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Ciudad de jade de Fonda Lee

viernes, 25 de octubre de 2019


Me gustan las historias de mafiosos. Es algo que ya he comentado alguna vez, pero que me sigue sorprendiendo. Son un tipo de historias crudas, pero también hablan de familia, de nobleza, de política. Es por eso que cuando Insolita editorial anunció que iban a publicar Jade City de Fonda Lee, Ciudad de Jade en español, me emocioné muchísimo. He tenido la suerte de que la editorial me ha enviado el libro para poderlo leer con antelación y así contaros que me ha parecido antes siquiera de que llegue a las librerías.

Ciudad de Jade nos muestra Kekon, una isla situada entre dos grandes países que tiene una fuerte ventaja ante sus competidores: el jade. Esta piedra preciosa es, además, una fuente de magia y poder sobre la cual gira toda la política y la economía del país. El jade, pero, es solo privilegio de los clanes de huesos verdes, guerreros adiestrados en artes marciales y capaces de controlar y canalizar esta energía. Fonda Lee se adentra en la familia de Sin Cumbre, una de las principales familias de huesos verdes del país.

Uno de los puntos más fuertes de esta novela es la ambientación. Fonda Lee construye un mundo muy realista, basado en el nuestro, con inspiraciones asiáticas. Así, en Kekon hay coches, hay teléfonos o electricidad, pero también hay esta magia casi ancestral del jade. Esta fusión funciona muy bien y convierte la ciudad y su vida diaria en una parte importante de la novela. El sistema de magia basado en el jade también funciona muy bien y es realista: en un mundo en el que hay un elemento tan poderoso, por supuesto que todo (economía, política, vida diaria, jerarquía social) tiene que ver con él. Aunque Lee a veces cae en el infodump y se recrea explicando detalles del mundo que quizá no son necesarios, tampoco molestan y ayudan a recrear una imagen muy completa del mundo de la novela.

Otro de sus puntos fuertes son los personajes. Sin embargo, esta es una arma de doble filo, pues aunque Hilo, Shae, Lan y Anden están muy bien caracterizados, el resto no acaban de funcionar demasiado bien. Los enemigos de la familia son muy cliché y solo algunos secundarios son memorables (como Wen Maik). Fonda Lee se centra más en que el lector se adentre en la mente de estos cuatro personajes principales, sobre todo de Shae, Lan y Hilo, de forma que el lector empatiza mucho con ellos. También explora mucho la relación entre ellos, algo que se adapta bien a una novela de mafiosos, en las que la familia es lo más importante, algo que se transmite muchísimo en la trama. 

El ritmo de la novela es rápido y trepidante y aunque son casi 600 páginas, se leen muy rápido. La autora sabe bien cómo llevar el tempo y construir la trama de manera que mantenga interesado al lector. Es verdad que peca un poco de paginitis, pero tampoco se hace molesto, al contrario, como es tan entretenida, al acabarla la sensación que deja es la de querer leer más. Es la primera parte de una trilogía, pero la autora construye la trama para que el final sea bastante autoconclusivo. A la vez, algunas de las tramas abiertas permiten dar paso a una segunda parte que, seguro, es tan interesante como la primera. Todo esto es también gracias a la labor de traducción de Antonio Rivas, que es excelente y consigue que todo el libro sea lea muy fluidamente. 

Si os habéis dado cuenta mientras leíais la reseña, la novela tiene algunos puntos que no me han convencido. A la novela, además, le falta algo más de la violencia característica que rodea las historias de mafiosos. Todos estos detalles, por eso, no afectan apenas a la lectura de la novela. Fonda Lee consigue escribir una trama bien hilada, que avanza con buen ritmo y que lleva personajes memorables en una ambientación fascinante. Cuatro puntos que confluyen con naturalidad para crear una historia que merece la pena leer. 

Otras reseñas:

El castillo en el aire de Dianne Wynne Jones

martes, 22 de octubre de 2019



Leí El castillo ambulante por pura curiosidad. La película de Miyazaki es una de mis películas preferidas ever, así que quería saber cómo era el material de base. Lo que no me esperaba es que me gustara tanto: la ambientación preciosa, los personajes encantadores y esa narrativa tan dulce que arrastra al lector hacia un lugar cálido. Es por eso que cuando Nocturna se propuso publicar los tres libros de la trilogía, no pude más que alegrarme. Aún no me los he podido comprar los tres (acabarán en mi estantería, eso seguro), pero no quiero perder la oportunidad de reseñar y recomendaros una lectura magnifica. Así que si ya habéis leído El castillo ambulante, ya sabéis que toca ahora: leer El castillo en el aire de Diana Wynne Jones.

El castillo en el aire se situa en el país vecino de Ingary (lugar donde viven Howl y Sophie). Ahí vive Abdullah, un vendedor  de alfombras que va sobreviviendo al día a día, feliz de su negocio. Un día recibe la visita de un extraño, que le acaba por vender una alfombra voladora. Aunque al principio no confía en él, al final acaba descubriendo que la alfombra sí es voladora y que puede llevarlo allá donde quiera. A partir de entonces, la vida de Abdullah cambiará radicalmente.

Digo que esta es una segunda parte de El castillo ambulante, ya que pasa después de los eventos que suceden en el primer libro. Pero Diana Wynne Jones toma una decisión muy interesante, y es alejar la historia de Howl y Sophie y presentarnos otros personajes en otro ambiente totalmente diferente. Así, tenemos una historia de fantasía arábica, una reinterpretación de Las mil y una noches, pero sin perder toda la magia creada en la primera historia.

Pero aunque el principio se aleje totalmente de lo que pasa en El castillo ambulante, esta es, de hecho, una continuación, pues hacia el final la trama de Howl y Sophie colisiona con la de Abdullah y, si no habéis leído el primero, podéis tragaros algún spoiler. Esta fusión está muy bien llevada y, cual crossover, acaba interesando más al lector si cabe. Pero a pesar de todo, el libro se podría sustentar por si solo sin esos personajes: Abdullah, la princesa, el djinn, la alfombra y toda la trama que los rodea es, de por sí, suficientemente interesante.

Igual que en el primero, Diana Wynne Jones demuestra tener una capacidad espectacular para la fantasía y los mundos mágicos. Muestra con facilidad la ambientación, sin que esta sea demasiado abusiva. Al contrario. Igual que pasó en la primera parte, Jones usa elementos que ya conocemos, en este caso de la mitología árabe, para llenar de magia sus historias. Así, nos encontramos con sultanes, princesas, alfombras mágicas, djinns… todos personajes o elementos que ya hemos visto con anterioridad en otras historias, pero mezclados de forma que parecen nuevos, originales.

Diana Wynne Jones tiene esta capacidad, en parte, gracias a un dominio espectacular del idioma. Su forma de escribir traslada al lector a estos sitios, y le permite conocer los personajes y entenderlos como si fueran seres humanos reales. Además, y como ya pasó en la primera novela, hace un uso del humor irónico muy sutil, pero que le da el toque perfecto para ser una novela entretenida y fácil de leer, tanto para un niño como para un adulto. Esto se suma a unos diálogos muy bien llevados y a unas descripciones nada pesadas.

