El verde entre las sombras de Rodolfo Martínez

miércoles, 17 de marzo de 2021

 

Hace aproximadamente un año (y un poco más), escribí la reseña de la primera entrega de esta tetralogía escrita por Rodolfo Martínez. La simiente de la esquirla fue un libro que me sumergió en sus páginas y recuerdo que lo devoré en unos pocos días. Por eso, cuando Rodolfo me dio la oportunidad de leer y comentar la segunda parte, ni me lo pensé. El hueco al final del mundo es una saga compleja, elaborada y muy bien construida y El verde entre las sombras, su segundo libro, es una muestra de esto.

Igual que pasaba con la primera entrega de la saga, Martínez ha dividido El verde entre las sombras en dos partes claramente diferenciadas, en las que seguimos a los dos protagonistas. Por un lado, Kláiner ha abandonado la ciudad que lo vio nacer y ahora se enfrenta a la amplitud de un mundo muy diferente al suyo. Por otro, Ibyra tiene que huir de su hogar, consecuencia de los eventos sucedidos al final del primer libro. En su refugio, Ibyra tendrá tiempo para aprender sobre los secretos que guardan sus acompañantes y también sobre sí misma y lo que se esconde en su interior.

Como ya comenté en la anterior reseña, los protagonistas de esta saga están muy bien delimitados. Martínez aprovecha que ambos amplían la visión de su mundo, antes concentrada casi exclusivamente en su hogar, para mostrar también personajes diversos. Ibyra tendrá la oportunidad de conocer a una mujer de Tamashi, otra región de Duniya. En el viaje de Kláiner por el mapa, irá conociendo distintas personas, con diferentes visiones del mundo. El abanico se abre y Martínez lo abre aún más añadiendo algunas escenas en zonas donde, hasta entonces, el lector apenas se había podido adentrar.  Esto me lleva al siguiente punto: la ambientación.

Duniya y la importancia del mapa

Antes de escribir esta reseña, he querido releer de nuevo los artículos que publicó Rodolfo Martínez sobre la construcción de Duniya. No solo es interesante (siempre lo es) ver el “cómo se hizo”, sino que, además, Martínez disecciona de forma exquisita su proceso. Tal y como ya os conté en la primera reseña, el mundo de Duniya está constantemente presente en la novela, casi como un personaje más. Esto sigue sucediendo en El verde entre sombras, dónde podemos conocer más puntos de ese mapa que, al principio de La simiente de la esquirla, parecía amplio e inabarcable.

La diversidad es uno de los puntos fuertes de esta ambientación y es evidente que el autor ha puesto especial mimo con ella. Los personajes se ven diferentes, hablan diferente en muchos casos y están configurados según la zona en la que han crecido. Eso lleva al lector a un sentido de la maravilla exquisito, en el que cada ciudad, cada zona, es una pieza más que desentrañar del mapa.

Mapa de Duniya. Fuente.

Y es un placer hacerlo. Me he encontrado, en más de una ocasión, volviendo al mapa para recordar dónde estaba cada cosa. No por necesidad, al contrario, Martínez guía muy bien al lector, sino por curiosidad: quería conocer más sobre el mundo que me estaban mostrando. Al igual que en La simiente de la esquirla, Martínez deja que los personajes hablen por él, por lo que esta ambientación se nos va desgranando a pequeños bocados.

El autor aprovecha el viaje de los personajes para hacer esto y, de esta forma, vamos  conociendo el mapa y las gentes que viven en él. Aunque habría preferido que la trama fuera algo más compleja, a nivel de sucesos, la ambientación, los personajes y su crecimiento (sobre todo el de Kláiner) compensa con creces.

Una novela de transición

Martínez ha comentado, en alguno de sus artículos que esta novela es como su gran Señor de los Anillos. Puedo entender por qué: la estructura es similar (la división entre dos tramas paralelas y dos partes por libro me recuerda un poco a la que hizo Tolkien), es una historia en un mundo vivo y fantástico (en el más amplio sentido de la palabra) y son esos personajes, gente cotidiana, los que viven la historia. Me gusta esa influencia, no solo porque la use en una novela de ciencia ficción, sino también porque, pese a esos detalles, es una historia fresca, que se siente nueva. También tiene otros elementos que me han llamado la atención (por ejemplo, en algunos momentos me acordaba de Fullmetal Alchemist). 

Sin embargo, en algunas partes (sobre todo en los capítulos de Kláiner), la trama me ha parecido algo sencilla. Si tuviera que ponerle un "pero" a la novela, sería este: la estructura plana de la historia. La trama de Kláiner es algo repetitiva (de hecho, hasta un personaje bromea sobre el tema) y muy lineal: sabes que los personajes tienen que ir de un punto A a un punto B. Y aunque, como lectora, disfruté mucho de los paisajes que ofrecía ese viaje, el trayecto en sí me pareció algo típico.

Pese a ese “pero”, creo que la evolución de su personaje está muy bien hecha. Me gusta cuando éstos crecen no solo por las experiencias que viven, sino también por todos aquellos que aportan su granito de arena al cambio. Me gusta ver a personajes delineados por las palabras o acciones de otros y Kláiner es un claro ejemplo de esto. Este crecimiento también se puede aplicar a Ibyra y hasta se podría aplicar a los personajes que rodean a ambos, pero creo que Kláiner es, en este sentido, la estrella que más brilla en El verde entre las sombras.

En conclusión, y ya acabando esta reseña, El verde entre las sombras es una novela de transición, pero eso no implica que caiga en la maldición de las segundas novelas. Al contrario, Martínez sabe aprovechar esa metamorfosis para ampliar el mundo y los personajes que viven en él. Tanto si os gusta la ciencia ficción como si os gusta la fantasía (la novela entra dentro de la primera categoría, pero para mí bebe un poco de ambas), El hueco al final del mundo es una saga en la que recomiendo fervientemente que os adentréis.

