Lejos de arruinar el libro, te adentra en él: como en ningún momento pide al
lector que suspenda su credulidad, el lector se ve más empujado a hacerlo.
Puede parecer contradictorio, pero a Sanderson realmente le funciona.
Con todo, esto hace también que no sea una lectura memorable. Tampoco creo
que sea esa la intención de Sanderson, pues para ello ya tiene otras sagas más
serias y bien desarrolladas. Más bien parece que Alcatraz es una válvula de
escape para todas esas ideas locas (¿Dinosaurios ingleses pacíficos que beben
té? Sí, ¿por qué no?) que no podría meter en otro libro. Eso, sumado al
narrador y sus constantes pullas al mundo literario, hacen de este libro una
lectura muy divertida y rápida de hacer. Uno de esos libros para leer una tarde
y desconectar del mundo.
En conclusión: Alcatraz es un libro divertido y bien llevado que se lee en una tarde y se disfruta muchísimo. La edición española además cuenta con una ilustración en portada de Marina Vidal preciosa, ilustraciones en el interior Hayley Lazo y una traducción magnífica de Pilar Ramirez. Una de las cosas que más me gustan de Sanderson es que es un autor muy versátil y esta saga lo demuestra.
Otras reseñas del libro:
Boy with letters
In the never never
La estantería de Cho
En conclusión: Alcatraz es un libro divertido y bien llevado que se lee en una tarde y se disfruta muchísimo. La edición española además cuenta con una ilustración en portada de Marina Vidal preciosa, ilustraciones en el interior Hayley Lazo y una traducción magnífica de Pilar Ramirez. Una de las cosas que más me gustan de Sanderson es que es un autor muy versátil y esta saga lo demuestra.
Otras reseñas del libro:
Boy with letters
In the never never
La estantería de Cho
No hay comentarios :
Publicar un comentario