En conclusión, El castillo en el aire es una continuación estupenda a El castillo ambulante, sobre todo por que solo es una continuación a medias. Es genial poder leer un poco más de Howl y Sophie, pero Jones no nos apabulla con su historia, pues alargarla habría sido estirar demasiado el chicle. Añadiendo nuevos personajes, extendiendo la ambientación, lo que consigue es crear una trilogía muy interesante y con muchos puntos de vista. Solo he podido leer los dos primeros, por desgracia, pero espero poder hincarle el diente a La casa de los mil pasillos, la última entrega de esta trilogía que, al parecer, vuelve a Ingary. Ya tocaba que se editara esta trilogía en una edición bonita y, sin duda, Nocturna lo ha conseguido.

Otras reseñas:

Vengeful de V.E. Schwab

lunes, 23 de septiembre de 2019


En el resumen de lecturas del año pasado comentaba que Victoria Schwab había sido la autora más destacada del 2018. Este año ya os avanzo que su nombre volverá a estar en la lista de mejores autoras (toma spoiler), pues este 2019 Schwab ha estado aún más en mis lecturas. Uno de los libros que más he disfrutado de ella es Vengeful, la segunda parte de Vicious (uno de mis libros preferidos del año pasado). Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero está claro que Schwab quería desmontar esa frase.

Vengeful retoma la historia donde Vicious la dejó, pero añade nuevos personajes, nuevas perspectivas que dan un giro a la historia. Por un lado tenemos a Marcella Riggins, la esposa de un mafioso que acaba casi muerta en sus manos y busca venganza. Por otro lado, June es una mujer cuyo poder le permite huir de la sociedad y de sí misma. Estos dos personajes acaban cruzando camino con Victor Vale, Mitch y Sydney.

Vengeful es el heredero natural de Vicious. Y digo heredero y no la continuación, pues Schwab coge los elementos del primer libro y los mejora. La historia en sí tiene la misma potencia que en el primer libro, pero los personajes, que es donde brilla Schwab, son aún mejores que en la primera parte. Quizá es porque mantiene sus dinámicas (la rivalidad entre héroes, la relación familiar entre los personajes…). Por otro lado, aparecen otros personajes que rompen esas dinámicas y las cambian. Marcella y June, además, son dos personajes femeninos peculiares, potentes y fascinantes. La trama no deja de lado a los protagonistas de la primera novela, pero da la importancia suficiente a estas nuevas protagonistas.

Es interesante como Schwab parte de la premisa de los superhéroes para convertir su novela en una fantasía oscura muy suya. La temática está ahí, pero lo que la convierte en una novela diferente y espectacular es el tratamiento de sus personajes, muy grises, que muestran la oscuridad que pueden tener las personas y a la vez, su luz. La bondad, dándose de la mano de la maldad. En Vengeful no hay claros villanos ni claros héroes, sino que todo depende del punto de vista.

Aunque la trama tenga problemas en cuanto a ritmo (problema que no tenía Vicious), una vez arranca ya vuelve a ser tan adictiva e imposible de dejar que su predecesor. Es verdad que Vengeful se toma las cosas con calma y la autora necesita unas cuantas páginas para presentar a los personajes y mostrarnos la situación de los que ya conocemos. Eso sí, una vez están hechas estas presentaciones, Schwab maneja el ritmo de la historia magistralmente.

Esta historia es tan ágil y adictiva de leer en parte gracias a la pluma de la autora. El estilo de Schwab es ligero, directo, con frases cortas y potentes que se mezclan con frases más explicativas. Es un estilo con una lírica muy sonora. Al igual que en la trama, Schwab le da importancia a sus personajes a través del estilo, dejando que los diálogos predominen y tengan más fuerza que largas descripciones.

En conclusión, Vengeful (Una venganza mortal, como lo han traducido en España) es un libro que mantiene la potencia, el interés y el saboir faire de la primera parte. Schwab cuenta historias con un toque de oscuridad muy interesante y la esta saga (para mí, la mejor saga de superhéroes) lo demuestra. El final queda abierto para una tercera parte, que imagino que no tardará demasiado en escribir (esperemos que no tarde 5 años más). Si os gusta la fantasía urbana, los personajes con superpoderes y las historias bien contadas, animaos a leer Vicious y Vengeful. No os decepcionarán.

Otras reseñas:

Estación de la calle perdido de China Mieville

lunes, 16 de septiembre de 2019


Tengo que confesar algo: últimamente, leer tochos se me hace un poco cuesta arriba. Es quizá por qué sé que voy a tardar en leerlo o por que leo a la velocidad a la que leía cuando era más joven. He descubierto que los libros de más de 500 páginas acaban siendo relegados a vivir eternamente en mi pila de pendientes. Es por eso que cuando Bandinnelli me propuso leer La estación de la calle Perdido de China Mieville para un programa de Tres marcianos y medio, mi primer impulso fue negarme. Y ahora, después de haber leído el libro, me alegro muchísimo que lo propusiera. Vamos a por la reseña de una de las primeras novelas de Miéville.

La estación de la calle Perdido nos traslada a Nueva Crobuzón, una de las principales ciudades de Bas-lag. Aquí confluyen y conviven la mayoría de razas en un amalgama de sociedades y costumbres distintas. Los dos protagonistas, un científico y una artista, acabaran viéndose entremezclados con una serie de asesinatos que sacudirá los cimientos de la ciudad.

Al igual que pasa con otros libros del autor, La estación en la calle Perdido (e, imagino, el resto de la trilogía) es un libro inclasificable. Tiene muchos de los elementos que se encuentran en una novela de fantasía: un mundo inventado, elementos mágicos o inexplicables, diferentes razas. Sin embargo, también encontramos elementos de ciencia ficción entre sus páginas: robots, tecnología más actual o la propia ciencia. Esta mezcla está muy equilibrada y Miéville juega con ella indistintamente durante toda la novela.

De esta manera, encontramos una historia con muchísimas subtramas muy diferentes entre ellas. Tenemos una subtrama sobre investigación científica y desarrollo tecnológico, una subtrama que involucra una robo-revolución y una de terror casi lovecraftiano, con monstruos incomensurables. Estas tramas están muy bien llevadas y se entremezclan con la riqueza cultural que muestra Miéville en Nueva Crobuzón.

Y he aquí uno de los hándicaps de la historia y es la cantidad de descripciones de los lugares y culturas que pueblan la ciudad. Sí es verdad que en la mayoría de ocasiones no se hacen pesadas, pero algunas descripciones, sobre todo las que abren los capítulos, pueden hacer que la lectura sea algo más densa. Sin embargo, muchas de estas, lejos de resultar molestas, ayudan a dar color y viveza a una ciudad de por sí muy real y tangible.

La ciudad es un personaje más en la novela de Miéville, algo que tiene especial relevancia. No solo por el hecho de que el autor nos está lanzando constantemente descripciones de sitios nuevos, de rincones que no conocíamos aún (Nueva Crobuzon es muy grande, por lo que el lector nunca llega a conocerla del todo), sino también porque dedica tiempo a mostrarnos su sistema político y todos los estratos sociales, su confluencia de razas (algo en lo que Miéville pone especial atención y originalidad), los ghettos raciales… Constantemente me veía con la necesidad de volver al mapa y explorar con la mirada aquello que Miéville había explicado con palabras.

Y pese a toda esta cantidad de descripciones, el ritmo del libro está muy bien medido. En todo momento tienes ganas de leer más, de adentrarme más en este mundo que crea. A esto ayuda la mezcla de géneros y temas con los que trabaja el autor. Como una locomotora de vapor, le cuesta un poco arrancar, pero  una vez pasado ese esfuerzo, la historia fluye como el agua y se devora en menos tiempo del que podría parecer.