Black Sun de Rebecca Roanhorse, otra fantasía diferente

miércoles, 24 de febrero de 2021

La fantasía es uno de los géneros más versátiles de la cultura, con un rango que va desde los dragones y las espadas a la magia en callejones oscuros de Madrid. Y todo lo que haya de por medio. Es uno de los géneros más antiguos, pues los narradores de hace siglos ya hablaban de fantasmas, espíritus, poderes incomprensibles y dioses. Sin embargo, la idea que prevalece en la imaginación global es la de un género encorsetado en mundos mágicos con tintes del medievo. Y aunque existen obras que no son más que un refrito de El señor de los anillos, hace tiempo que la fantasía ha abierto puertas a otras visiones y estructuras. 

Hoy os quiero hablar de Black Sun, la última novela de Rebecca Roanhorse. Conocí a la autora con El rastre del llamp, una primera parte de una trilogía que publicó Mai Més Llibres en catalán. La novela en su momento ya me gustó, sobre todo gracias a su ambientación y sus personajes. En su futuro mágico de nuestro mundo, dónde los dioses caminan entre los humanos, Roanhorse escribió una novela trepidante y muy bien ambientada. Y aunque la sensación que me dejó al final fue algo agridulce, sobre todo por el ritmo precipitado de las últimas páginas, en general la impresión fue positiva. Por eso, cuando vi que podía audioescuchar Black Sun en Scribd, no dudé demasiado en adentrarme en este nuevo mundo de fantasía.

Otros mundos mágicos son posibles

En Black Sun, Roanhorse se aleja de la fantasía urbana de El rastre del llamp para mostrar una más clásica, en un mundo fantástico lleno de magia. Y este mundo peculiar, con dioses y animales mitológicos, tiene otra característica: no está ambientado en una Europa medieval. La frescura de la ambientación parte también de ahí, aunque Roanhorse hace muy bien trabajo para ir mostrando, poco a poco, las piezas que van encajando en la novela. La mitología que introduce la autora tiene una vivacidad y un realismo fantástico muy interesante y bien llevado. En ella se pueden ver las influencias de varias culturas mesoamericanas, aunque a su vez, Roanhorse le ha dado elementos propios para diferenciarse de ellas. Otro acierto de la autora es mostrar solo una ampliación de un mapa que, al leer la historia, parece mucho más grande: eso hace que, como lectora, quiera conocer más.

También ayuda que la autora se haya alejado de los tópicos más manidos de las culturas mesoamericanas y de esa idea de que los incas o los mayas eran, antes de ser colonizados, civilizaciones primitivas y sangrientas. Al contrario, eran tan complejas como cualquier otra cultura (oh, sorpresa) y que Roanhorse aporte esta visión, alejada del cliché, en su mundo de fantasía es de agradecer.

En los últimos años, muchos autores y autoras se han alejado de esta imagen preestablecida de una fantasía medieval. Hay autores, como Sanderson o Abercrombie, que quieren explorar varias épocas de su mundo y que permiten al lector conocer la evolución de sus mundos creados. Otros, como Jemisin o McGuire, aportan una frescura muy interesante al panorama de la fantasía.

Es verdad que tengo pocos referentes. Si habéis leído mi blog, sabréis que siempre me ha tirado más la ciencia ficción que la fantasía. Aun así, la sensación que tengo del género es que hay vientos de cambio y que algunas obras, como Black Sun, muestran que la fantasía épica puede mostrar una miríada de colores, muchos diferentes a los que estamos acostumbrados.

Personajes en mundos vívidos

Aunque Black Sun es una novela de fantasía épica, es también una historia de personajes. Es verdad que la ambientación tiene un papel importante en la novela y es muy inmersiva, pero al final solo actúa como escenario para los cuatro personajes principales. Y creo que ahí es dónde está el mayor problema de la novela y su mayor acierto: el narrador dividido en cuatro.

Siempre me han gustado las novelas corales en las que hay varios personajes y podemos ponernos en la piel de todos ellos. Sin embargo, en el caso de Black Sun, esta división hace que pierda un poco su fuerza. En El rastre del llamp, Roanhorse nos mostraba solo el punto de vista de Maggie y lo hacía de una forma descarnada, por lo que el narrador era muy potente. En el caso de Black Sun, al estar diluido en cuatro personalidades, esa fuerza se pierde.

Por otro lado, cuesta más meterse en su piel y empatizar con ellos. Y aunque algunos de ellos sí son interesantes (sobre todo en el caso de Xiala y Naranpa), otros se me han quedado algo cortos. Tampoco ayuda que la trama se diluya en dos puntos del mapa: es interesante en cuanto a ambientación, pues aunque la historia más principal la llevan Serapio y Xiala, los dos personajes que están viajando hacia Tova, podemos conocer también la ciudad desde dentro gracias a Naranpa. Pero al estar tan dividida, no da tiempo al lector para conectar más con ellos, para entenderlos mejor.



A pesar de eso, y sobre todo con Naranpa y Xiala, los personajes están muy bien caracterizados. Tienen vida, respiran alma, aunque el lector no siempre conecte con ellos. La autora ha mostrado una representación diversa y extensa del mundo tan complejo que ha creado. Es en el POV de Naranpa, la sacerdotisa que vive en Tova, dónde vemos mejor esta variedad de vidas y personajes. Y eso me enlaza con el siguiente tema.

Los errores del pasado

Uno de los personajes más interesantes para mí fue Naranpa, la mujer que es sacerdotisa (Sun Priest), el poder más importante en la torre celestial. Al principio nos presentan al personaje como alguien que ha luchado por llegar a esa posición, aunque haya dejado atrás su pasado y su historia. Sin embargo, cuanto vamos avanzando en su POV, vemos que la trama política que la rodea es mucho más compleja. Aquí Roanhorse trata dos temas importantes que me parecen esenciales en la novela y que no he visto demasiado en historias de fantasía.

Por un lado, el cambio. La redención política. El idealismo que lleva a algunas personas a meterse en política, para cambiar las cosas que vieron injustas. De la mano de Naranpa, vemos como el Sacerdocio (Priesthood), antes una organización con poder y orgullo, se sienta en los restos del ayer. Vemos también las consecuencias de la matanza que sucedió entre una de las familias de Tova y el Sacerdocio, llamada Night of Knives. Naranpa intenta luchar contra la tendencia, en oleada, de toda la torre celestial por mantener el status quo, por no cambiar nada. Por mantener, aunque solo queden cenizas, las costumbres del ayer. Su viaje es desesperanzador  porque se siente real.

En las historias épicas estamos acostumbrados a ver los inicios, las evoluciones y las consecuencias de la guerra. La política narrativa suele venir de la mano de ese tipo de tensiones. Sin embargo, me gusta el acercamiento de Roanhorse en Black Sun, uno más cercano, menos de la realeza, si es que eso tiene sentido.

Black Sun es una novela que tiene muchos aciertos y que merece la pena. Es verdad que tiene algunos errores de estructura que no me convencieron (la aparición del cuarto POV, por ejemplo, me sobra totalmente) y también es verdad que el final es demasiado precipitado (algo que ya me sucedió con El rastre del llamp). Pero los elementos que sí funcionan en Black Sun son muy interesantes. Si tenéis ganas de leer fantasía un poco diferente, dadle una oportunidad.

Otras reseñas:
Fantástica ficción

*Las imágenes de mapas mostradas en la entrada pertenecen a Simon and Schuster

Novedades en A través de otro espejo

jueves, 4 de febrero de 2021



¡He vuelto! Veréis, estoy segura de que si lleváis un tiempo en A través del otro espejo, os habréis dado cuenta de que el blog está de capa caída. Desde que empezó el confinamiento, las entradas han ido menguando y mis ganas de escribir reseñas han desaparecido junto con el tiempo para hacerlas. Es verdad que ahora estoy muy centrada en escribir ficción, algo que me llena muchísimo, pero eso no significa que haya abandonado las ganas de hablar de mis lecturas. Al contrario, me sigue gustando hacerlo. Simplemente, me cuesta encontrar el tiempo. Y cuando al fin lo encuentro, no siempre acompaña la motivación.

Reflexionando sobre el futuro del  blog, me di cuenta de que quería continuarlo, pero que el formato debía cambiar. En el pasado, me sentía tan obligada a hablar de TODAS mis lecturas que eso me paralizaba y, al final, no hablaba de ninguna. Tengo muchas reseñas empezadas de libros que me han encantado, pero que no sé bien como hablar de ellos. Entonces, me he dado cuenta de que, si quiero seguir con el blog y actualizarlo periódicamente, tengo que hacer algunos cambios. Así que he decidido escribir este pequeño post para hablaros de los cambios que tengo pensado para este 2021. Espero vuestro feedback para saber si os gustan o si preferís ver otro tipo de contenido.

Las reseñas se quedarán, pero disminuiré su publicación. También disminuiré la periodicidad: he pensado que prefiero centrarme en escribir una entrada a la semana en vez de quemarme intentando mantener el ritmo de publicación anterior. Además, me gustaría diversificar y hablaros de otros temas, hacer otro tipo de entradas. Para compensar que no reseñaré todo lo que lea, he pensado que quiero añadir una entrada mensual en la que hablaré, de forma más resumida, sobre los libros que hayan pasado por mis manos durante ese tiempo. También quiero meterle más caña a los relatos y a los cómics, así que es posible que el contenido del blog se diversifique un poco y os hable de manga, de anime o de relatos que me han gustado.

Por supuesto, también estoy abierta a propuestas. Como voy a diversificar y a expandir el tipo de entradas que voy a publicar, me interesaría mucho saber qué os gustaría ver en el blog o qué temas os gustaría tratar. Este sigue siendo mi rincón, pero es uno que comparto con vosotros y me encantaría escuchar vuestra opinión y vuestro feedback.

Resumiendo, puede que el ritmo de entradas baje, pero eso no significa que me haya quedado sin gasolina para el blog. Sigo teniendo muchas ganas de hablar sobre literatura. Así que espero que me sigáis acompañando en esta nueva etapa para el blog.

El cielo de medianoche de Lily Brooks-Dalton

jueves, 3 de diciembre de 2020

Hay libros que te entran por la mirada y ya no te dejan escapar. ¿Os ha pasado alguna vez? Esos amores a primera vista que mejoran aún más cuando descubres que el interior es igual de maravilloso. Pues se podría decir que la historia de amor que os quiero contar hoy es similar. Y no, no hablo del amor entre yo y este libro, que también existe, sino del amor que transmiten sus páginas hacia el mundo y la vida. Una esperanza que te deja el corazón calentito, aunque lo que haya alrededor sea oscuridad. Hoy vuelvo al blog para hablaros de El cielo de medianoche de Lily Brooks-Dalton.

La novela nos presenta un futuro en el que el mundo se ha acabado, no sabemos como. Y en esa situación desoladora conocemos a dos personajes, con capítulos alternos. Por un lado, tenemos a Augie, un astrónomo que se ha quedado incomunicado en el Ártico. Por otro lado, Sully está en una nave espacial, volviendo a casa de un viaje a Júpiter. Ambos tienen una cosa en común: se han quedado varados en el absoluto silencio radiofónico.

Lily Brooks-Dalton escribe una novela sencilla con una premisa que, de entrada, no parece demasiado original. El mundo se acaba y lo vemos desde el punto de vista de dos personajes que se quedan atrás. Sin embargo, la magia de la autora brilla sobre todo en la caracterización de estos personajes. Esta es una novela que los deja hablar, que los muestra tal y como son: con sus defectos, sus virtudes, sus errores. Al viajar al pasado con ellos, al ver el presente desde sus ojos, podemos conocerlos muy a fondo. La autora ha pretendido enseñarnos la evolución, como estas dos personas que eran ajenas al cariño humano van acercándose, poco a poco, a este. Me ha gustado sobre todo el personaje de Sully, su diatriba como madre y astronauta, sus dudas y sus momentos brillantes. Pero también me parece interesante el personaje de Augie, justamente porque, al principio, no conectaba nada con él. La autora parece querer mostrar que hasta los personajes más odiosos pueden contener océanos de luz en su interior. 