La estación de la calle perdido es la primera parte de una trilogía que ahonda y explora Bas-lag, el mundo en el que está situada Nueva Crobuzón. Pero para los que os de miedo adentaros en una trilogía tan larga, cada libro es autoconclusivo y está conectado con el resto solamente por la ambientación. La edición de Nova Editorial, además de tener una portada preciosa y muy adecuada, está traducida por Carlos Lacasa Martín y Manuel Mata Álvarez-Santullano.

Otras reseñas:
Caballero del árbol sonriente
Crónicas Literarias
Tres marcianos y medio 

La curación de Miguel Cordoba

miércoles, 10 de abril de 2019


Voy a ser muy sincera: Yo no elegí leer el libro que reseño hoy, La curación. Él me eligió a mí… Es broma, en realidad, quien eligió el libro fue Bandinelli para el programa de Tres Marcianos y medio. Y la verdad es que entré en la lectura sin ningún tipo de expectativa. No conocía el libro, ni la sinopsis, ni nada. Así que cuando me metí tan de lleno entre sus páginas, me cogió totalmente por sorpresa. He tardado (lo leí en enero), pero este libro merecía una reseña. Vamos a hablar hoy de La curación de Miguel Córdoba.

Hacer una sinopsis de este libro es complicado. En él se entrecruzan dos líneas argumentales, a cual más rara. Por un lado, tenemos a Magie, una niña que nace con un hilo negro ligado a su dedo, un hilo que nadie más, excepto ciertas personas especiales, pueden ver. Además, tiene la capacidad de ver más allá de nuestro plano existencial y sufre premoniciones y puede ver muertos. En contraposición, la historia nos traslada a Nebraska, donde Dios es Anna, una niña de 9 años que sufre depresión y tendencias suicidas.

Ya podéis ver en la sinopsis que este es un libro raro. Y sin embargo,  el autor le da un aire de costumbrismo parecido al que se podría encontrar en cualquier Gran Novela Americana. Las influencias de esta clase de obras hacia La curación no es solo a nivel de estilo, sino también a nivel de trama. Vemos las penurias que sufre una familia y también como estas penurias logran unirlas más allá de los lazos sanguíneos. Vemos como el personaje principal va madurando, cambiando, equivocándose. Porque sí, hay una trama fantástica en el libro, pero Córdoba no olvida que quiere escribir sobre personajes y deja que estos sean los que hablen durante todo el libro. Es quizá por eso que la novela tiene una presencia tan fuerte: logra que empatizamos y suframos con Magie, aunque las situaciones que ella vive nos sean totalmente ajenas.

Y aunque he comentado por encima el estilo, en La curación este es un tema a destacar. Y es que la prosa de Miguel Córdoba es delicada, casi milimetrada. Parece que cada palabra está pensada para indicar o transmitir y que no sobra ni falta ninguna. Esto es algo difícil de conseguir, por supuesto, pero es que además Córdoba logra que la lectura se haga amena y rápida.

Pero teniéndole que sacar algún pero a la novela, todo  esto que he comentado anteriormente se refiere sobre todo a la línea argumental de Magie. La línea de Anna está más cogida con pinzas y cuesta entrar en las reglas que rigen la novela. Es interesante, sí, pero en algunas ocasiones lo encontré demasiado filosófico para mi gusto. Aún así, el momento en el que ambas líneas temporales se unen es ideal y Córdoba ha construido todo el libro para llegar a ese momento, por lo que no decepciona en absoluto. Sí, los fragmentos de Anna se me hacían más pesados, pero tampoco podría imaginarme el final de esta novela sin ellos, por lo que no podría decir que sobren.

En conclusión, La curación ha sido una lectura que me ha cogido por sorpresa y que me ha encantado. La disfruté desde la primera palabra (más concretamente, desde el prologo de Darío Vilas) y eso no cambia durante toda la novela. Es una pena que no se esté hablando tanto de ella, pues la verdad es que lo merece. Si con esta reseña puedo conseguir que al menos alguno de vosotros le dé una oportunidad, ya me daré por satisfecha.

Otras reseñas:
Tres marcianos y medio
Crónicas literarias

Dusk or Dark or Dawn or Day de Seanan McGuire

jueves, 28 de marzo de 2019


Seanan McGuire es, para mi, una de las autoras más prolíficas del género en la actualidad. No pasa un año sin que veamos una o dos novelas cortas suyas publicadas y, para los que, poco a poco, vamos descubriendo su obra, esto es una d elicia. Y es que a cada libro que leo de la autora, me gusta más. No puedo evitar leer sus historias ni adentrarme en sus mundos. Este es el caso de esta novela corta autoconclusiva, publicada en Tor.com, que tuve el placer de escuchar como audiolibro gracias a Scribd. 

Dusk or Dark or Dawn or Day es una historia de fantasía urbana, cuya protagonista, Jenna, es un fantasma. Jenna murió demasiado pronto, por lo que espera a que llegue su momento para morir definitivamente y, mientras tanto, ayuda como puede a los vivos de Nueva York. Sin embargo, de repente los fantasmas empiezan a desaparecer de la ciudad y Jenna se ve inmersa en la amenaza que atenaza a los no-muertos de la metrópolis.

Aunque los elementos que usa McGuire son muy comunes, como pueden ser fantasmas o brujas, la autora sabe dotar a la ambientación de un toque muy original. Como ya he dicho antes, una de las cosas que más me llaman de la literatura de esta autora es su manera de ambientar sus historias y Dusk or Dark or Dawn or Day no es una excepción. Todos los detalles que Jenna explica sobre los fantasmas, sobre las brujas y sobre el mundo en el que viven es fascinante. De hecho, usando elementos de la cultura popular, McGuire logra una ambientación original.

A esto le acompaña los personajes, algunos mejor caracterizados que otros. Yo empaticé muchísimo con Jenna, pero no sé cuánta de esta empatía viene por el personaje per se y cuanta por la gracia de la lectora del libro. En mi caso, el hecho de que la historia estuviera narrada en un audiolibro me ayudó para entrar en la novela y para conectar con los personajes. Aún así, también ayuda en esta conexión los mensajes que quiere transmitir McGuire, mensajes positivos sin por eso ser exagerados o poco duros. McGuire se aleja de los convencionalismos de la narrativa más de “autoayuda”, unos convencionalismos en los que podría haber caído fácilmente, para narrar una historia de personas, con sus problemas, sus defectos, sus dramas. Es ahí donde reside la magia de la obra y de la autora.

Sin embargo, también es verdad que McGuire tiene errores recurrentes que en Dusk or Dark or Dawn or Day no arregla. La trama se siente acelerada hacia el final y toda la introducción al mundo, a Jenna y al misterio se resuelve demasiado rápidamente. Esto provoca una sensación de desequilibrio que deja un regusto negativo, pues la novela empieza muy bien y te atrapa desde el principio, pero necesita un final más elaborado.

Esta es una novela corta, rápida de leer pero con temas interesantes y una ambientación original, algo a lo que McGuire nos tiene acostumbrados. Si tenéis mono de las continuaciones de Waynard Children, este libro es una buena alternativa. Y si os gustan las historias de fantasmas y de fantasía urbana, tampoco os la podéis perder. En definitiva, por obras como esta, y pese a sus fallos, McGuire es una de las autoras del género actual a tener en cuenta.

Otras reseñas del libro:

El cielo de piedra de N. K. Jemisin

jueves, 21 de marzo de 2019


Que la trilogía de La tierra fragmentada, de N.K. Jemisin, es una de las mejores obras de fantasía que he leído en los últimos años no será novedad para nadie. Sobre todo después de la cantidad de premios que ha cosechado. Jemisin es, por ejemplo, la primera autora en ganar tres Hugo con las tres obras de una trilogía. En su momento ya canté las alabanzas de La quinta estación y The obeliskgate, la primera y segunda parte de esta trilogía. Y con esta reseña, ha llegado el momento de poner punto y final a la trilogía. Ha llegado el momento de hablar de El cielo de piedra.

Jemisin mantiene a Essun y Nassun como co-protagonistas de la novela, mostrando sus puntos de vista y el avance de su historia de formas paralelas. Sin embargo, introduce de nuevo un tercer punto de vista, el de Hoa, que aporta información del pasado y de esta forma nos muestra cómo era La quietud antes de ser una tierra plagada de desastres naturales.

Con esto, Jemisin hace un giro hacia la ciencia ficción, aunque la novela sigue teniendo muchísmo de fantasía. Es interesante, de hecho, ver como los dos géneros se mezclan sin que la historia acabe de decantarse por uno u otro. Jemisin logra mantener un equilibrio natural, dando importancia a los capítulos de Hoa sin caer (demasiado) en el infodump y a la vez, manteniendo el misterio y a magia de los poderes de los orogenes. La autora busca cerrar todos los cabos sueltos, pero eso no impide a que el libro explore nueva realidades y abra nuevas preguntas.

Eso sí, el final está muy bien cerrado. Jemisin consigue de esta manera una historia redonda con un libro que mantiene el clímax de las anteriores partes sin perder fuelle. Sí es verdad que algunos capítulos se hacen algo más lentos y pierden el buen ritmo que tenía la primera parte, pero eso se compensa con las relaciones intrapersonales que crean los personajes. Sobre todo en la historia de Essun, Jemisin logra crear protagonistas complejos e interesantes con los que el lector empatiza inevitablemente.

Esta es una novela complicada, que continua con muchas de las incógnitas que se abrieron en el segundo libro. Aprovecha, como en los anteriores libros, para hablar de temas de actualidad, como el racismo o la apropiación cultural. Esto es interesante sobre todo en los capítulos del pasado de Hoa. La idea de que la historia se repite por que los humanos nos entestamos en caer en los mismos errores es una idea que se ve en toda la trilogía, pero con más fuerza, si cabe aún, en este libro.

El cielo de piedra mantiene el nivel de prosa que Jemisin ha escrito en los anteriores. Aparecen de nuevo los capítulos escritos en segunda persona y en esta ocasión, también hay en primera y en tercera persona. El narrador es un narrador no fiable y Jemisin no teme jugar con ello y explora todas las consecuencias y ventajas de un narrador así. De esta forma, la prosa se hace dinámica de leer y consigue engancharte, no solo por aquello que cuenta, sino por cómo lo cuenta. Aquí tengo que destacar de nuevo la labor de traducción de David Tejera, que sigue siendo tan excelente como en las anteriores entregas.

En conclusión, El Cielo de Piedra es el final redondo perfecto para una trilogía como La Tierra Quebrada. Quizá no consigue el impacto que tenía el primero ni la caracterización de personajes que tenía el segundo, pero logra transmitir, alto y claro, el mensaje de Jemisin. Y a su vez, logra cerrar a la perfección todas las puertas que las anteriores novelas habían abierto. Un final ideal y potente para una trilogía que, sin duda, se queda entre mis preferidas.

Otras reseñas:

La ciudad de los fantasmas de Victoria Schwab

martes, 26 de febrero de 2019


En el resumen de mejores lecturas que hice de 2018 explicaba que, si había una autora que quería destacar este año, esa era V.E. Schwab. Y es que aunque he leído muchísimas buenas autoras, ella ha sido mi descubrimiento del año. Después de haber disfrutado muchísimo con Vicious (que se publica ahora en Puck con el nombre “Una obsesión perversa”) y de A Darker shade of magic, quise conocer también su literatura juvenil. La ciudad de los fantasmas me parecía tan buena opción como cualquier otra.

Desde que Cass casi  murió ahogada, su vida ha cambiado mucho. Al haber cruzado el velo al mundo de los muertos bajo el agua, ahora es capaz de hacerlo. De hecho, hasta se ha hecho amiga de Jacob, un fantasma de su edad que la acompaña desde su accidente. Al llegar el verano, Cass tiene que acompañar a sus padres a Edimburgo y ese viaje a una de las ciudades más encantadas del mundo cambiará por completo la forma que tiene Cass de afrontar sus capacidades sensoriales.

Este es un libro middle grade y como tal, Schwab le da un tono mucho más ligero que las otras dos novelas que he leído de ella. Aunque la ambientación trate sobre fantasmas y muertos, el libro en ningún momento se vuelve terrorífico sinó que la autora elige dirigir la historia hacia derroteros más góticos. Trasladandola a Edimburgo (lo cual me parece un acierto), donde los cementerios, las criptas y el resto de escenarios tienen ese toque de la Inglaterra del siglo XIX que va como anillo al dedo a la historia.

Al contrario de lo que pasa con otras historias de Schwab, en esta el imaginario es bastante más sencillo y menos elaborado: usando recursos del folklore mitológico, como son los fantasmas, los espejos, etc. Pero eso hace que como libro de middle grade funcione tan bien: no solo es corto y fácil de leer, sino que al usar elementos que ya hemos leído antes, suena familiar, cercano. Schwab se dedica más a ahondar en la personalidad de los dos personajes principales.

El estilo es quizá una de las trabas del libro como lectura para un adulto, pues peca de ser demasiado directo para mi gusto. Un tono que creo que queda mucho mejor en audiolibro que en una lectura tradicional, pues al ser en primera persona, el narrador se dirige directamente al lector (me habría gustado escucharlo de esta forma también). Sea como sea, esto no perjudica demasiado la historia, que sigue siendo bonita y agradable de leer.

En conclusión, La ciudad de los fantasmas es un libro middle grade ideal para introducir a los niños de 12 a 15 años en elementos de terror gótico más clásicos sin ser, por ello, un libro de terror. Una historia introductoria para lo que, creo, será una bilogía y que presenta a la perfección sus personajes y sus elemetos. Habrá que leer la segunda parte.

Otras reseñas:
Fiebre lectora
It's time to magic

A darker shade of magic de V.E. Schwab

lunes, 17 de diciembre de 2018



Desde que leí 'Vicious', que tengo claro que Victoria Schwab (o V. E. Schwab cuando escribe literatura dirigida a adultos y no Young adult) es una autora muy a tener en cuenta. 'Vicious' ha sido una de las mejores lecturas de este año y no quería acabar 2018 sin leer algo más de ella. Es por eso que no pude resistirme a comprar (y leer) ‘A darker shade of magic’, un libro del que sabía poco o nada, pero que me llamaba profundamente la atención. Y la verdad es que el resultado ha sido una lectura más que satisfactoria y la creciente sensación de querer leer todo lo que venga firmado por su nombre. Empecemos.