Una de las cosas que más me gusta del libro es esa sensación de esperanza que transmite, esa idea de que, por mucho que todo acabe, se puede volver a empezar. Igual que otros libros hopepunk (aunque no sé si este podría clasificarse en ese género), me gusta la idea de que, incluso en los escenarios más terroríficos, la esperanza puede prevalecer. En El cielo de medianoche, sin duda se ve la esperanza como bandera, pero es una personal, cercana, individual. Una que nos habla de nosotros, como personas, y no como la humanidad al completo.

Una de las características de la novela, que no un problema, es la ausencia de ambientación. No sabemos qué ha provocado ese cataclismo (aunque se habla de "rumores de guerra") ni en qué condiciones se ha quedado la Tierra. A la autora no parece importarle el porqué ni el cómo, sino una de sus consecuencias: la soledad. Y eso no solo lo transmite con los personajes, sino también con los paisajes que muestra. La autora dedica muchísimas palabras a transportar a sus personajes a los páramos nevados del Ártico y a los infinitos vacíos del espacio y consigue con creces que el lector se traslade con ellos. Nos muestra sus lugares más fríos y duros, su cara más oscura, pero también la belleza que se esconde tras esa negrura. Un momento que me fascina es cuando la primavera llega al Ártico y el paisaje se transforma. 

Otra cosa que quiero destacar es el estilo delicado de Brooks-Dalton. Tiene imágenes muy potentes, pero me ha gustado sobre todo a la hora de construir poco a poco los personajes, a través de diálogos y recuerdos del pasado. Sin embargo, y como uno de los fallos que le he encontrado a la novela, a veces se precipita demasiado en algunos acontecimientos y eso hace que pierdan la potencia que podrían haber tenido. Hay escenas que me habría gustado saborear con más calma.

En conclusión, El cielo de medianoche es un libro bien escrito, preciosista y esperanzador que nos muestra como, en una situación extrema, la humanidad, la familia, los lazos que hacemos con los demás tienen más peso que nunca. Un libro que se centra en los personajes y en como estos aprenden a sobrevivir estos sucesos, pero no pisándose unos a otros, sino colaborando, ayudándose, uniéndose. Un libro ideal para los momentos que corren, en los que la luz parece escasa. No lo es. Lily Brooks-Dalton  y Blackie Books, la editorial que publica este libro en español, son conscientes de ello. 

Otras reseñas:
Anika entre libros
Sueños entre libros

Hacia las estrellas de Mary Robinette Kowal

lunes, 9 de noviembre de 2020

Escribir una reseña es más complicado de lo que puede parecer. A veces necesitas que las musas vengan a visitarte, a veces la página en blanco entorpece mucho más de lo que querrías. Sin embargo, y pese a las dificultades personales que he pasado en los últimos meses (mudanza, horas de trabajo eternas, proyectos de escritura nuevos), he necesitado encontrar el momento para poder hablar de este libro. Hacia las estrellas de Mary Robinette Kowal, ha sido ese libro que ha resucitado a la reseñadora que hay en mi.


Hacia las estrellas nos presenta una ucronía en la que la historia cambia por culpa de un desastre natural. En 1952 un meteorito impacta contra la Tierra y arrasa toda la Costa Este de USA, además de provocar problemas en Europa. A consecuencia de este cataclismo, el planeta se ve amenazado por una subida de temperaturas que lo convertirá en inhabitable. Para evitar la extinción de la humanidad, Estados Unidos y el mundo se ven obligados a acelerar radicalmente sus esfuerzos para colonizar otros planetas. Elma York, ex piloto de la Segunda guerra mundial y matemática, será una de las calculadoras que trabajará para lograr este hito. Su ambición, sin embargo, va más allá de los números: ansía, más que nada, en viajar hacia las estrellas.


La premisa de esta historia toca tres elementos que justo supieron dar en la diana de mis intereses. Por un lado, tenemos el tema feminista detrás de la novela. Elma York no solo lucha para poder acceder ella al espacio, sino para conseguir un lugar para ella y sus compañeras. Esta sororidad es uno de los ejes centrales de la novela y está muy bien llevada: Kowal se asegura que no solo Elma sea una figura creíble y protagonista, sino que todos los personajes femeninos que aparecen se sientan reales. De la misma forma, el resto de elenco está muy bien construido y aunque la gran mayoría son personajes de los que solo vemos algunas pinceladas, se convierten en algo más que figurantes detrás del telón.


Otro elemento fascinante (al menos para mí) es el tema de la historia de la ciencia. Si me conocéis un poco, sabréis que, justamente, de eso iba mi master. La historia de la ciencia es fascinante y complicada de explicar, ya que acaba cayendo en hablar sobre casos muy concretos o sobre personajes que ya se conocen. Hablar de forma más global o viendo como todos los elementos en realidad confluían es muy complejo. Kowal consigue hacer una cosa así: por supuesto, lo hace partiendo de un punto de inflexión ficcional. Aún así, es muy interesante ver el tratamiento del libro, que casi parece una biografía de Elma York, y como muestra la sociedad, los intereses y la ciencia del momento. Hablamos de ficción, por supuesto, pero Kowal consigue dotarlo de un realismo que la hace parecer histórica.


Por último, el espacio. Como fanática de la ciencia ficción, tanto a la hora de leer como a la hora de crear, me he visto bastante representada en ese sueño de visitar el espacio. Una de las cosas que más me gusta de la ciencia ficción es como permite acercar el universo al lector. En este caso, el lector empatiza con la protagonista por eso mismo. Kowal sabe transmitir muy bien esa ilusión, ese sentido de la maravilla que transmite la astronomía.


Este es un libro pausado pero emocionante. No hay grandes dosis de acción (quizá en algún momento, al principio) pero consigue transmitir la misma emoción que otras historias sobre la carrera espacial. La emoción de su lectura viene, pues, de Elma, de su lucha y su fascinación, y de como el resto de elenco de personajes luchan por lo mismo (ir al espacio). Kowal sabe mantener buen ritmo a la trama para que nunca decaiga y a la vez sabe pararse en los pequeños momentos, saborear las escenas más tranquilas y pausadas que construyen a los personajes y sus relaciones. En ese aspecto concreto, destacar sobre todo la relación de Elma y Nathaniel, su marido. Siempre es un placer cuando se muestra una pareja sana, bonita y cariñosa.