Esta novela de fantasía urbana nos muestra un mundo en el que hay varias realidades y todas confluyen en Londres. Kell es uno de los últimos Antari, magos con la capacidad para cruzar entre estas realidades. Así, Kell hace de embajador de los reyes del próspero Londres rojo hacia los otros Londres: Está el Londres gris, en el cual la magia ha muerto desde hace tiempo, y el Londres blanco, en el que la magia parece tener demasiado poder. En la cuarta dimensión está el Londres negro, la ciudad de la que nadie habla, pues el paso hacia esa dimensión está sellado.

Lo que más me ha llamado la atención de esta novela es la capacidad que tiene Schwab de introducirnos de forma casi natural en una ambientación tan bien trabajada. Usando tres personajes de tres orígenes diferentes, Schwab es capaz de hacernos ver no solo la riqueza ambientativa de estos tres universos, sino también sus diferencias. Este contraste entre todos los Londres hace que la novela se enriquezca y que podamos ver, sin que Schwab sea muy explícita, el poder de la magia. El sistema mágico queda, por lo tanto, relegado a un misterio que Kell intenta explicar, pero que apenas puede. Eso no significa que Schwab lo deje todo en una incógnita, pues leyendo la historia, el lector puede ver claramente que detrás de las sombras se esconde un vasto conocimiento del funcionamiento del mundo.

Si bien dije que en Vicious, una de las grandes bazas del libro eran sus personajes y la forma que tenían de interactuar entre ellos, en este caso la autora cae en personalidades más cliché. Tanto Lila como Kell son personajes que, aunque están trabajados y tienen muchas capas de personalidad, siguen partiendo de un prototipo algo previsible. La excepción sería Holland, pareciéndose él más a los personajes de Vicious que el resto. Esto no quita que te impliques con su historia y con todo lo que les pasa al resto. Schwab sabe hacer que inviertas en la historia y sufras con los personajes (sobre todo con Kell). También sabe hacer que las interacciones entre todos ellos sean naturales, enriquecedoras, interesantes. Sobre todo las interacciones entre Kell y Holland, pero también entre Lila y Kell o Kell y Rhy.

La forma que tiene Schwab de escribir sigue siendo magnífica y funciona muy bien en inglés (aunque imagino que lo haría también en español). Tiene una lírica muy directa, pero con metáforas muy bien conseguidas. La construcción de personajes es excelente y hace que se pueda ver sus personalidades a través de sus interacciones, más que de una descripción directa. Muestra en vez de explicar.

En conclusión, ‘A darker shade of magic’ es un libro de fantasía urbana muy interesante y bien escrito. El inicio de una trilogía, sí, aunque Schwab cierra la historia de manera que no sea necesario leer los dos siguientes. Sin embargo, yo ya tengo claro que lo voy a hacer. Si algo me ha demostrado esta novela es que Schwab es una autora muy interesante a seguir.

Otras reseñas:

El ojo de Nefertiti de Jesús Cañadas

jueves, 13 de diciembre de 2018



Mi gusto hacia el middle grade ha sido un gusto adquirido. Por supuesto, de pequeña los disfrutaba muchísimo, pero con el tiempo me he ido alejando de esta clase de lecturas y pocas son las veces en las que me animo a leerlas. Ya en su momento, Sanderson consiguió viciarme con su saga de Alcatraz y desde que empecé a trabajar en una librería, que tengo más ganas de leer este tipo de libros. Por eso, cuando Jesús Cañadas anunció que iba a sacar un libro dirigido a este rango de edad (y con portada de Marina Vidal, no nos olvidemos de algo tan importante), me entraron muchas ganas de leerlo.

Athenea es hija de dos importantes arqueólogos alemanes. Cuando su madre desaparece en extrañas circunstancias, el padre de Athenea se marcha a Egipto, dejándola con su nueva institutriz y Medhi, el hijo de esta. Pero los peligros que acechan la madre de Athenea no tienen fronteras y pronto tanto ella como Medhi se adentrarán en un viaje que los cambiará para siempre.

'El ojo de Nefertiti' es el primer libro de la saga de Athenea y los elementos. Como ya he dicho, es un libro dirigido a un público de 10-12 años, aunque eso no impide que un adulto pueda disfrutar de su lectura. Al contrario, Jesus Cañadas logra crear una historia de aventuras trepidante que bebe de las películas y libros con los que crecimos de pequeños. Y lo consigue con una trama ágil, que no para salvo para ofrecer momentos para dejar respirar a los personajes. Esto es algo que noté también leyendo ‘Lastres muertes de Fermín Salvochea’ y es que Jesús Cañadas sabe muy bien como llevar al lector a su terreno. Usa el ritmo de manera excelente para que la historia fluya con naturalidad.

A esto contribuye también una química excelente entre los personajes. Medhi y Athenea no solo están muy bien construídos individualmente, sino que funcionan aún mejor en sus escenas conjuntas. Pero es que el resto de elenco ayuda a dar esta sensación a medio camino entre la historia de aventuras y la realidad. Todos los personajes son cliché, pero Cañadas usa eso a su favor para despertar la familiaridad en el lector y a su vez, añadir el alivio cómico tan necesario en esta novela.

Y quiero destacar algo que Cañadas ha repetido en varias entrevistas, y es que el autor no trata a los niños como si fueran de cristal. En la historia hay personajes que fallan, que se equivocan, que son imperfectos. Hay muertes y hay personajes que sufren. Jesús no edulcora la historia ni trata a sus lectores como tontos: muestra lo que la historia necesita sabiendo que sus lectores estarán preparados para leerla. Esto es algo que he notado también en otros middle grade y que considero muy necesario: hay una idea de que los niños son estúpidos y tienen que ser protegidos, cuando en realidad conocen mucho mejor de lo que pensamos el mundo que los rodea. Saben qué es la muerte, qué es la injusticia, qué es el amor. Y pueden leer sobre ello. 

En conclusión, Jesús Cañadas ha demostrado con este libro que es capaz de escribir para un público más joven sin por ello perder la calidad literaria que lo caracteriza. El ojo de Nefertiti es un libro sin pretensiones, ágil y plagado de aventuras, que mantiene al lector entretenido desde la página 1. Un muy buen libro middle grade, para tanto el público al que va dirigido, como para los demás.

Otras reseñas:

La muerte del comendador (libro 1) de Haruki Murakami

miércoles, 5 de diciembre de 2018


Haruki Murakami fue un referente literario durante toda mi adolescencia. Sí es verdad que últimamente no le tenía en tanta estima como entonces, pero recuerdo aún con mucho placer todos los libros suyos que leí (que son... ¿casi todos?). Hacía ya varios años que vivíamos una sequía de obras nuevas publicadas (sequía durante la cual Tusquets ha ido traduciendo sus obras inéditas). Hasta ahora. Y qué retorno. 'La muerte del comendador', o al menos la primera parte en la que han dividido, está a la altura de sus mejores novelas. Vamos a analizar por qué.

La muerte del comendador empieza con una separación entre el protagonista y su mujer. Después de unas semanas viajando por el país sin rumbo fijo ni destino en mente, decide instalarse a vivir unos meses en la casa del padre de un amigo, también pintor. La casa, alejada de toda civilización, sirve como refugio para poder concentrarse en la pintura. Sin embargo, lo que sería una estancia tranquila acaba convirtiéndose en una espiral de misterios y hechos sobrenaturales en los que el protagonista verá inmersa su vida. 

Una de las grandes bazas de Murakami como autor ha sido su capacidad para unificar diferentes estilos y géneros sin perder por ello su impronta personal, o más bien dicho, acogiendo esta característica como su firma. Y es que en este libro, igual que algunos de sus antecesores como 'Kafka en la orilla', 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo' o '1Q84', se mezclan el realismo mágico, el costumbrismo y algunos toques de terror gótico, sin nunca dejar su estilo característico ni su marca personal. Al contrario, este es un libro que añade más elementos al "lore" Murakami.

Esta mezcla tan heterogénea está muy equilibrada gracias, en parte, al uso de un narrador en primera persona, que va contando su experiencia como si se estuviera dirigiendo directamente a nosotros de forma que consigue meternos en la narración. De esta manera, tanto sus reflexiones como sus vivencias se hacen reales en nuestra mente gracias a este narrador. El protagonista es un personaje muy Murakami, pero pese a ver claramente el autor detrás de su rostro anónimo, también consigue que nos veamos a nosotros mismos en él. Al menos en mi caso, he vivido una connexión muy directa con el personaje y sus experiencias.  

Y esto me lleva al hecho de que los personajes están muy bien hechos. Destacar sobre todo al protagonista, por motivos evidentes, y también a Menshiki, el co-protagonista que, de alguna manera, hace un duo perfecto con el protagonista. Un personaje complejo cargado de matices que consigue que la novela sea mucho más interesante y mucho más completa. Si un caso comentar que, a excepción de Meshiki y el protagonista, el resto de personajes no están muy presentes en la historia y son elementos secundarios que aparecen cuando la trama lo necesita y ya. 

El gran problema con este libro, y el por qué no me ha gustado tanto como otros del autor, es su estructura. Parece escrito por partes y eso hace que en muchas ocasiones el texto sea redundante, cortando así el buen ritmo que tiene el resto de la novela. También a eso hay que sumarle las numerosas ocasiones en las que el narrador "adelanta" acontecimientos como forma de cerrar el capítulo. En un par de ocasiones ayuda a construir la expectativa del lector, pero en la mayoría me han parecido innecesarías.

Por último, no quiero dejar de comentar la cantidad de referencias artísticas, musicales y literarias que usa, de nuevo, Murakami. Parecidas a las que vimos en 1Q84, la música se aleja del acostumbrado jazz para adentarse en una música clásica plagada de óperas y piezas orquestrales de los mejores compositores europeos. Se le ha criticado mucho a Murakami el uso de constantes referencias occidentales, pero en esta ocasión las literarias han tirado más hacia la obra de su propio país, algo que he agradecido. Y destacar también la forma que tiene el autor de hablar de arte, que me ha recordado parcialmente a algunos libros de Yasunari Kawabata. La forma que tiene de mostrar la pintura del protagonista es muy visual y en muchas ocasiones aparecía el cuadro en mi cabeza. 

El conjunto es muy sólido. Se construye una historia fascinante, que atrapa al lector, con toques de terror gótico y de realismo mágico que Murakami escribe a la perfección. Con una edición preciosa (la española) y una traducción excelente (la catalana, de mano de Albert Nolla), he disfrutado muchísimo de la lectura. Uno de sus mejores libros, sin duda, aunque sin una conclusión clara: la editorial ha decidido partir el libro en dos, por alguna razón (¿será por los derechos? ¿por la traducción? No lo sé) y eso hace que el libro quede inconcluso. Pero si la segunda parte mantiene el nivel de esta primera, algo que comprobaremos en enero, este será, sin duda, uno de los mejores libros del autor japonés. 

Otras reseñas:

Beneath the sugar sky de Seanan McGuire

martes, 23 de octubre de 2018




Si lleváis un tiempo en mi blog, sabréis que estoy enamorada de la saga de Waynard Children que está escribiendo Seanan McGuire a base de novelas cortas. En la reseña que escribí de ‘Cada corazón, un umbral’ (el primer libro de la saga) decía: “Si por mi fuera, le pediría a McGuire que escribiera una historia sobre cada uno de esos mundos”. Al parecer, la autora leyó mi reseña (sí, claro) ya que vamos a tener Waynard Children para rato. Se han anunciado 8 novelas y hoy os voy a hablar de la tercera: Beneath the sugar sky.

La historia nos traslada de nuevo a la escuela de Eleanor West. Rini cae en una pequeña charca dentro de los jardines de la escuela, buscando a su madre, Sumi. Sin embargo, Sumi está muerta antes de que Rini haya podido ser concebida y eso, como ya se ha visto en otras obras (para quien no pille la referencia, Regreso al futuro) puede ser un problema considerable. Aquí empezará una aventura que involucrará a varios personajes de Cada corazón, un umbral, y a algunos nuevos.

McGuire ha elegido un tema que acompañe de fondo al worldbuilding de cada uno de sus libros. Y es que la ambientación es el punto más fuerte de estas novelas: Los diferentes mundos, la manera en que los niños han vuelto, cambiados, de estos mundos. El compás donde los mundos pueden estar situados… McGuire usa todos los elementos que ya había presentado en el primer libro y explora algunos de ellos a fondo. La autora amplía el espectro de mundos presentado y solo por eso ya vale la pena leer el libro. La imaginación e inventiva de la ambientación de esta saga sigue siendo tan maravillosa como lo fue en el primer libro y no ha perdido impulso en las posteriores entregas.

Sin embargo, el tema de fondo elegido en este libro no ha acabado de convencerme. En el primero ya me pasó, pues la investigación de los crímenes en la escuela me dejó de interesar a medio libro. En el caso de Beneath the sugar sky, McGuire acude a una aventura con tintes clásicos que, en contraposición a la ambientación, no me parece nada novedoso.

El estilo también sufre por ello. La autora abandona el estilo más depurado de Down among the sticks and bones y vuelve a un tono más directo y sencillo del primer libro que, per se, no está mal, pero que en comparación pierde. Sin embargo, es un libro ameno, fácil de leer en inglés y con imágenes muy trabajadas.

Últimamente encuentro muy interesante las sagas de este estilo, como me pasa con la saga de Becky Chambers (cuya segunda parte, A closed and common orbit, reseñé hace poco). Es decir, sagas cuyos libros son todos autoconclusivos, aunque estén ligadas por el mismo mundo y, a veces, por los mismos personajes. Lo que está claro es que la ambientación creada por McGuire en esta saga aún tiene muchísimo por mostrar. En enero saldrá In an absent dream y no tengo ninguna duda de que va a acabar en mis estanterías en cuanto salga. Y para los que estéis esperando la saga en español, pronto tendremos disponible la segunda parte que ya reseñé en su momento, Down among the sticks and bones, editado por Alianza. 

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Hijos de sangre y hueso de Tomi Adeyemi

martes, 25 de septiembre de 2018



Hay libros que te atraen desde el primer vistazo. Ya sea por la portada, por la temática o simplemente por el aspecto general de la obra, pero en algunas ocasiones, sin saber casi nada del libro, tienes ganas de leerlo. Se podría decir que eso es lo que me pasó con Hijos de sangre y hueso de Tomi Adeyami. Una novela juvenil y fantástica que rescata un imaginario africano de una manera muy original.

Cuando Orisha era un mundo mágico, los maji eran respetados, necesitados y temidos. Sin embargo, cuando esta desapareció, los maji, sin poderes, fueron mandados perseguir y aniquilar por el rey. Solo quedaron aquellos que, con menos de 13 años, aún no se habían iniciado en los poderes mágicos. Gente como Zélie. Sin embargo, cuando Zélie tiene la oportunidad de devolver la magia a sus tierras, no dudará un segundo en perseguir ese objetivo, por muy difícil y duro que sea.

Este es un libro juvenil y por lo tanto, tanto el tono como los personajes lo son también. Eso no significa que la calidad sea mala o que los personajes sean poco profundos, porque este no es el caso. Y de hecho, aunque Adeyami use una trama algo manida y el tono sea, como digo, dirigido a un público Young adult, no se corta en mostrar escenas más fuertes si eso es lo que requiere la trama. Los temas de los que quiere hablar la autora, de desigualdad, esclavitud o injusticia están muy claros durante todo el libro y la autora usa brillantemente una trama entretenida para mostrarlos.

Sin embargo, y a pesar de que el libro está bien escrito, acaba haciéndose prevesible. Tanto las relaciones entre los personajes como el desarrollo de la historia se ve venir desde mucho antes y eso le quita parte del atractivo. En algunas ocasiones, la historia da la sensación de estar demasiado masticada, es decir, de haberla escuchado en otras ocasiones. Todo lo que innova la autora en una ambientación fantástica con toques africanos lo compensa con una trama típica y demasiado previsible.

La sensación general del libro es buena. La historia atrapa pese a que se vea venir hacia donde va y la autora logra que los lectores se impliquen con los personajes. El mundo creado por Adeyemi es interesante y con muchas posibilidades y el libro, pese a sus 600 páginas, avanza rápido y se lee en un instante. Tiene algunos puntos flojos que ya he comentado, pero que no ralentizan la novela ni la hacen menos interesante. Si os llama la atención la premisa, la autora o el libro en general, dadle una oportunidad.

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Todos los pájaros del cielo de Charlie Jane Anders

lunes, 17 de septiembre de 2018


Hay editoriales que te conquistan desde el primer libro. Editoriales que tienen un buen catálogo, buenas traducciones y buenas ediciones. Un ejemplo de esto sería, para mí, Insolita editorial, una editorial de género que publica unos 5 libros al año, pero… ¡Qué libros! Quizá por eso, al saber que saldría el ganador del Nebula y del Locus, Todos los pájaros del cielo de Charlie Jane Anders, no pude resistirme a leerlo. ¿Ciencia ficción y fantasía? ¿Podría funcionar?

La novela se divide en varias partes que representan capítulos de la vida de Patricia y Laurence, los dos protagonistas. Estos dos personajes son totalmente diferentes: Patricia es alocada, le gusta improvisar y, de pequeña, al rescatar un pájaro herido, descubre que puede hablar con él, lo que la marca como bruja. Laurence es riguroso y odia ser el centro de atención, por lo que decide construir una máquina del tiempo, con planos que encuentra por Internet, que lo lleva 2 segundos al futuro, intentando así huir del acoso escolar del que es víctima. Cuando se encuentran, nada de esto ha cambiado sus vidas: Patricia no ha podido reproducir su habilidad y Laurence ha seguido siendo acosado pese a su máquina. De su encuentro surgirá una amistad extraña, entrañable y que puede conducir al fin del mundo.

Ya con la premisa del libro queda claro que esta es una novela de personajes. Sobre todo, de los dos personajes principales. Anders le dedica espacio para profundizar en ellos y que el lector pueda conectar. En este apartado, la autora lo borda: al menos en mi caso, la conexión con ellos (con ambos) fue total y el hecho de que fueran personajes completos, imperfectos, muy humanos, los hizo más reales. Me ha parecido muy interesante como usa el elemento del acoso escolar para transmitir no solo las personalidades de cada uno de los personajes, sino también su evolución personal. 

Es quizá la parte de la trama la que no funciona tanto. Aunque me gusta lo que Anders intenta conseguir, uniendo la magia y la ciencia en una sola historia, al libro le falta ritmo y en ocasiones se hace pesado o irreal. La primera parte de la novela, que narra la infancia de los personajes, se hace algo larga. La segunda parte, cuando ya son adultos, acaba de una forma demasiado precipitada.

Todos los pájaros del cielo es uno de esos libros cuyas opiniones están muy divididas. En algunos casos, las críticas hacia la falta de ritmo han hecho que el libro no sea disfrutable. En otras críticas, esto se ve compensado con unos personajes muy bien definidos. Este es mi caso, que aunque puedo ver sus problemas de ritmo y trama, la caracterización de los personajes me ha parecido tan interesante y he empatizado tanto con ellos que quedé enganchada al libro.

Otro punto a destacar de esta novela es el estilo único de la autora que Natalia Cervera, la traductora, ha logrado transmitir: la fluidez de la prosa de Anders hace que la novela no solo sea agradecida de leer, sino que también, en mi caso, adictiva. De nuevo, profundizando en la relación de los personajes, son los diálogos donde la autora brilla más.

En conclusión, este es un libro que podría haber sido mejor tocando algunos de los puntos que se le han criticado, pero que sigue siendo una primera novela entretenida, con algunos puntos brillantes, toques de humor inesperados y unos personajes muy carismáticos y realistas. Solo por eso, yo ya recomendaría leerla. Pero es que además, la edición de Insólita es preciosa, con todos los detalles muy bien cuidados. En definitiva, esta es una de las novelas que vale la pena descubrir y decidir qué opinar por uno mismo. 


Otras reseñas:
La nave invisible
In the Nevernever

Cinco mundos fantásticos en los que estudiar

martes, 11 de septiembre de 2018



Llega setiembre y con él, llega el nuevo curso. Ahora que ya he acabado el máster y parece que, por primera vez en mi vida, no tengo planeado estudiar, empiezo a echarlo de menos. Tengo que admitir que yo era una de esas niñas a las que le gustaba la vuelta al cole, ir a clase y hacer los deberes (bueno, esto último no tanto). Siempre he disfrutado mucho aprendiendo, tanto en el colegio, como en la universidad, como, sorprendentemente, en el instituto. Es por eso que disfruto muchísimo las novelas fantásticas en las que hay algún tipo de enseñanza de por medio, pues siempre me imagino lo fascinante que sería vivir en un mundo así. Hoy quiero compartir con vosotros mis cinco mundos fantásticos preferidos en los cuales me gustaría estudiar.

Harry Potter de J.K. Rowling
Por supuesto, este tenía que ser el primero de la lista. Crecí con Harry Potter y con Hogwarts y aunque ahora analizo las novelas de una manera diferente, aún recuerdo muy bien todo lo que me hacían disfrutar. La ambientación del mundo de Harry Potter es maravillosa. Y aunque Rowling tenga algunos fallos como escritora, a la hora de la verdad logró hacer que millones de niños soñaran con pisar los pasillos de Hogwarts.

Crónicas del mago negro de Trudi Canavan
Me encantan estos libros. Aunque reconozco que es una literatura fácil y pasapáginas, Canavan logró que me sintiera apegada a los personajes. Otra de las cosas que me encantan de estas novelas es la ciudad en la que suceden y esa academia de magos que va evolucionando y saliendo de la actitud más retrógrada hacia una academia más abierta y multicultural. La forma de magia en Crónicas del mago negro me resulta muy original e interesante.

Cada corazón, un umbral de Seanan McGuire
No me canso de recomendar este libro y bueno, una vez más no hará daño a nadie. Me encanta esta saga y la escuela para niños retornados es uno de los puntos focales del libro. Aunque quizá no es una escuela a la que quiera ir (porque significaría que habría perdido la puerta de retorno a mi hogar) sin duda el mundo que refleja McGuire es un mundo en el que me gustaría existir.