Hacia las estrellas es un libro que nace como la precuela de La mujer astronauta de Marte, relato que se publicó en España en la antología de A la deriva en el mar de lluvias y otros relatos (Sportula). Aunque el relato es una dosis precisa que no necesita ampliación, me ha gustado mucho ver hacia dónde lo lleva Kowal. Me ha dejado con ganas de más, pero por suerte ya podemos disfrutar de El destino celeste, publicada también por Oz editorial.


Otras reseñas:

In the never never

Cinco años leyendo autoras: #Leoautorasoct 2020

miércoles, 30 de septiembre de 2020


Un octubre más y un año más en el que organizamos el #LeoAutorasOct. Esta iniciativa surgió casi de casualidad, en una conversación de Twitter, y cada año me asombra más como va creciendo y creciendo. Cada vez sois más los que os unís, cada vez son más las iniciativas que surgen gracias al #LeoAutorasOct. Por desgracia, este 2020 ha sido un año en el que he estado poco activa en el blog, seguro que lo habéis notado, pero pese a eso y pese a que llevo un par de meses con una crisis lectora bastante seria, no he querido perderme la iniciativa. Así que tarde y justo, pero aquí están los libros que quiero leer este #LeoAutorasOct.

A diferencia de años anteriores, he querido intentar cumplir el bingo que hemos organizado para este octubre. No están todas las categorías representadas (me falta la de leer un poemario y la de un libro sobre salud mental), pero no me da la vida para más. Aún así, echadle un vistazo a las categorías del bingo y a la entrada que hicimos en el blog de #LeoAutorasOct, por si queréis participar vosotros también. 


Y sin más dilación, por aquí los libros que voy a leer este año:

I.D. de Emma Ríos (Astiberri ediciones)

Para la categoría de "autora de mi país" y también "obra de menos de 100 páginas" he elegido este cómic cortito de Emma Ríos. El tema de la identidad y de como nos vemos a nosotros mismos en clave de ciencia ficción. Después de haber leído Mirror (aún tengo pendiente leer la segunda parte) y Pretty Deadly, tengo muchas ganas de seguir leyendo cosas de Emma Ríos y está claro que este cómic da justo en la nota de lo que me gusta. Ya contaré.

Autonomous de Annalee Newitz (Minotauro)

Hace tiempo empecé a leer el libro y me estaba gustando mucho, pero por temas que ahora no recuerdo, tuve que dejar la lectura aparcada. Es de esos libros que me da cierta pereza volver a coger (ya que debería releer todo el principio), pero el #LeoAutorasOct me ha parecido una iniciativa ideal para darle otra oportunidad. Este libro cumple la categoría de libro sobre ciencia. Traduce Alexander Páez.

La llum de les fondàries de Frances Hardinge (Editorial Bambú)

Para la categoría de literatura juvenil, quería leer a una autora que tengo MUY pendiente. Justo coincide con la publicación reciente de este libro, que me llama mucho la atención (dioses marinos, una fantasía oscura... a tope con ello). Lo voy a leer en catalán, además, que me apetece bastante leer algo en ese idioma, pero también está la versión en español disponible (misma ilustración, misma editorial). La verdad es que tiene muy buena pinta. Traducción de Xavier Pàmies.

Mi enemigo mortal de Willa Cather (Alba editorial)

Las mudanzas sirven, además de para minarte las fuerzas y las ganas de leer, para darte cuenta (en horror, normalmente), de la cantidad de libros que tienes. En mi caso, me ha servido también para visualizar cuantos libros pendientes tengo, muchos de ellos en la pila desde hace años. Mi intención para los próximos meses es la de bajar la pila y Mi enemigo mortal, en mi biblioteca desde 2015, es un buen comienzo. Ideal para la categoría de libro de género que no suelo leer. Traducción de Gema Moral Bartolomé.

Dos pieles de VVAA (Pulpture)

Las antologías de Pulpture siempre me llaman la atención y Dos pieles no iba a ser menos. Todos los relatos han sido premiados y por autoras que no he leído aún. Una de las cosas que más me gusta de los relatos (y de estas antologías en concreto) es que me permiten conocer escritoras que, quizá en otras circunstancias, no habría podido leer. Así que gracias a las iniciativas que traducen relatos y gracias a Pulpture por traer antologías tan interesantes. Este libro cumple la categoría de autora negra. Traducción de Sofía Barker.

Cetaganda de Lois McMaster Bujold (Ediciones B)

No me he podido resistir a añadir un libro de Bujold en la lista, aunque no cumple con ninguna categoría. La quinta parte de la historia de Miles Vorkosigan, que espero que mantenga el nivel de las otras cuatro. La verdad es que Bujold escribe una literatura muy amena, pero también interesante y con temas que me llaman mucho la atención. Estoy segura de que será una lectura genial. Traduce Márgara Averbach.

Hasta aquí mis lecturas para este #LeoAutorasOct. ¿Qué vais a leer vosotros? Contadme.

Otras entradas de la iniciativa:

Boy with Letters

Lecturas veraniegas de 2020

jueves, 9 de julio de 2020



¡Se acerca el verano! Y aunque será un verano rarísimo (quizá el más raro de nuestras vidas. Y sin poder ir al Celsius. Vamos, todo mal) las lecturas seguro que nos acompañarán en todo momento. Ya tenía pensado hacerme una lista de libros que quería devorar estos días, pero después de ver el post de Dani (@mangrii), me ha gustado más su idea y he querido hacer algo similar. He adaptado un poco sus categorías, pero creo que ha quedado una buena lista. Ahora solo falta leerla, que ya sabéis como soy con estas cosas. Estos son los diez libros que, mínimo, leeré los próximos dos meses.

Una novedad del 2020: Hacia las estrellas de Mary Robinette Kowal

Este libro es una de mis últimas adquisiciones y uno de los libros que más ganas tengo de leer, así que, como novedad, estaba claro que iba directo a esta lista (también es verdad que no necesito ponerlo en esta lista para tener ganas de leerlo). Me encanta la Kowal de narración corta y tengo ganas de ver qué hizo con esta ucronía basada en su relato La mujer astronauta de Marte, que puede encontrarse en A la deriva en el mar de lluvias y otros cuentos y que me fascinó desde el primer momento. A ver si la novela está a la altura.