El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Aunque no creo que me llevara muy bien con Kvothe, sí me encantaría poder vivir entre las paredes de la Universidad que retrata Rothfuss en su libro. Un poco cara, como todas las universidades, pero con materias por las que pagaría gustosa por asistir. Quizá algún día…

Ready Player One de Ernest Cline
Aunque el mundo real que describe Cline en su novela es casi distópico y no me gustaría vivir en él, encuentro que el instituto virtual al que asiste Percival es curioso y, quizá, un futuro al que nos estamos dirigiendo. Un instituto virtual da muchísimas opciones que, de otra manera, estarían vetadas y solo por eso me encantaría poder explorarlo y visitarlo. Eso sí, ¿quedarme a vivir? Esa es otra historia.

Aunque hay muchísimos mundos de fantasía que me gustaría visitar, cuando se trata de escuelas o universidades, estas cinco son las primeras que me vienen a la cabeza. ¿Cuáles son las vuestras?

La extraordinaria familia Telemacus de Daryl Gregory

jueves, 6 de septiembre de 2018



Algunos libros te entran por su portada. En  algunos casos, ves un libro y es amor a primera vista. Sí, lo sé, es superficial y no siempre las portadas bonitas esconden buenos libros. Y por supuesto, también sucede el caso contrario de que un libro increíble esté escondido detrás de una portada fea. Pero el caso es que hay algunas portadas que te atraen. Y este fue el caso de La extraordinaria familia Telemacus. A esto hay que añadirle el constante hype de algunos (ejem Dani ejem) para que leyera este libro. Resultado: en cuanto volví del Celsius, lo primero que hice fue abrir este libro y adentrarme en las vicisitudes de la familia Telemacus.

Los Telemacus eran realmente extraordinarios: Cada miembro de la familia tenía un poder y en el pasado, eso les abrió las puertas al mundo del espectáculo. Su nombre resonaba en todo el país. Pero al morir la madre y quedar en ridículo en la televisión nacional, ya nada fue lo mismo. Fueron el hazmerreir y luego, no fueron nada. Y esos poderes, que habían sido una puerta de acceso a la fama y la riqueza, se convirtieron en una carga. Hasta que Matty, el hijo de Irene, vive una experiencia extracorpórea provocada por la excitación.

La clave de este libro es que, pese a que hay una parte de la historia fantástica en la que los personajes tienen poderes (y el autor juega muy bien con ello), se parece más bien una novela costumbrista que visualiza un momento peculiarmente duro para una familia. Gregory juega con los poderes, no para ver hasta donde estos pueden llegar, sino para ver cómo podrían afectar al día a día. Irene puede saber cuando alguien le miente, pero eso la hace incapaz de mantener una relación estable con alguien. Buddy es capaz de ver el futuro y sin embargo, es incapaz de distinguir la línea temporal en la que está viviendo. Todos los personajes viven con la carga que representa ser un Telemacus y con el hecho de que los poderes (o su ausencia) en vez de hacerles la vida más fácil, les hace la vida más dura.

Esta es una obra de personajes, sí, y Gregory se encarga de que todos estén muy bien caracterizados. Los cinco personajes principales (Teddy, Irene, Frankie, Matty y Buddy) tienen capítulos en los que podemos ponernos en su piel y por lo tanto, los conocemos a todos desde su propia prespectiva. Y a su vez, los conocemos des de la perspectiva que tienen de ellos los demás. Esto crea una dinámica de personajes muy interesante.

La estructura de cada capítulo va entrelazando flashbacks con el momento presente y de esta manera, podemos conocer a otros personajes del pasado como Maureen. Pero a su vez, la información que ofrece el autor está muy estudiada y va aportando información sobre lo sucedido en pequeños fragmentos para que el lector necesite continuar leyendo. Esto, aunque le da una sensación algo artificial al libro, no solo consigue enganchar al lector, sino también construye la historia (y los personajes que la forman) de una manera magníficia.

Y sin perder de vista el humor. Esta es una novela colorida (no solo por la portada) que recuerda al cine de los hermanos Cohen o de Wes Anderson: cargada de ironía, de sucesos casi extraordinarios, de espías, mafiosos, poderes extrasensoriales y agentes del gobierno. Una de esas novelas que parece que lo hace todo bien: cuadrada y cerrada hasta un punto casi exagerado. Con personajes carismáticos que se quedan contigo y una narrativa ligera que te atrapa desde el primer momento de lectura. Uno de esos libros que, si no habéis leído, no sé a qué estáis esperando.

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El último sueño de Guillem López

lunes, 3 de septiembre de 2018



Leer a Guillem López es un placer que, por suerte, he podido hacer al menos una vez al año en los tres últimos años y esta vez el turno ha sido para ‘El último sueño’. Sin temor a repetirme (aunque lo haga), el autor valenciano me parece uno de los escritores de género más interesantes del panorama español. ‘El último sueño’, su última novela publicada y la primera editada en una editorial mainstream como es Minotauro, es el libro que quiero reseñar hoy.

Todo empieza cuando Kemi huye del Zigurat, el barrio rico y verdaderamente paradisíaco Paraíso, para esconderse en la zona más pobre. En una desesperada huida que parece estar a punto de acabar, Kemi se topa con Los Abandonados, una de las muchas bandas callejeras que pueblan Paraíso. Este encuentro cambiará la vida de ambos y los enzarzará en una huida que solo tiene una dirección: hacia adelante.

Una de las cosas que más destacan de ‘El último sueño’ es la forma en la que la ambientación está construida alrededor de la trama. No es que no haya infodumps (no los hay), sino que Paraíso y la construcción social de este está tan entrelazada con lo que va sucediendo alrededor de los personajes que forma parte de ella. De hecho, se podría decir que Paraíso es un personaje más, que interacciona con el resto de protagonistas y se despliega a medida que el lector va avanzando con el libro.

Esta es una fantasía con toques industriales y post-apocalipticos muy interesantes, pues aunque están muy presentes en el libro, no lo definen de por sí. De hecho, la historia se asemeja más a una historia de aventuras con un claro mensaje: siempre hay un lugar para ti, aunque no esté dentro del sistema. El grupo de amigos/compañeros creado por Guillem López con Los Abandonados logra conectar perfectamente con el lector y consigue que te llegue ese mensaje. Que aunque ninguno de los personajes sea un héroe, aunque ninguno de los personajes logre hacer nada significativo que cambie el mundo, son personajes que existen, y viven y sueñan.

Quizá por eso el libro pierde algo de fuelle por culpa de la trama política que hay detrás. No es que la trama política sobre, pero el contraste entre los capítulos de Los Abandonados y los de Nimbara es muy fuerte. Sin embargo, y aunque la trama de Nimbará sea algo más obvia, Guillem López explora una sociedad con estratos sociales muy marcados que coquetea con la distopía y el punk.


Se dice que esta es la novela más convencional de Guillem López y sí, si hablamos de la estructura de la historia, el hilo argumental sigue una procesión más líneal que sus otras novelas. Esto la convierte en una novela más accesible, pero no más convencional. Los temas que trata, la dureza del mundo que retrata, todo esto es una marca inconfundible de su autoría. ‘El último sueño’ es una obra narrativamente exquisita, con una lírica excepcional (como nos tiene acostumbrados Guillem López) y unos personajes muy bien creados. Pues aunque el libro sea publicado en una editorial más grande, aunque la trama pueda ser considerada “mainstream”, ‘El último sueño’ es un muy buen libro.

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