Una antología o colección de cuentos: Mothers and other monsters de Maureen McHugh

Y vamos de relatista en relatista y es que Mauren McHugh es una autora que me fascina. Su manera de retratar la maternidad ha sido muy inspiradora en algunos de mis escritos y tengo muchas ganas de saber qué más puede escribir. McHugh es una autora que sabe muy bien como construir personajes, así que a ver qué tal el resto de sus relatos. Si son similares a los que ya he leído de ella, sé que me encantarán.

Un clásico: Dune de Frank Herbert

Hago un poco de trampa, ya que este es un libro que tengo ya empezado, pero se me está haciendo un poco bola y cualquier excusa para forzarme a continuar con este clásico es una buena idea. Tengo ganas de tener algo de tiempo libre para poder meterme bien en él, así que quizá aprovecho algunas vacaciones para hacerlo.

Una relectura: Orgullo y prejuicio de Jane Austen

Jane Austen es un oasis al que acudir siempre que la lectura se me hace pesada. Releí Emma durante este confinamiento y fue una elección maravillosa y espero que la relectura de esta novela también lo sea. Es verdad que estoy muy austenita últimamente, así que no necesito muchas excusas para adentrarme en esta historia que conozco tan bien pero que nunca me cansa.

Un libro juvenil: Lionheart de Ana Roux

Este libro es un poco trampa, pues ya lo he empezado. Pero tenía ganas de leer a Ana Roux y la premisa de esta novela me llamó tanto la atención que me animé con ella. El tema de los barcos voladores a lo Peter Pan me llama la atención, que sea de época también (hay mucha cosa de época en esta lista, por lo que veo. Estoy en modo clásico"). 

Un pendiente de 2019: Gameshouse de Claire North

Claire North, al igual que Jane Austen, es siempre un placer de leer. Es verdad que la última novela que leí suya, The end of the day, no me acabó de convencer y algunos comentarios me eliminaron el hype por su novedad del 2019, 84K. Pero en 2019 sacó un libro que solo estaba disponible en digital y este sí tiene buena pinta. Tengo ganas de volver al universo North, así que estoy segura de que lo disfrutaré muchísimo.

Una recomendación constante: Jonathan Strange y el Señor Norrell de Susanna Clarke

Este es uno de esos libros que me han recomendado hasta la saciedad por personas muy variadas. Siempre que se habla de él en redes, aparecen fanáticos de su historia. Es verdad que la temática (magos en una Inglaterra decimonónica) es exactamente mi tipo de lectura, pero la cantidad de páginas siempre me ha tirado un poco hacia atrás. A ver si, como con Dune, aprovecho algunas vacaciones (si tengo) para devorar el tochal.

Uno de género nacional: A la sombra de mi sombra de Virginia Buedo

Hace ya unos meses que este libro ronda en mi pila de pendientes y creo que necesito una novela corta para compensar los dos o tres tochos que hay en esta lista. Ruth 6, el relato del III Premio Ripley de Virginia Buedo me encantó y tengo ganas de ver qué hace con esta premisa. Se me hace un poco raro leer a amigas, pero estoy segura de que disfrutaré de esta novelita.

Una continuación de saga: Cetangada de Lois McMaster Bujold

McMaster Bujold es uno de mis mejores descubrimientos de los últimos años. La manera que  tiene de mezclar el politiqueo con personajes fascinantes con una ambientación de ciencia ficción muy bien creada es tan meticulosa y está tan bien hecha que leerla se convierte en un placer. Tengo que reconocer que me daba pereza enfrentarme a una saga de 17 libros, pero ahora mi único miedo es que se acabe. Tengo ganas de volver a vivir las aventuras de Miles Vorkosigan.

Un cómic: El Humano de Lucas Varela y Diego Agrimbau

Es obvio que no leeré solo este cómic, ya que últimamente le estoy dando muchísimo a las lecturas de este estilo (y tengo muchos mangas acumulados que caerán a lo largo del verano), pero este en concreto me llamaba mucho la atención. Con una premisa de cifi muy interesante y un dibujo que me recuerda un poco al de Monteys, tengo curiosidad por ver hacia donde llevan la trama. Es posible que sea una de mis primeras lecturas de esta lista.

Y hasta aquí diez de los libros que leeré este verano. Las categorías, como he comentado, las he sacado del blog de Boy with letters (con un poco de modificación, claro). Además de esos, seguro que cae alguno más para variar entre lecturas. Sea como sea, os iré contando en reseñas todas mis lecturas, como siempre. 

Gods of jade and shadow de Silvia Moreno-Garcia

jueves, 4 de junio de 2020


Si me seguís en redes, quizá sabréis que, junto con gente muy maja, hemos empezado un proyecto para un podcast, llamado: Podcast friki busca nombre (aquí Twitter). Una de las intenciones de este proyecto es mantenerme activa con las novedades anglosajonas y leer un poco más en inglés de lo que hacía últimamente: es algo que tenía pendiente y que en los últimos meses he conseguido un poco. Por eso, en parte, decidí leerme Gods of jade and shadow: no solo me parecía fascinante la premisa, sino que además, tenía muchas ganas de conocer esta autora que está dando mucho de qué hablar en el mercado americano. 

Casiopea Tun vive en sus propias carnes la historia de la Cenicienta: trabaja limpiando la casa de su familia y es casi esclavizada por su abuelo y su primo. Pero al contrario que el cuento de hadas, Casiopea no ve una salida milagrosa a su situación. Pero cuando abre, sin querer, la caja fuerte de su abuelo y se encuentra con los huesos de un antiguo dios maya, todo cambia para ella: junto a Hun-Kamé, Casiopea recorrerá un México en plena época de transición.

Como se puede intuir por la sinopsis, este libro habla de viajes. Los protagonistas recorrerán ese México de los años 20 y la autora se asegura de presentar cada una de sus paradas, de describir el ambiente de la ciudad, de convertirla en un ente vivo que respira como Casiopea o Hun-Kamé. Esto a veces convierte el libro en una serie de episodios que acaban resultando repetitivos, pero a la vez muestra una fuerza de ambientación muy interesante. Sumándole a los elementos mitológicos mayas, la novela se desarrolla en un mundo muy bien construido.

El problema viene de esto mismo que he comentado más arriba: al ser un road trip, cada una de las paradas acaban siendo iguales. La estructura de la historia se repite y acaba siendo redundante: al final, ya sabemos bien qué va a pasar a continuación, pues no hay sorpresas ni giros de guión. Aunque esto no es estrictamente necesario, sí que convirtió la lectura en algo menos interesante y podría entender que a mucha gente no le convenciera.

Pero Gods of jade and shadow habla de viajes y no solo del viaje físico que realizan sus personajes, sino también de la evolución que tienen ambos protagonistas. Y ahí es donde Silvia Moreno-García decide poner todo su interés narrativo. Como lectora, viví la novela porque viví el desarrollo de Casiopea, de Hun-Kamé y de su relación. En alguna ocasión ya he comentado que los personajes son un elemento muy importante para mí: puedo disfrutar más de una historia mediocre con personajes interesantes que de una historia fascinante con personajes irreales o planos. Su relación, además, va creciendo a medida que avanza el libro de una manera muy realista.

La lírica de Silvia Moreno-Garcia es preciosa. Muy descriptiva cuando necesita serlo, sabe trasladar al lector fácilmente a este mundo creado que baila entre lo mitológico y lo histórico. Creo que la autora tiene potencial para escribir historias mejor llevadas, con mejor ritmo, y tengo muchas ganas de ver qué es capaz de hacer.

En conclusión, he disfrutado mucho de esta lectura sobre todo por los dos personajes principales y su relación. Sin embargo, creo que esta historia tenía más potencial que acaba perdido por ser una trama de manual, repetitiva y algo redundante. El final está muy bien llevado, pero cuesta llegar ahí. Aun así, el libro me ha dejado con buen sabor de boca y tengo ganas de descubrir más de lo que puede contar Silvia Moreno-Garcia.

Otras reseñas:

El archivo y El vacío de V.E. Schwab

jueves, 28 de mayo de 2020


Tengo algo que confesar: cuando me obsesiono con un autor/a, tengo una necesidad imperiosa de leer todo lo que ha escrito. Si me seguís desde hace un tiempo en el blog, sabréis que Victoria Schwab no es la primera con la que he hecho esto: antes vinieron Claire North, Brandon Sanderson, Banana Yoshimoto, Jane Austen o Haruki Murakami. Desde hace un par de años, he buscado activamente toda la obra publicada de Schwab, pues usa unos elementos que conectan muy bien conmigo. Es por eso que, cuando Minotauro decidió publicar la bilogía de El archivo y El vacío, me animé a leer la edición que tenía en inglés en casa. Tenéis una reseña mucho más extensa en la web de Windumanoth, pero me ha parecido adecuado hablaros de estos libros por aquí también. 

En estos dos libros, Schwab nos presenta a Mackenzie Bishop, una guardiana de el Archivo, una especie de biblioteca/mausoleo dónde descansan los muertos. Es un mausoleo porque guarda fallecidos. Una biblioteca, porque sus historias pueden ser leídas como si de libros se tratase. Después del fallecimiento de Da, su tío e instructor en la labor de guardiana, Mackenzie está dispuesta a hacer lo posible por mantener su trabajo. Sin embargo, algo está pasando en  el Archivo y si no descubre qué es, puede perder todo lo que le importa.

Esta es una bilogía de fantasía urbana con toques oscuros, similar al resto de obras de la autora. Oscilando entre la novela adulta y la juvenil, el mundo que crea, la ambientación y como nos la presenta es muy interesante. Cogiendo elementos que ya conocemos de otras historias, como los fantasmas, lo transforma de manera que se adapte a su tono y su historia. Schwab es una experta en hacer esto y se nota mucho: sus mundos tienen una viveza especial, muy característica.

Otro elemento que Schwab domina a la perfección son los personajes, aunque en este caso esté centrada casi todo el desarrollo en Mackenzie y en como se relaciona con los demás. Schwab construye personajes complejos y multifacéticos, que cometen errores y se pierden. Pero al contrario que en otras obras, esta complejidad solo se muestra en la protagonista y algún personaje importante como Weasley o Owen. El resto, al final, acaban siendo solo elementos muy de fondo que ayudan a narrar la historia de ella. Quizá esta es una de las cosas que más he echado en falta al leer esta obra, pues Schwab suele presentar siempre libros con un casting de personajes interesante y variado.

A pesar de eso, la autora consigue que conectes casi automáticamente con Mackenzie y escribe de forma que transmita esa sensación de vulnerabilidad, de estar perdido, de llorar la muerte de alguien. Estos elementos conforman al personaje y ayudan a empatizar muy bien con Mackenzie. Schwab profundiza eso con una lírica directa pero muy bien construida y milimetrada para que su sonoridad sea contundente y fácil de leer. 

En conclusión, El archivo y El vacío son dos libros con una ambientación muy interesante y un personaje principal bien caracterizado. Recomiendo sobre todo el primero (el segundo me pareció un poco más flojo, aunque lo disfruté igual), ya que cierra bien la historia y el arco argumental de los personajes. Sin duda, Schwab es una autora a tener en cuenta y aunque estos no sean sus mejores libros, si os gusta la autora y habéis leído otras de sus obras, no os perdáis esta bilogía. Traduce al español Julieta María Gorlero.

Otras reseñas:

La brigada lluminosa || La brigada de luz de Kameron Hurley

sábado, 23 de mayo de 2020


Ressenya en català:

Llegir a Kameron Hurley és una experiencia curiosa. Les seves històries estan plagades de violència, tant individual com sistèmica, i a més tenen un toc molt obscur. A la vegada, conserven una dosis d'esperança, com una llum en mig de la foscor, que permet al lector tancar el llibre amb una sensació de satisfacció. Ja vaig viure-ho llegint Las estrellas son legión, publicat per Runas, i m'ha tornat a passar amb La brigada lluminosa, el seu últim llibre publicat.

La brigada lluminosa ens presenta un futur desalentador: les crisis y les guerres han deixat el món en mans de sis megacorporacions que controlen l'economia de la seva zona i tot aquell que viu en ella. Per tal de conseguir la ciutadania, l'única manera de poder accedir a drets bàsics, Dietz s'allista a l'exèrcit. L'enemic? Un Mart comunista que es va independitzar de la Terra fa temps. Per arribar a les bases enemigues, les corporacions han desenvolupat una nova tecnología: convertir als soldats en llum. Però aviat Dietz descobreix que els salts que ell fa no són només geográfics, sino també temporals.

La brigada lluminosa es una novel·la ambiciosa. Tot i que la trama de viatges temporals està molt mastegada, això no significa que la Hurley aconsegueixi donar-li un aspecte innovador. Mentre llegeixes, es interessant visualitzar la línia temporal i anar col·locant en Dietz a un lloc o l'altre d'ella. L'autora va donant pistes per que la lectura sigui més amena i menys confusa. La primera persona juga aquí un paper important, no només per mostrar el desconcert del personatge principal, sinó que també juga amb el génere i amb les preconcepcions del lector. Dietz es home, dóna o una persona no-binaria? Al principi de la lectura, aquest joc és gairebé invisible, fet que encara ho fa més interessant. La labor de traducció aquí deu haver sigut feixuga.

Per altra banda, l'ambientació que presenta l'autora és interessant però de vegades una mica massa obvia. Desde bon principi es veu a venir la crítica que vol mostrar la Hurley i això desmillora una mica la novel·la, que no té lloc per la subtilesa: el lector sap des del principi que les corporacions son dolentes i que la guerra és sagnant i innecessaria. Tot i així, em sembla un missatge suficientment important com a que em molesti a la lectura: el que li falta de subtilesa ho compensa amb uns personatges interessants i una trama recargolada.

Al acabar el llibre, tenia sensacions contradictories. Per una banda, la satisfacció que he comentat abans, la idea de que hi ha una llum d'esperança al fons del túnel, es fa molt poderosa al acabar la novel·la. Per altra banda, em dóna la sensació de que no era necessari aquest format per explicar aquesta història. Tot i així, la trobo molt disfrutable i recomanable per a tothom que li agradi la ciencia ficció més cruda.

En conclusió La brigada lluminosa és, igual que la resta de llibres de la Hurley, una experiència interessant. Mostra un futur descarnat i horrible, una crítica a l'esperit militarista dels Estats Units que crec que val la pena conèixer. Personalment, l'he gaudit mes que Las estrellas son legión, que em va semblar una mica irregular. L'edició catalana, publicada per Mai Més Llibres i traduïda per Anna Llisterri, és preciosa. I per suposat, destacar la portada de la Marina Vidal. 
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Reseña en castellano:

Leer a Kameron Hurley es una experiencia curiosa. Sus historias están plagadas de violencia, tanto individual como sistémica, y además tienen un toque muy oscuro. A la vez, conservan una dosis de esperanza, como una luz en medio de la negrura, que permite al lector cerrar el libro con una sensación de satisfacción. Lo viví leyendo Las estrellas sonlegión, publicado por Runas, y me ha vuelto a pasar con La brigada de luz, su último libro publicado.

La brigada de luz nos presenta un futuro desalentador: las crisis y las guerras han dejado el mundo en manos de seis megacorporaciones que controlan la economía de su zona y todo aquel que vive en ella. Para conseguir la ciudadanía, la única manera de poder acceder a los derechos básicos, Dietz se alista al ejército. ¿El enemigo? Un Marte comunista que se independizó de la Tierra hace mucho tiempo. Para llegar a las bases enemigas, las corporaciones han desarrollado una nueva tecnologia: convertir los soldados en luz. Pero pronto Dietz descubre que los saltos que hace él no son solo geográficos, sino también temporales.

La brigada de luz es una novela ambiciosa. Aunque la trama de viajes temporales está muy masticada, Hurley consigue darle un aspecto innovador. Mientras lees la novela, es interesante visualizar la línea temporal e ir colocando a Dietz en un sitio o otro de ella. La autora va dando pistas para que la lectura sea más amena y menos confusa. La primera persona juega un papel importante, no solo para mostrar y compartir el desconcierto del personaje principal, sino que también juega con el género y las preconcepciones del lector. ¿Dietz es un hombre, una mujer, una persona no binaria? Al principio de la lectura, este juego es casi invisible, algo que lo hace aún más interesante. La labor de traducción debe haber sido complicada en este caso.

Por otro lado, la ambientación que presenta la autora es interesante pero de veces es un poco demasiado obvia. La crítica que quiere mostrar Hurley se ve venir desde el principio y eso desmejora un poco la novela, que no tiene espacio para la sutileza: el lector sabe desde el principio que las corporaciones son malas y que la guerra es sagnante e innecesaria. Aún así, me parece un mensaje suficientemente importante y potente como para que no me moleste durante la lectura: lo que le falta de sutileza lo compensa con personajes interesantes y una trama enmarañada.

Al acabar el libro, he tenido sensaciones contradictorias. Por un lado, la satisfacción que he comentado antes, la idea de que hay una luz al final del túnel, se hace muy poderosa al acabar la novela. Por otro lado, me da la sensación de que no era necesario este formato para explicar esta historia. Aún así, la encuentro disfrutable y recomendable para todo aquel que le guste una ciencia ficción más cruda.

En conclusión, La brigada de luz es, igual que el resto de libros de Hurley, una experiencia interesante. Muestra un futuro descarnado y horrible, una crítica al espíritu militarista de los Estados Unidos que creo que vale la pena conocer. Personalmente, lo he disfrutado más que Las estrellas son legión, libro que me pareció un poco irregular.

La edición española, publicada por Runas y traducida por Natalia Cervera tiene portada de Octavi Segarra.


Otras reseñas: